Disociación o asociación de la realidad para tener patria

La disociación se ha definido como el proceso en el cual la persona se desconecta de sus pensamientos, recuerdos, emociones, siendo por lo común como un mecanismo de defensa, ante los tipos o formas de despersonalización y desrealización, afectando la percepción de uno mismo y de la realidad en que se desenvuelve. Las estrategias aplicadas para enfrentar la disociación, reconocer y detener el proceso, incluye estabilizar emocionalmente al individuo que se ha disociado. Cuando la persona se distancia de ciertas experiencias o emociones por un mecanismo de autodefensa antes una mala experiencia, desde casos leves hasta trastornos disociativos severos, como el trastorno de identidad disociativa o la amnesia disociativa, que en detalle causan los síntomas de tales trastornos, para los cuales hay una serie de recomendaciones para enfrentarlas:

¢ Mantener un diario;

¢ Usar la visualización;

¢ Practicar ejercicios;

¢ Trazar un plan ante un episodio disociativo;

¢ Cuidar la salud física y mental.

Como mecanismo adaptativo se desconecta la mente de la realidad para protegerse de un trauma, los síntomas pueden incluir lagunas de memoria, anestesia emocional, pesadillas y problemas psicosomáticos, por lo que se debe resolver el problema, ya que derivará en trastornos disociativos más complejos como amnesia o personalidad múltiple. Culpar a las víctimas de disociación por no defenderse, es un error, porque la disociación es una reacción de supervivencia, no es una elección, y como se trata de un proceso donde hay distanciamiento de la persona de ciertas experiencias o emociones, siendo normal o patológica, es decir, al abstraemos momentáneamente de la realidad, o si interfiere directamente en el desarrollo de la vida diaria, que puede estar relacionado a situaciones de abuso, maltrato o experiencias traumáticas, no siendo factores hereditarios.

Los principales síntomas de los trastornos disociativos son fallas de memoria, confusión, desconexión de la realidad, estrés, ansiedad, alteración de la identidad, y otros. Los tipos de trastornos disociativos, la despersonalización e identidad disociativa; y la amnesia disociativa. Causas principales de la disociación:

¢ Experiencias traumáticas, abuso, violencia, traumas significativos, pudiendo llegar a desencadenar disociación como mecanismo de defensa.

¢ Malos tratos en la infancia o relaciones de abuso que pueden contribuir al desarrollo de la disociación.

¢ Estrés postraumático, cuando aparece como respuesta a eventos estresantes o traumas, que permite a la persona distanciarse del dolor emocional.

¢ Factores biológicos, sugeridos por investigaciones, en las cuales mecanismos biológicos predisponen a algunas personas a experimentar disociación.

¢ Entorno familiar y social, con disfuncionalidad o situaciones sociales adversas que pueden influir en el desarrollo de la disociación.

Los factores que pueden interactuar varían por cada individuo, afectando su capacidad para lidiar con el estrés y las emociones, un mecanismo de defensa que le permite a la mente desconectarse de la realidad al enfrentar una situación traumática que sobrepasa los recursos psicológicos de la persona. El proceso puede generar diversos síntomas, lagunas de memoria, anestesia emocional, pesadillas y problemas psicosomáticos. Y si dicho mecanismo no se supera, puede derivar en trastornos disociativos más complejos, comprender que no se trata de una elección, por lo que culpar a la víctima es un error, lo que agrava su sufrimiento.

Como tratamiento psicoterapéutico para el tratamiento de trastornos como el estrés postraumático, que ha sido probado en estudios y es eficaz en el tratamiento de síntomas de trastorno con víctimas de guerra y abuso sexual, es la terapia con el método EMDR, técnicas que puede ayudar a procesar y reintegrar al paciente, trabajando con el sistema de procesamiento de la información, proceso que consta de varias fases:

¢ Historia del paciente,

¢ Preparación,

¢ Evaluación,

¢ Desensibilización,

¢ Instalación de la cognición positiva.

Este tratamiento psicológico puede ayudar a procesar y reintegrar al traumado.

Pongamos por caso de que un líder gubernamental se disocia, es decir, pierde contacto con la realidad, porque ha sido bien manipulado por un entorno de asesores, que como consecuencia ponen en grave riesgo al Estado nación, siendo en el proceso de los fenómenos, que se llegue a decisiones erráticas, a políticas ineficaces, y un aumento de la corrupción, puesto que quienes tienen bajo control al líder, pueden aprovecharse de la situación que se genera, para mantener sus privilegios y poder, para el control y la administración de los recursos, lo que por ende traería como consecuencias, una disociación en líderes del Gobierno.

Entonces, a falta de conexión con la realidad, es decir, con el pueblo trae como consecuencia que se tomen decisiones que no reflejan las necesidades y deseos de quienes pasan a ser manipulados por los corruptos que controlan desde las altas instancias del poder, donde el líder es prisionero de palacio, sin que se percate, porque está disociado, y juega en beneficio de sus secuestradores, instalando el nepotismo, la desconfianza, el descontento, que como consecuencia hace que se pierda conexión gobierno gobernados, lo que se manifiesta en más protestas, paros, acciones de calle, manteniendo una perturbación permanente en la sociedad escindida. Entonces como la disociación también aparece la inestabilidad política, por falta de liderazgo efectivo, debilitando la economía y los recursos, que hay que buscarlos por los caminos verdes, afectando el bienestar de toda la nación.

