En el contexto actual de Venezuela, es importante hacer un análisis claro y marcado sobre las claras diferencias que hay entre los modelos de gobierno del Chavismo y el Madurismo, para poder entender esto tenemos que comenzar diciendo que el chavismo es un movimiento social fundado por Hugo Chávez Frías, que se caracteriza por su enfoque en la inclusión social, la lucha contra la pobreza y el nacionalismo. Durante su mandato (1999-2013), Chávez implementó una serie de políticas sociales conocidas como "misiones", que buscaban atender las necesidades básicas de la población, como salud y educación. Su discurso era populista y se centraba en la construcción de un "socialismo del siglo XXI", promoviendo una fuerte conexión con las masas y un rechazo abierto al imperialismo, especialmente el estadounidense.
Por otro lado, el Madurismo, que surge tras la muerte de Chávez y bajo la presidencia de Nicolás Maduro (2013-presente), ha mostrado un enfoque más autoritario y represivo. Mientras que Chávez mantenía un carisma personal y buscaba legitimidad a través del apoyo popular, Maduro ha enfrentado crecientes críticas tanto internas como externas por su manejo de la crisis económica y social. Las políticas económicas bajo su gobierno han sido más pragmáticas, incluyendo medidas que se apartan del modelo socialista original, como la apertura a inversiones privadas en medio de una hiperinflación devastadora.
En términos de gobernanza, el Chavismo enfatizaba la participación popular y la movilización social, mientras que el Madurismo ha recurrido a tácticas de control político más severas, incluyendo la represión de opositores políticos y la presunta manipulación de elecciones. Esta evolución ha llevado a una fragmentación dentro del mismo movimiento bolivariano, donde algunos sectores aún abogan por los ideales originales del chavismo.