Transformar parroquias en comunas y la diplomacia bipolar

Maduro y el madurismo que gobierna, o sea, el "madurato", no son Chávez. El Chávez mártir, asesinado y traicionado, nos legó un plan socialista claro, para ir en contra de la lógica del capital, "paso a paso sin aminorar el ritmo".

Pero hoy Jorge Rodríguez declara que "nuestra revolución es para acabar con la dominación yanqui y no una revolución para vivir guindados en las bolas de los gringos"; como si hubiera alguna diferencia, se guindan de las bolas de Fedecámaras y de los capitalistas, en los Brics, en donde puedan, además, nadie entiende el por qué Chevron se lleva nuestro petróleo con el permiso de "los yanquis", sin que en ese despojo nada cuente la autoridad de Maduro y su comparsa de altaneros, ¿será que las sanciones los hace capitalistas y bocones a la vez?

Vivir guindados de las bolas de los yanquis es feo, pero vivir guindados de las bolas de los capitalistas es peligroso, de Fedecámaras y de "inversionistas" extranjeros, de los Brics. El madurato habla del imperio yanqui como si el capitalismo nada tuviera que ver con el imperialismo, o con las guerras, como si el veto de Brasil, que impide la entrada de Venezuela a los Brics, no tuviera que ver con la competencia capitalista (y Ramonet, mentor del capitalismo de Nicolás Maduro, llamando a Lula traidor, ¡qué ridiculez!). Ya veremos otra vez a Maduro extendiendo su mano a los "yanquis", a Lula, a España...

Venezuela no se hace socialista porque la maquillen de socialista, cambiándole el nombre a las parroquias por el de comunas para disimular la tiranía del madurato, esas son trampas para bobos; mientras Jorge "radicaliza" su discurso demagógico, Delcy se reúne con Fedecámaras y les ofrece el lomito del petróleo, a los enemigos naturales e históricos del socialismo. Ahora que Jorge y Maduro están intentando poner de moda el socialismo "en lo territorial", o "en lo social", es bueno que les expliquen a sus electores por qué "en lo económico" están intentando vender el país a los capitalistas, sin escrúpulos, sin conciencia y no resuelven la economía de los trabajadores y más necesitados.

Venezuela se hará socialista cuando la sociedad se apropie de su destino, de los medios de producción y distribuya las riquezas con justicia social, cuando haga sus propias leyes y las aplique por igual a todos. La democracia socialista aparecerá cuando el poder, mezquino y personal del madurato, se diluya en la voluntad de toda la sociedad en beneficio de toda la sociedad, cuando el poder de decidir sobre nuestros asuntos sea de todos los involucrados y no un capricho de Maduro, Diosdado, Jorge rodríguez… desde Miraflores. El "socialismo verbal" de maduro acabó con la propiedad social, con PDVSA y convirtió el "poder popular" en una forma de control político desde Miraflores.

El socialismo no son discursos oportunistas, son hechos. Después de enero, el gobierno necesitará mucho más que discursos para que la gente apoye la legalidad precaria del gobierno de maduro. Ahora quieren organizar el "poder popular" en dos meses (lo que no han hecho en diez años) con leyes y decretos para que la gente quede atada al madurato de forma orgánica. …Es tarde. Si acaso hubiera algo positivo en las leyes de Jorge, la entrega del país al capitalismo está muy avanzada, como para que un cambio en la superficie pueda frenar la tiranía del capital...

Al capitalismo solo lo vence el socialismo convertido en hechos concretos. El socialismo no se decreta, se tiene que fundar, y el gobierno de maduro lo ha evadido, inclusive, perseguido como enemigo desde el primer día del madurato. Desmovilizó la revolución y amarró a su gente a un carnet, donde administra sus conciencias, su hambre, sus inclinaciones políticas, sus economías.

La esperanza de Venezuela y del mundo no está en los Brics, está en el socialismo. Ahora que la Venezuela de maduro quedó fuera de los Brics, pero subordinada a sus miembros principales, ¿qué hará el madurato con su diplomacia bipolar? Lula es tan capitalista como maduro, pero menos gazmoño; Lula sabe que en los Brics se hacen negocios, que ese grupo no es un club de amigos. No obstante, los oportunistas pierden con facilidad los escrúpulos, se desmienten a cada rato, ¿volverá maduro la mirada, de nuevo, hacia el norte?

Hace trece años estuvimos muy cerca de ser la primera revolución socialista del siglo XXI en medio de un mundo desesperanzado, de ser el motor de un cambio global, la resistencia más firme al avance destructor del capitalismo, pero hoy, un golpe del destino la puso en manos de estos arribistas, que estuvieron acechando el poder desde mucho antes de la muerte de Chávez. Son como chacales, que se comen los restos que dejan las bestias insaciables del capitalismo.

La memoria que tenemos de Chávez hace soportable vivir en Venezuela y el mundo, nos anima a luchar. Sin esa memoria todo es mustio y triste. Sin grandes capitanes no hay grandes ideas y sin grandes ideas no hay grandes capitanes. ¡Volvamos a Chávez!



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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