"El perdón de las ofensas corresponde al ofendido,
pero el que hace el mal no perdona nunca"
John Dryden
El imperialismo ha aplicado en Cuba, todos los métodos posibles para acabar, con la revolución, pero el eterno guía, el comandante Fidel Castro Ruz, uno de los mejores alumnos del prócer de la independencia cubana, José Martí, al seguir su pensamiento convirtió a su pueblo, en un verdadero batallón, curtido de los conocimientos necesarios para enfrentar a cuanto enemigo van apareciendo en el camino y hasta los momentos, ahí está la herencia dejada por el comandante: un pueblo aguerrido, valiente, que no renuncia a la defensa de su patria, pero el empeño del imperialismo en ningún momento cesa, hasta llegar a utilizar los nombres de sus mártires, como bandera y medio de difusión para seguir descargando sus cloacas verbales, como sucedió al crear la radio Martí, pero ni aun así, han podido acabar con la dignidad y la soberanía de Cuba socialista
Ahora, su objetivo inmediato es destruir el proceso bolivariano, a como dé lugar. Se han paseado por todas las vilezas posibles, desde el golpe de estado del 2002, hasta los pedimentos de invasión por parte de la inhabilitada, María Corina; pero, además se han presentado intentos reales de invasión, abortados en el preciso momento de su expansión, pero han quedado grabados, como pruebas irrefutables del peligro de cuanto gobierno se instala en la Casa Blanca, ya que, inmediatamente se convierte en un motor impulsor para seguir atentando en contra de la soberanía del pueblo venezolano. Cualquier candidato sea demócrata o republicano, tiene que someterse a las directrices de las grandes corporaciones para cumplir, con su primera obligación, como presidente: tratar de mantener la que parecía invulnerable, la hegemonía de los Estados Unidos.
Los fracasos y frustraciones del imperialismo y sus títeres en Venezuela, podrían servir para un exitoso libreto para un filme de esos, que nos tiene acostumbrado el cada día más sofisticado y penetrante poder mediático del imperialismo, cuando todo es a su favor, pero en las actuales circunstancias, que por donde se asoman son descubiertos y desenmascarados, se ven en la obligación de modificar el método para seguir intentando, pero por más inventos y manipulaciones de la mente del ser humano, casi siempre –para no decir siempre – recurren a las tácticas del pasado, pensando en la inocencia y olvido de los usuarios, antes la apabullante penetración de las redes en un porcentaje muy alto de la población, el cual parece estar indefenso por el embelesamiento al cual es sometido.
Sí, después del triunfo de la revolución cubana, el imperialismo al darse cuenta, que por la vía de las armas apoderarse de Cuba, parece una misión, casi que imposible, entonces profundizaron la acción por demás criminal, como es el bloqueo, desde el mismo momento del pueblo sacudirse el yugo impuesto, para cerrar cualquier alternativa posible y tratar de rendir a un pueblo por hambre. Esa misma acción por demás perversa del cerco y a la vez, ofendiendo el pensamiento y la memoria del Libertador Simón Bolívar, cuando aprueban en el congreso la ley "Bolívar" el cual lleva ribetes de burla, apareada en un vulgar chantaje de castigar a todo aquel, sea empresa o persona, que se le ocurra entrar en alguna relación comercial, que pueda favorecer o permita al gobierno venezolano cubrir en parte las necesidades del pueblo.
Nada de esto, es nuevo, pero ahora tiene una connotación especial, ya que, al profundizar el bloqueo, para tratar de frenar a una economía, el cual se había mantenido paralizada, y en estos momentos, cuando empieza a respirar con cierta libertad, después de los miles de ataques por parte de los gobiernos de USA y de alguna manera le había dado buenos resultados; pero en estos momentos el anuncio es con bombos y platillos para tratar de meterle –como dijo el presidente Nicolás Maduro– casquillo al pueblo, el cual en el argot popular significa: miedo, terror y lo que es más grave, frenar las buenas relaciones comerciales en medio de un mundo cambiante, el cual reclama la colaboración inmediata entre naciones. El cinismo y la desfachatez del imperialismo y los gobiernos gringos, no tienen límites, porque en este momento, pretenden utilizar la ley para darle alas al derrotado, Edmundo González y a su niñera política, quien copió el cinismo, porque lo de villana parece algo natural al aplaudir el anuncio de la ley Bolívar, como si está celebrando un cumpleaños. Pero, le seguimos repitiendo ¡No volverán! Ni repartiendo besitos de coco, con su cafecito mañanero colado.
Narciso Torrealba
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