La costumbre en una década, encima del aprovechamiento de la fe, la inocencia, la sencillez, la humildad de una porción popular que ante tal adversidad hoy padece de una condición obsesiva, derivada de un plan de laboratorio de ingeniería social confabulada en las altas esferas del poder nacional e internacional, que siguen jugando al gato y al ratón; pero solo es eso, un juego de poder en la que usan a los pueblos y sus recursos de juguete para el usufructo.
Por la agonía filosófica de no lograr justificar la felonía a la propuesta insurrecta del 92, ante tanta desidia y negligencia evidente en la decadencia de la calidad de vida de los venezolanos, se suman además, como seres conocedores de los procesos históricos a hacer pronóstico y predicciones de lo que ha de ocurrir los venideros días, para las tomas de posesiones en Venezuela y Estados Unidos y, en nombre de esa práctica cíclica de la historia no entra la posibilidad de escapatoria alguna al reconocimiento de un verdadero proceso emancipatorio, lo que significa cederles el poder a las grandes trasnacionales sea quien fuere tomase el poder. Por ello esos filósofos afirman que no va a ocurrir nada ni el 10 ni el 20 ya está todo pactado.
Lo que alienta a la adhesión de los que en su "inocencia" desconocen el trasfondo de tal toma de posesiones es la "revolución" un término que ante sus prácticas quedó hueco. Lo importante para ésta porción es tener la barriga llena y el corazón contento, no importando con que se llena; ni cómo la llena; tampoco importa qué circo le presenta el poder de ambos bandos showseros parcializados, con tal y les llegue los remanentes, que contribuya a no sucumbir, lo demás está "normal" (gran miopía social).
Lo que si es cierto es que ya no convocan ni a sus propias familias, ahora van a elegir a los jueces de paz para hacerse del poder judicial y condenar a todo aquella disidencia comunal que entorpezca sus apetencias politiqueras; por supuesto entre ellos mismo y tal como fundamentalistas religiosos van quedando solos en esos grupúsculos añejados de argumentaciones boñigas que demuestran, cada vez más, la terrible condición patológica que padecen convertida en un morbo oficial que conlleva a estados de inercia esquizofrénica que para nada contribuye al crecimiento ni económico, ni político, ni cultural, mucho menos jurídico; han encasillado al pueblo en la miseria de una vida restringida a un estado de pereza física, mental, emocional y espiritual a sus intereses y anchas.
Los mismos quiénes son miembros de ubch, también manejan el clap, también son consejos comunales y también se reelegirán como jueces de paz, figura establecida desde la aprobación de la constitución en su artículo 258 que han denigrado durante 25 años del ejercicio del poder de gobierno, hoy la usan como herramienta de judicialización política, pero por si fuera poco, ocurre además que muchos de éstos personeros ocupan cargos 99 en la administración pública y la mayoría no tiene ningún compromiso social con el país, desde sus trincheras de micropoder imitan a sus líderes en usufructo de éste, sólo pónganme donde hay; se pagan y se dan el vuelto en nombre del pueblo y, aquí no pasa nada, porque todo lo que ocurre seguirá siendo culpa del terrorismo extremista, pitiyanki, proimperialista, mientras ellos, en la superestructura de ambos sectores, continúan en una vida opulenta llenando las cuentas de sus testaferros.
Y es verdaderamente contraproducente el grotesco papel de éstos especímenes que deben cumplir quiénes acometen dichos delitos de testaferros, éstas cúpulas rogando para que no se les vaya con la cabuya en la pata y con el erario público. Eso no importa, tampoco para los altos niveles del poder, eso no es un delito, ese es el derecho que ellos se abrogan por el supuesto de haber sido "elegidos" para pactar con los grandes mercaderes del mundo en nombre de la izquierda, de la revolución, del socialismo, es una masificación endémica.
Es posible que esa porción de pueblo, que no representa al pueblo venezolano, se creó el arquetipo ante esa fabricación de automatismo social, y pueda concebir que dichos personeros cupulares almuerzan arvejas duras todos los días como verdaderos revolucionarios que son, sus situaciones inertes no les genera la capacidad de discernimiento de los derechos y deberes que poseen para hacer de Venezuela un gran país…¡ que boñiga!