La existencia es lo que hacemos desde que estamos, es lo que se ha ido construyendo, edificando, procesando en la realidad desde el mito, la magia, la religión, la filosofía, la ciencia, la tecnología, y diciendo más, puesto que los abarca a todos estos pensamientos, la mística y la cuántica, que es lo que en apariencia se ha sostenido que hay, y también lo que es regular y coherente que se exprese, lo que no hay. Es lo menos que se puede pergeñar cuando hay criterios encontrados, desde que se estableció la comunicación y nos han trasmitido durante milenios; incluso antes de que el tiempo fuera, por las tradiciones milenarias, distintas a las que estamos acostumbrados por las ideas y pensamientos del sistema imperante en tiempo y espacio, asumiendo las formas y el fondo en que se expresa la materia, o sea, en la superficie desde las profundidades donde anida el ser. Es lo agregado, lo que tomamos de la naturaleza donde medramos, a la vez que imitamos y nos convertimos los unos y los otros, en cuanto vamos aprendiendo y aprehendiendo, por que creemos y creamos tales alternativas, sin dejar de pensar que pudiera haber algo más, siendo que somos nosotros mismos quienes nos manifestamos sobre las cosas entre apetencias y expectativas a la vez.
Mientras esto pasa transformando lo de afuera, porque todo surge desde adentro, es decir lo primero es lo que está, y es en esencia lo que somos, lo otro es la búsqueda que se emprende, a veces desesperada por hallar la identidad, como individualidad y como especie humana. Lo que nos permite ir aclarando la manera que vamos eligiendo para existir. Acaso no vamos errando del asombro, a las preguntas sobre lo que hay, sin que tengamos las respuestas definitivas que esperamos ilusionados. Lo que sí sobran son las muchas dudas, siendo lo permanente, porque se insiste en resolver los problemas, y por tanto permanecen. Lo ideal sería disolverlos, para que desaparecieran de nuestras vidas, y seguir tratando de alcanzar las posibilidades de la existencia como experiencia. A la pregunta en dónde, pues aquí mismo donde estamos ahora, siendo presencia real de lo presente, mientras todo pasa y acontece producto de los sentidos, de lo que se esperaría también fuera una realidad, en cambio es pura ilusión, sueño que se desvanece como las tendencias, al considerarlo como algo que hay en la realidad del todo y que con mística y con cuántica, resumimos por ahora lo que somos como la misma entidad, sin obviar las infinitas posibilidades de manifestación entre niveles, planos y dimensiones, donde transcurre lo que está y es perpetuo. Téngase presente que al emerger de la matriz que nos dio luz para atravesar las tinieblas, lo que se viene expresando en ideas, pensamientos, conocimientos, saberes. Es el acumulado de las narrativas en epistemes e historias humanas, culturales, naturales, que la gente volcada en las sociedades, desde tiempos atrás, ha recorrido espacios. Son esos espíritus, las almas, las mentes, los cuerpos, esos organismos vivos, en los cuales encarnan, y llegado el momento juntados, siendo sujeto, verbo y predicado, volver a la fuente.
Tales son las reflexiones que vengo sosteniendo y que comparto aquí con todos y todas, para que además de abarcar el increíble, profundo, amplio y sistemático intento, y, que se expresa desde la única y posible inteligencia, conjugada en lo que llevamos como especie trascendente en cada expresión del ser y su existencia. Es lo complejo para digerir con argumentos que no pueden alcanzar a exponer lo que lo integra todo desde los elementos esbozados para su comprensión cohesiva. Hablamos de la unicidad de criterios, desde la conciencia manifiesta, porque solo ella es capaz de hacerlo, abarcando todo, es decir, la realidad como la totalidad de lo que es real. De modo que es llegar a expresar lo que ya las tradiciones místicas, espirituales y filosóficas, han interpretado, que ahora con la cuántica como legado como si del alfa y omega se tratara, dada la conexión que existe entre lo que hay y lo que no hay, es decir, entre el vacío y la nada, o viceversa. En esa interconexión desde lo profundo, y que encuentra eco en lo físico manifiesto desde la partícula infinitesimal en conexión a las infinitas maneras de desafiar las leyes clásicas de la propia naturaleza de la singularidad. Y porque es holística como idea de los sistemas y sus propiedades, que analizamos como conjunto además de sus partes, todo interconectado pues cada parte es el todo. Tengamos en cuenta que, al darse a luz, salimos de las tinieblas como conceptos de coexistencia, que sugieren desde las religiones el dualismo, es decir, la coexistencia entre fuerzas opuestas, bien y el mal, luz y oscuridad, arriba y abajo, ya abarcado por el zoroastrismo, donde se creyó en la lucha eterna entre Ashura Mazda, y Angra Mainyu respectivamente.
Otra cosa diría Carl Jung desde la psicología, el shadow self o yo sombra, como partes de nosotros mismos, reprimidas o desconocidas, y que sugiere aceptar y comprender como partes esencial para la totalidad en el crecimiento personal. Podrían deberse a la experiencia de la existencia humana, donde logramos combinar cuerpo y alma en un organismo viviente que experimenta el mundo a través de la conciencia universal e individual, siendo tema central en filosofía y religión. En Occidente se parte del dualismo de Descartes con su división mente y cuerpo, donde sugiere que la mente es la sede de la conciencia y la identidad, que sería encapsulado en el alma. Mientras que por contraste el monismo sostiene que solo hay una sustancia fundamental, pues mente y cuerpo no son entidades separadas, sino manifestaciones diferentes de la misma realidad. A esto se le ha agregado la ciencia y la tecnología moderna, proporcionándonos los instrumentos y herramientas adecuadas para explorar y comprender nuestra existencia de distintas maneras, antes inimaginables, y hoy gracias a lo que se considera como inteligencia artificial y la big data, permiten descubrir patrones antes invisibles, y proporcionan nuevas perspectivas de una realidad desde nuestra posición en ella. Creemos que lo que se esboza consiste en integrar, en conectar, en juntar los elementos de las narrativas y hechas coherentes en el enfoque considerado, sean las dimensiones apropiadas a la experiencia de la existencia humana, habiendo por su partes las propuestas de la narrativa personal, donde cada individuo construye desde sí mismo en lo personal, a partir de sus conocimientos, saberes y creencias, y como tal narrativa es síntesis de los aspectos acuñados en la vida.
Para ello hay perspectivas interdisciplinarias para el abordaje de las preguntas desde múltiples saberes filosóficos, científicos, artísticos y teológicos, que proporcionan las visiones ricas y completas de lo universal y cósmico y complejo de la existencia. De eso se trata, o puede que, de otra cosa, eso queda al criterio de cada quien y cada cual. Por mi parte solo aúno desde mi búsqueda con la capacidad que he ido logrando para conectar con conceptos y argumentos de diversa índole, es lo que refleja una mente curiosa y expansiva, pero además, tratando en lo posible de no dejarme atrapar por los dogmas y el pragmatismo que son prácticas de quienes quieren mantenernos encorsetados desde ideas prefabricadas como la ilusión que se fabrica por los sentidos, y nos atrapan en las trampas a su antojo, que es nada más y nada menos que como se ha vivido hasta hoy en una existencia que no ahonda en la esencia sino en la apariencia. Por eso expreso que tú lo crees y tú creas tu propia realidad, si despiertas y te haces cargo de ti mismo y profundizas desde tus propias reflexiones, y te das cuenta, vivirás en la compañía fascinante de este viaje de descubrimientos personales y totales de la propia conciencia, lo cual te dará más libertad y sosiego, la paz y el equilibrio que lleva a la armonía total.