"No debemos permitir que nos provoquen
aquellos que pretenden negarnos la libertad
por la que estamos entregando la vida"
Nelson Mandela
El gobierno de los Estados Unidos, se encuentra disparándole sanciones al presidente Nicolás Maduro y sus colaboradores, pero entre más oprime el gatillo, se encuentra con un blanco escurridizo, lo que encoleriza a los guapetones imperialistas, cuando ven pasar el tiempo, y no consiguen la fórmula para acabar definitivamente con el proyecto bolivariano, para caer en una peligrosa frustración y desesperación, porque no pueden acorralar, como si fueran unos mansos corderitos, listos para sacrificar a un pueblo decidido a luchar y vencer. Las medidas que han venido aplicando, son propias de los que no tienen razón, pero siguen insistiendo para ver, si los sancionados caen en las provocaciones. Sin embargo, con estos tocados mentales hay que tener mucho cuidado, ya que, no es la primera vez, que toman caminos desviados y pruebas hay suficiente.
Las sanciones de estos "dueños" del mundo han tomado asomos de comicidad y revancha ciega al no ver al pueblo venezolano claudicar. Si, le preguntamos alguno de los funcionarios encargados de estas medias del cargo que ocupa, Daniela Cabello Contreras, es casi seguro que busque ayuda, con los ojos encendidos y desorbitados para responder, ya que, tomaron la decisión de sancionarla, con solamente ver el apellido Cabello, sin conocer absolutamente nada de la Agencia de Promoción de Exportaciones de Venezuela (APEV) al cual fue responsabilizada por el presidente Maduro. Estas decisiones llenas de odio son tan descabelladas, como seguir apoyando a cuanto terrorista se ofrece para desestabilizar, pero poco les importante, porque esa es parte de su manera de tratar a los que se resisten, enseñarles el látigo y por eso aplican las sanciones a granel.
Estas medidas coercitivas no son nada nuevo, pero no dejan de ser criminales en medio del bloqueo, saboteo y la intimidación, el cual siguen aplaudiendo lo más rancio de la oposición venezolana, como si se han ganado un premio de la lotería. Las expresiones de la María Corina, ya no alarman, porque son las reacciones de una auténtica arrastrada y totalmente plegada a los más oscuros intereses de los encargados de aplicar todo lo que esté a su alcance, con tal de ver rendir a un pueblo noble y trabajador, el cual ha escogido su propio destino con dignidad en defensa de la herencia dejada por el Libertador Simón Bolívar y rescatada por el comandante Chávez y su valiente alumno, Nicolás Maduro, como es la soberanía.
Por algo un refrán muy popular dice: ¡No hay mal, que por bien no venga! Porque dentro de todo lo malo y criminal de las sanciones, nos deja un mensaje muy claro, sobre el estado de frustración y anarquía por el cual está pasando el gobierno de los Estados Unidos; no consiguen como frenar la libertad de los pueblos y por eso siguen con el mismo formato de años atrás, inmiscuirse directamente en los problemas internos de naciones, el cual no se les arrodillan; la otra solución es la que ha pedido a gritos la inhabilitada María Corina ¡la invasión! pero antes un pueblo y gobierno sabio con una experiencia acumulada producto de situación creada por el mismo enemigo, el cual quiere resolver todo por la fuerza, se les hace muy difícil pisar tierra venezolana hasta convertirla en una colonia gringa.
Las sanciones, provocaciones, intimidaciones y acciones violentas, con saldo de muertos y heridos, han estado presente, desde el mismo momento de llegar el comandante Chávez al poder, pero la respuesta ha sido de inmediato de manera firme y decidida. Aun en los peores momentos, como fue la etapa traumática de la pandemia del Covid-19, cuando no hubo un momento de tregua, por parte de una jauría dirigida por Donald Trump, en complicidad con los dirigentes de la oposición, quienes se dieron a la tarea de proclamar a un farsante, como presidente interino, el cual se encuentra hospedado en el propio nido de las víboras en los Estados Unidos, creado exclusivamente para estos personajes tan perversos y macabros, como la María Corina, y el no menos peligroso de Edmundo González, quien de la noche a la mañana apareció haciendo el vergonzoso papel del propio sigüís, después de actuar, como un asesino en el Salvador. Con ese prontuario fue el candidato de la inhabilitada y héroe del presidente español.