El 10 de enero del 2025, de no cambiar el madurismo el calendario, será probablemente el último intento que este pueda dar para sostenerse en el poder antes que se inicie su definitivo derrumbe político, de uno de los gobiernos que engrosan la lista de los gobiernos más corruptos y tiránicos que haya sufrido Venezuela. Pero, además, seremos asimismo testigos, dato que no debe perderse de vista, como ese mismo derrumbe arrastrará consigo al conjunto de los partidos de oposición de derecha y de la pseudoizquierda que le han estado jugando sucio al pueblo de Bolívar y Chávez enriqueciéndose proporcionalmente a la miseria de este.

Venezuela podrá entrar al futuro si lo hace blindándose con la ejecución de un plan de desarrollo nacional independiente como el Plan de la Patria 2913-2019. Este es un programa de progreso y bienestar que tiene claramente definido como su unico centro, el binestar del pueblo y la construcción de este como el actor principal de su propia historia. Pero, por el contrario, jamás podrá ingresar al porvenir, postrada como sumistradora de materias primas y mano de obra esclava a los intereses transnacionales y además luciendo elevadisimos niveles de corrupción en el alto gobierno, porque a eso es a lo que conduce no solo el plan del madurismo sino también lo que plantean la mafia prigringa maricorinista y corrientes afines.

Por eso, tenemos suficientes razones para asegurar, que si para la cuyuntura del 10 de enero se logran superar viejos dogmatismos y sectarismos ideológicos que siempre han mantenido a las fuerzas revolucianarias venezolanas fragmentadas e inhabilitadas para tomar el poder, pero si esta vez echamos eso a un lado -al fin y al cabo las diferencuas son indispensables- y nos dedicamos a concentrar todas nuestra energías y estructuramos una dirección política colectiva y cohesionada de un movimiento tan potencialmente poderoso y vigente como sigue siendo el chavismo de base como una autentica y verdadera fuerza material revolucionaria, entonces, no cabe ninguna duda, que la historia tomaría un rumbo favorable a los deseos, necesidades e intereses del pueblo. Porque a dia de hoy en Venezuela no se ve otra fuerza que luzca capaz de superar al chavismo en potencialidad revolucionaria ¿pero por qué si la burguesía puede ver con claridad esa estrella, los revolucionarios no?.

Por consiguiente, en Venezuela la única transición pacificamente posible es aquella donde se les quite entonces el poder político a los capitalistas, que tan solo han hecho es favorecerse con las riquezas del país y las producidas por el trabajo de las clases trabajadoras, engendrando una estela de desigualdades e injusticias sociales, empobreciendo al pueblo, repetimos. Repetimos, una revolución popular que aspire a ser una de verdad y ser socialista, debe quitarle el poder del Estado a las mafias capitalistas y este depositarlo al pueblo a través de la Junta Patriótica de Salvación para que la misma restituya la constitucion y retome la aplicación del Plan de la Patria 2013-2019, de no hacerse así, desgraciadamente la crisis va a continuar sin que se le encuentre algún fin. Porque ya está suficientemente claro que la anatomía de la crisis politica venezolana está compuesta de dos circunstancias, por un lado, la pugnasidad intercapitalista: la naturaleza de los capitalistas es pelear entre ellos por quedarse con todo o con la mayor parte en el reparto de las riquezas del país, pelea que se lleva a cabo hoy en Venezuela a través de sus partidos, el madurismo y el maricorinismo, esto es los que viene causando la catástrofe nacional, el hundimiento del país. Y por otro lado está, que Venezuela cumple con todos los requísitos tanto objetivos como subjetivos para que se avance hacia una revolución socialista, es que el mayor propietario en Venezuela de los más importantes medios de producción es el Estado, es el más aporte da al PIB, lo que deja claro, que el estado bajo la propiedad, la planificación y el control del pueblo organizado en una Junta Patriótica de Salvación debe servirle exclusivanente al libre desarroollo de cada ciudadano que es la condición del libre desarrollo de toda la sociedad. Ahi está la razón y no debe buscarse en otro lado, de por qué asesinaron a Chávez y porque montaron contra el pueblo la trampa del 28J.

Entonces, vacilar es perdernos lo advertía Bolivar. No sigamos culipandiando, hagamos la convocatoria para construir una gran dirección colectiva socialista y revolucionaria. Y que esta se trace como único objetivo reanimar a los millones de chavistas de base que están esperando en sus casas escuchar de nuevo la diana y con el chavismo transformado otra vez en una fuerza politica, reunir al pueblo en la Junta Patriótica de Salvación. Tengamos la absoluta seguridad que a partir de ese dia de nada servirán las amenazas del madurismo ni los chantajes y mentiras del maricorismo, ese dia más bien se reniciaría el camino de la libertad y la justicia social en Venezuela.