Citemos ejemplos recientes en nuestro patio y el mundo, y veremos que hay ciertos elementos que nos permiten hacer estas asociaciones desde la reflexión sobre la realidad, que involucran a los factores de poder en Venezuela, donde se ha desatado una represión creciente, una cacería de brujas y brujos, una especie de inquisición contra los herejes a los que hay que torturas y quemar. Tales son los grados graves de la manipulación que se ejerce por parte del gobierno de NiMaMO, que ha extremado la crisis y los derechos humanos sin precedentes. Las autoridades utilizan la violencia, la detención arbitraria y el miedo para silenciar a la gente que se opone a estas prácticas bizarras y anacrónicas, para mantener el poder a como dé lugar, sin posibilidad que la disociación de la realidad retorne a sus cauces legales, legítimos, de derecho y de justicia. Acaso la participación es por decreto, el protagonismo opcional si el gobierno lo permite, así como vivir en democracia está supeditado a que se haga lo que el gobierno manda hacer y el Estado impone las condiciones dadas por el Jefe de Estado, disociado de la realidad que todos y todas vivimos a diario.

Está imitando a su homólogo de Rusia VlPu, que lleva lo suyo o de JoBi con su extravío frente a todo el mundo y como si nada ocurriera o peor aún, como si asistir a la disociación es algo con lo cual debemos estar de acuerdo, sin importar las acusaciones y manipulaciones que a diario se cometen en desde el sistema político disociado, para tener el poder, casase los traumas que cause, usándose las tácticas de represión y de control desde cualquier medio disponible que anule, silencia e invisibiliza a quienes se opongan frente a tales fraudes, en las declaraciones que son una clara relación a la disociación, cuando se anuncia la victoria de quien salió derrotado en las elecciones, y la represión violenta de los manifestantes es la respuesta, utilizando el aparato del Estado para mantener el régimen.

Reflexiono y me pregunto si en un mundo globalizado y complejo, no es de crucial importancia que los líderes en los gobiernos, deban mantener una real conexión clara y diáfana con la realidad, con la ciudadanía y actuar en consecuencia desde la integridad y la transparencia, sin manipulación, mentiras, alienación, enajenación y engaño, como si no nos enteramos al instante de tanta disociación. Quieren aplicar control sobre todas las personas, penetrar las mentes por mecanismos de ingeniería social y la psicología de masas, ya es más que comprobado, y se sabe que los pocos son a su vez manejados desde los hilos más arriba que los gobiernos, y mueven a los actores, a disociarse de la realidad, y actuar desde sectores en compartimientos estancos, desde donde se corrompen y destruyen incluso las estructuras que soportan al propio sistema, que se desmorona en medio de una crisis crecientes y devastadoras. Es lo que nos está llevando al caos civilizatorio, en el que cada nación sufrirá los embates y la disociación para disolverlos, para ser presas fáciles. Debemos estar preparados, educados, formados, ser partícipes en las decisiones a tomar en consenso; aplicar los mecanismos previstos por la constitución, ser protagonistas de los cambios, empoderandonos del control de los contrapesos necesarios y esenciales para poder prevenir los abusos y garantizar que podamos tener un gobierno justo y efectivo.

Comparando los casos en el planeta, observamos un patrón de manipulación y represión que utilizan líderes que se dicen socialistas, humanistas, para mantener su poder y el de los asesores que, en vez de trasmitir confianza en la población, causan zozobra, sin transparencia y mayor corrupción, con las gravísimas consecuencias para la población, nacional e internacional. Los ciudadanos del mundo deben estar vigilantes, exigir la responsabilidad y transparencia de los gobernantes. Estar muy atentos a que cuando se disocian, en nada contribuyen con mejorar lo que en perspectiva enfrentamos como desafío de lo complejo de la vida. Si seguimos viendo al universo como una creación externa, como una estructura que interactúa por sus propias leyes, sin nuestra participación como observadores de la realidad, las ideas nos disociarán cada vez más de la realidad, que no es sino parte integral de lo real, que siendo todo, también es trascendente, y nos abruma saberlo, ahí que sea fundamental estar en equilibrio, en contexto, y buscar la armonía, no la crisis y el caos. Para lo cual se requiere que reconozcamos en cada uno de nosotros mismos lo que nos impide actuar para alcanzar el entendimiento necesario de la experiencia de la existencia en el universo. Es clave, y somos proclive a pensarlo así porque es necesario encontrarnos en los puntos comunes, donde haya coincidencia y ser empáticos, lo que requiere la comprensión mutua.

Debemos enfocarnos en todas las cosas, sobre todo en las pequeñas, para evitar las aberraciones cotidianas de la política, y que haya una distribución equitativa, activa. No perdamos más tiempo, para luego es tarde, saquemos a Venezuela de este atolladero, el problema es grave y afectará a las generaciones futuras, no lo permitamos. En el proceso podemos seguir siendo el faro que alumbra al mundo, comprometidos con las orientaciones que dejó el chavismo sembrado en todos y todas. No permitamos que nos aísles del concierto civilizatorio, pues las circunstancias bajo el liderazgo actual, han distorsionado el Plan de la Patria descompensando los valores y criterios, aislándonos de lo que el resto percibe es la existencia donde una parcialidad se quiere imponer a la brava, y el resto se la calan porque no tiene una guía, una orientación, un estímulo, ni un auténtica y efectiva responsabilidad que le da el hecho de ser venezolano y de tener conexión con el planeta entero. En cada uno y entre todos y todas será posible el cambio.



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Franco Orlando


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