El fascismo nace de la necesidad de control de las masas por el gran capital. Todas las razones de hegemonías raciales, nacionalistas, los valores de la familia, quedaron (y quedan) atrás de la ganancia capitalista. En la Alemania nazi, Hitler y sus razones se sometieron y alinearon con el gran capital, el "gran dictador" sirvió de instrumento para sus intereses, haciendo multimillonarios a las petroleras, acereras, fabricantes de armas, independientemente de sus orígenes raciales y nacionalidades. Ahora todo el mundo sabe que general motors, Ford y Exxon hicieron grandes negocios con Hitler, que la familia Rothschild, de origen judío, financió el régimen fascista de Hitler, el cual al final tuvo que reprimir y perseguir a sus propios partidarios más fanáticos a favor de la supremacía de clase, de sus oficiales de mayor rango todos vinculados las grandes familias burguesas y aristocráticas alemanas. Igual pasó con Mussolini. En resumen, se trató de "otro negocio más", de alta rentabilidad.
Cuando la democracia con las libertades sociales, de protesta y manifestaciones, de pensamiento y de prensa, no produce mayores ventajas y ganancias a los capitalistas se activa el fascismo para exprimir al trabajador y controlar a la masa a través de tiranuelos que sirven de sus instrumentos, y hacer crecer sus economías.
"Caracas acoge el ´Foro Parlamentario Mundial Antifascista´", ¿Y quién los enfrenta a ellos?
"Jean Mendoza, dirigente sindical de los trabajadores madereros de la empresa transnacional MASISA, secretario general de SITRAEMAS, ha sido convocado nuevamente bajo la condición de acusado por presunta "promoción o incitación al odio", para la realización del juicio oral y público que se lleva en el Tribunal Primero en Funciones de Juicio, Extensión Territorial Puerto Ordaz, fijado para el día 11 de noviembre del año en curso (próximo lunes, en horas de la mañana).
La acusación contra Jean Mendoza proviene de la gerencia de la transnacional maderera chilena MASISA, quien comenzó a inculparlo de "promoción e instigación al odio" a raíz de sus reclamos laborales en nombre de sus compañeros trabajadores y sus actividades sindicales… …El caso llama particularmente la atención porque (de acuerdo a la visión del sector sindical) es el capital privado, una transnacional que explota mano de obra venezolana por bajísimos salarios, quien en perjuicio de los derechos de los trabajadores, hace uso de una herramienta represiva como la llamada "Ley Contra el Odio", que fue aprobada por la Constituyente del gobierno de Nicolás Maduro y el PSUV en 1917, y desde entonces ha sido aplicada por el gobierno para acusar y sancionar a numerosos dirigentes y activistas sindicales en el país.", en: Tribunal venezolano le abre juicio porque la transnacional MASISA le acusa de "promoción o instigación al odio" https://www.aporrea.org/imprime/n398168.html
La hipocresía es la base de la gran publicidad. Si quieres vender un producto de limpieza que no limpia tienes que llamarlo Superman, Axión, Ajax; si quieres hacer la guerra llámala "paz"; si quieres fomentar el odio haz una ley contra el odio; y si quieres aplicar medidas fascistas de control social, organiza un evento en contra del fascismo; es simple, se debe utilizar la psicología inversa.
En el momento de más "crecimiento económico", se despliegan más medidas represivas y de control a la masa obrera, y justo entonces el gobierno de maduro organiza un evento antifascista, para denunciar hipócritamente a gobiernos de derecha y al imperialismo yanqui. El momento de más "crecimiento económico" es justo cuando los sueldos están bajos, cuando el costo de la mano de obra, que produce la plusvalía, es el más barato, porque la ganancia de los capitalistas depende de eso, la competencia entre capitalistas depende de eso, es el momento cuando se está explotando de forma integral al que menos tiene y puede, porque apenas puede alimentarse y costear medicinas y satisfacer necesidades básicas de aseo, vestido, educación, etc.
Las redes sociales se ocuparon de calumniar al país de maduro pero, ahora, a través de ellas, el capitalismo y maduro se ocupan de disimular, con imágenes de felicidad, paz y orden, el malestar, la desigualdad, el hambre y las necesidades de los trabajadores y los más pobres, que son la mayoría de los habitantes. Las denuncias de los trabajadores son desestimadas y calificadas de odio, de conspiración, los gremios son llamados agentes del imperialismo. Según Diosdado vivimos en un país acechado por conspiradores que buscan la violencia, mientras son ellos los que la promueven con su hipocresía, alimentando la avaricia de Fedecámaras, burlando las conquistas laborales, exportando la proteína que necesitamos aquí, para abaratar su costo y alimentar a los que menos tienen. La violencia de la injusticia genera malestar, el malestar protestas y el fascismo represión y control social policial y militar. Es la lógica del capital.
Las ideas subjetivas, difusas y acomodaticias que tiene este gobierno del fascismo no se pueden definir en una verdadera ley, lo mismo pasa con el odio. ¿Por qué los insultos y calumnias de Maduro contra sus enemigos no son calificados de odio y los reclamos de los trabajadores sí, por un pírrico tribunal, al servicio de la empresa privada y de los sombríos intereses del gobierno? Hipocresía de falsos socialistas, de perdedores desesperados.
VOLVAMOS A ACERCARNOS A LA VERDAD, VOLVAMOS A CHÁVEZ