Se a dicho repetidamente, que la crisis politica que vive Venezuela está asociada a las agresiones financieras, bloqueos y sanciones del imperialismo norteamericano contra el pais ( contra los pobres es más correcto decirlo), y los daños causados por esta guerra no pueden negarse. Sin embargo, hay que decir también, que esta no es la causa principal que genera la crisis política venezolana, y sobre todo el empobrecimiento de la gran mayoría de los venezolanos: los salarios más bajos del mundo que producen empobrecimiento. La destrucción de la escuela pública y la maliciosa privatización de la misma poniendo en peligro la independencia cognitiva del pais. La destrucción de la salud pública y su solapada privatización colocando a la sociedad en un estado de indefensión frente a cualquier enfermedad incluso las curable. La destrucción de la producción agropecuaria debilitando al extremo la soberanía alimentaria de la nación. La destrucción del ecosistema para favorecer el insaciable enriquecimiento ilícito de grupos mafiosos de poder. La destrucción de dos de nuestras industria estratégicas: PDVSA y el SISTEMA ELECTRICO NACIONAL.
No, la causa de la crisis venezolana, hay que identificarla, sin lugar a dudas, es en la traición al proceso de construcción del socialismo que el madurismo llevó a cabo contra la revolución bolivariana. Porque de haberse continuando ejecutando los objetivos históricos establecidos en el Plan de la Patria original 2013-2019 que Chávez le planteo al pueblo venezolano antes de morir asesinado por la contrarrevolución, el pueblo no estuviera pasando por las penurias que esta pasando, por supuesto que las criminales y bestiales acciones de los gringos hubiesen continuado y seguramente con mayor intensidad, pero con absoluta seguridad el pueblo no estaría sufriendo los desmanes y los sufrimientos que el madurismo le ha impuesto con sus altos niveles de corrupción.
La crisis que vive Venezuela está relacionada por la dialéctica de la historia, a reales posibilidades de un profundo proceso de transformación social radical alojados debajo de la crisis misma. En este sentido, la sociedad venezolana porta en su vientre cambios sociales históricos, los que necesita el pueblo venezolano para liberarse de esta catastrofe. Y sólo espera ser asistida por un partero. Por eso el madurismo como lumpen burguesía nueva en alianza con la vieja y también mafiosa burguesía, la maricorinista montaron una trampa como la del 28J para impedir ser derrotados y sacados del poder por el pueblo que ellos han empobrecido.
El filosofo de Treveris dijo una vez, que eran los trabajadores, pero seguramente con tantas vainas en que pensar no llegó a avisorar que en Venezuela lo más seguro es que esos parteros fueran también los empobrecidos del chavismo junto con los empobrecidos de la oposición, claro, siempre y cuando, hayan tomado conciencia de ser una sola clase social, de ser un solo pueblo despojado, y que se les haya desatado la necesidad de destruir el capitalismo y construir un modelo de sociedad donde sólo quepan los hombres y mujeres liberados y liberadores de la explotacion. Porque ese otro cuento que narra sobre una sociedad donde quepamos todos, no esta muy claro, está poblado de una espesa bruma, más parece escrito por un intelectual al servicio de los explotadores, porque hasta ahora lo que se constata, que en un mundo dividido en clases, sólo los capitalistas explotadores viven súper bien y los pobres súper hambrientos.
En esa línea de pensamiento, debe tenerse presente que el deber de todo revolucionario es hacer la revolución, y ésta en la Venezuela de hoy debe hacerse para que el pueblo empobrecido sea quien asuma las riendas del nuevo estado. Ya que si el debate en el campo revolucionario venezolano girara en sentido contrario, uno que no tenga nada que ver con tomar el poder por los empobrecidos, entonces ese debate es insubstancial, abstracto, estaría orbitando otro mundo pero no el de las necesidades reales del pueblo. No sería sino una gran perdida de tiempo, diversionismo ideológico, y no valdria entonces para nada, porque para que le pueda ser útil a los empobrecidos esa discusión debe tener como tema central, la toma del poder por el empobretariado venezolano.
Más aun, cuando mundialmente se conoce, que Venezuela es dominada hoy, les guste o no a algunos esa definición, pero hay que ser exactos, por una fracción burguesa contrarrevolucionaria, y no se puede ser tampoco tan mezquino para no reconocer, que ha sido la más exitosa de todas las fracciones contrarrevolucionarias con las que el imperialismo norteamericano y el capitalismo internacional haya podido contar para destruir la revolución bolivariana, porque en esa empresa, la vieja burguesía fracasó, lo que han hecho es chulearse al imperialismo, es por eso que ahora este se reúne en secreto con el madurismo, sin importarle que este grite consignas antiimperialistas, eso forma parte del espectáculo.
Por eso, la crisis de dominación política por la que atraviesa el madurismo no se ha podido convertir, y no se convertirá, en una crisis revolucionaria que destruya al capitalismo, como el proceso que se había iniciado con Chávez, hasta tanto no se construya una fuerza material revolucionaria capaz de confrontar con éxito a esta clase burguesa que detenta el poder del estado. Porque esa otra cosa, la fracción, la maricorinista no significa ningún peligro para la burguesía madurista, esta sólo pica y huye para Madrid o Miami, para eso es que sirve, o, peor aun, para pedirle a los gringos que invadan a Venezuela y que sobre el cementerio en que quedaría reducida Venezuela les sea entregada la presidencia.
Hay que decirlo, pero la única fuerza política capaz de hacer la revolución socialista hoy en Venezuela y de construir en consecuencia una sociedad de productores libremente asociados, que llegándose a reorganizar bajo las alas de un partido propio y reúnir al conjunto de las fuerzas populares en una Junta Patriótica de Salvación, se llama el chavismo de izquierda, el de base, el de los empobrecidos, ese que por millones prefirió encerrarse en la casa mascullando la amargura de la traición de maduro. Sin embargo, ahí está esperando el llamado de la historia, en silencio está forjando de su propio seno una dirección que lo guíe para repetir la revolución, esta vez sin cometer los mismos errores.
El madurismo tiene bien claro que el enemigo estratégico a vencer, porque bien sabe que este gigante dormido con cualquier chispa se despierta y comenzará a andar es el chavismo. El madurismo conoce bien que el chavismo es una potencial fuerza material, la única que potencialmente puede derrotarlo, porque el chavismo compendia, como toda clase que está llamada a transformar la sociedad, a todas las corrientes populares que han luchado por construir en Venezuela un mundo mejor.
En conclusión, si hay una crisis estructural del capitalismo, si al gobierno de maduro no lo quiere casi nadie para no decir nadie, si la vieja burguesía tampoco está en capacidad de retomar el poder, pero además, el deber de todo revolucionario es hacer la revolución, de qué estamos hablando, hay que dedicarse es a construir ese partido de la revolución bolivariana, socialista cristiana, humanista y conectarlo con todo lo bueno que haya para beneficio del pueblo venezolano.
