Con profundo malestar y con asombro, podemos observar como en
conversaciones, a diferentes niveles, muchos abogados, profesores
universitarios, gran cantidad de periodistas genuflexos, y en sí como
algunos comunicadores, cometen y dicen frases o palabras, que implican
una gran ignorancia.
Lo primero que debemos aclarar, es como varios de estos personeros, ya
señalados, se refieren a los americanos cuando tratan de decir algo de
los gringos opresores.
En la televisión encontramos a comunicadores de renombre hablando de
la embajada americana, el ejército americano, de los agresores
americanos, todo para hablar mal de los yanquis.
Quieren agredir a esos invasores, pero le dan el poder de América. Es
necesario entender que América es un continente, con 35 países, en tal
sentido ningún país puede abrogarse el poder de América. Los del
norte, pueden llamarse gringos, yanquis, criminales imperialistas,
norteamericanos, estadounidenses, dominadores del mundo, y otros
epítetos. De modo que, a partir de ahora, no es posible que nuestra
gente, brillante muchos de ellos, llame a los poderosos y criminales
del mundo, con el nombre de americanos. Basta ya, al poder agresivo
del norte no debemos, ni podemos llamarlos nunca más americanos. ¿Solo nos resta preguntarnos, si continuamos así, cómo deberíamos llamarnos nosotros
que conformamos los otros 34 países restantes?
Encontramos como estos renombrados personeros, tienen la manía de
hablar o decir, al señalar cierta cantidad: ¨TODO EL MUNDO¨, esto no
es posible, debe ser eliminado de nuestras conversaciones, la idea de
esa nefasta y perversa frase. Entendamos, mucha gente dice tonterías,
otra gente habla estupideces, algunos agreden hablando. Sin embargo,
es imposible decir ¨Todo el mundo odia a Maduro¨, esto es un error y
además una gran mentira. Sabemos que mucha gente puede rechazar a
Maduro, pero el problema es que el pueblo eligió a Maduro como
presidente, de modo que el 10 de enero juramentaran a Maduro como
presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela.
También encontramos el abuso e ignorancia de gente con estudio, para
quienes la Política es sucia y negativa. Con asombro observamos como
diputados, que se hacen llamar socialistas, otros conocidos de
oposición, con el atavismo del poder adeco-copeyano, con una educación
lamentable, confunden Política, con militancia partidista.
El vicio del pasado, donde militar en esos partidos estafadores ha
quedado impregnado, cuesta olvidar esas maléficas enseñanzas. Lo
importante es entender, es bueno precisar, que la Política es una
ciencia, una disciplina que debemos asumir. Ser político es más
difícil que ser administrador, contador público, periodista,
ingeniero, abogado. De ahí que es urgente que el pueblo sea político,
en aras de engrandecer, de exaltar su cosmovisión y visión de la vida.
Esperamos que ahora, nunca más, confundamos militancia partidista, con
lo que enseñan los grandes teóricos: se es un político o se es una
bestia del camino.
Finalmente, encontramos que una profesión tan elemental como la del
periodismo, tuvo tanto poder en el pasado, al extremo de llegar a
llamarse el Cuarto Poder. Con el agravante que tenían cuotas de poder
en el Parlamento.
Vemos como esta gente tiene el tupé de hablar de verdades, cuando en
el fondo son puros tarifados, cobradores de coimas. Hay unos,
verdaderamente profesionales, en estas actividades. Verdaderos
arrodillados ante el poder del dinero y su llamada proyección nacional e
internacional.
Estos llamados profesionales se jactan de tener conocimientos, pero
desconocen el pasado reciente, de ahí que olvidan las atrocidades
cometidas, por la llamada cuarta República. Su voracidad los lleva a
pregonar análisis sin fundamento, sin pies ni cabeza. Leemos, algunas
de sus atrocidades: el 93% de la población rechaza a Maduro; el 85%
del estamento militar cree que es necesario invadir a Venezuela para
salir de la dictadura. Han llegado al extremo de asegurar, con cifras
chimbas, que hay más de 2.500 menores de edad, bachilleres sin
trabajo, y en sí, pueblo con hambre quienes
fueron detenidos por protestar durante los días 29 y 30 de julio,
después de las elecciones donde resultó electo Maduro, como
presidente. De modo que los 27 muertos, generados por los comanditos
de la Sayona, no es verdad. El dineral gastado en muchos jóvenes para
que asaltaran el país es falso. Con el agravante que algunos de ellos,
de los llamados comunicadores, haciendo alarde de su fantasía, alegan
que hubo fraude y el ganador es un estafador, acusado de crímenes en
El Salvador,
pupilo de la Sayona, con más del 70% de los votos. Esta es la visión
de estos periodistas, reconocidos por su llamada verdad y objetividad, quienes
como la Papo, la Patricia Poleo, aseguran que todo es verdad, ya que
ella es Licenciada en Periodismo y siempre tiene la verdad por
delante.
Sin duda esta carrera debería ser eliminada como carrera
universitaria, De no ser que neguemos como una gran prensa mercenaria,
demagógica, corrupta y cínica, crea un público vil como ella misma.
Debemos reflexionar y rechazar a esos estafadores que hacen tanto daño a
la sociedad. La patria así lo exige. El pueblo venezolano no se
detiene en su lucha por el Socialismo.
Es urgente buscar más frases, más palabras que perturban las
conversaciones y crean mucha discordia. Seguiremos el camino en busca
de la verdad. La patria nos llama a ser libres y la comunicación, con
sabiduría nos engrandece. Si Podemos.