Hace poco hice una canción que decía: "lo hecho, hecho está, pero si se repite el hecho hay algo personal. Te quedás sin nada, pero en paz, o salís de nuevo a caminar". La traigo a colación para hablar con analogía del reconocimiento de los hechos que posibilitan a Maduro, sostenerse en el poder y el obvio proceso violento para cambiarlo.
El gobierno y el Estado de Venezuela en su conjunto, es un hecho histórico capitalista que solamente se puede, también históricamente negar, con la implementación de un nuevo Estado y un nuevo gobierno, que transite a una nueva forma y contenido que supere el capitalismo.
Esos procesos en el marco de las teorías políticas relativas al poder, de Marx o Maquiavelo, solo se pueden justificar con acciones políticas violentas, tanto para modificarlo como para sostenerlo.
Tal es así que, si hablamos de mantener el poder, para Maduro "el fin justifica los medios", está admitido históricamente pues, ese es el sistema que este gobierno defiende.
Por su parte, hablar de la toma del poder por la vía revolucionaria, como lo hizo Chávez, no se logra con sugerirle a Maduro que vuelva al socialismo ni, solamente con invocar al espíritu de Chávez.
Ya está históricamente comprobado en Venezuela con Bolívar y Chávez, en Cuba con el Ché, Fidel y otros, en Nicaragua con el sandinismo y Daniel Ortega; bueno, como dije en la canción, te quedás sin nada, pero en paz, o salís de nuevo a caminar.
Porque, hablar de cambios sin hacer nada es pura demagogia, que es lo mismo o parecido, a desear que las cosas cambien a la pura verga, sin asumir compromisos prácticos, Uds. dicen: los deseos no empreñan.
O, salir de nuevo a caminar, como lo hizo Chávez que recorrió de ciudad en ciudad, visitó casi mil parroquias en dos años, en la trokita llena de plátanos para comer en el camino y con megáfono al aire difundiendo esperanzas por donde pasaba en todo el país. Eso fue más personal que las redes sociales.
Esa fue una revolución bonita, vigorosa y muy humana.