Tal como ya lo señalé en mi último artículo del 2024, el año 2025 "se perfila como un año crucial en la historia de nuestra Patria, marcado fundamentalmente por la juramentación del presidente Nicolás Maduro. Este evento no solo simboliza la continuidad de un liderazgo comprometido con la defensa de la soberanía de la Nación y el bienestar del pueblo venezolano, sino que también representa un acto fundamental en el marco constitucional del país, que se afinca en la Constitución de la República y en la voluntad de la conciencia de millones de venezolanos y venezolanas".
Ahora bien, ya vamos rumbo a la juramentación y en este abrir de caminos del nuevo año, nuestras voces deben vibrar en un canto de esperanza y amor por Venezuela. Que el 2025 sea un faro que ilumine nuestros horizontes, un año de renacimiento donde los sueños de revolución y prosperidad florezcan en cada rincón de nuestra amada Patria.
Venezuela, tierra de humildad y belleza infinita, con sus montañas y sus ríos, guardan la memoria de un pueblo valiente que ha sabido resistir, batallar y vencer en cada amanecer. No olvidemos nunca la fuerza de nuestros antepasados y la valentía de nuestro pueblo. Que este nuevo ciclo nos brinde la oportunidad de reconstruir juntos el futuro que merecemos, un futuro donde la paz sea el legado que dejemos a las generaciones venideras.
Que los corazones de las venezolanas y venezolanos que estamos aquí, y los dispersos por el mundo, se unan en un abrazo solidario y de lealtad. Que cada lágrima derramada se convierta en semilla de esperanza, y que cada paso dado hacia adelante sea un acto de amor por nuestra Patria. Que nunca olvidemos la belleza y grandeza de nuestro ser y la fuerza que reside en nuestra unidad.
Que las primeras palabras de este 2025 estén llenas de contenido, de oportunidades, donde la dignidad y el respeto florezcan en cada familia Que el amor por Venezuela nos inspire a ser mejores seres humanos, a trabajar incansablemente por un país donde todos tengan voz y donde el futuro brille con la luz de la esperanza.
Recordemos que desde su primera elección en 2013, Nicolás Maduro ha enfrentado una serie de desafíos que han puesto a prueba de fuego su liderazgo. La oposición, junto con gobiernos extranjeros y diversas organizaciones internacionales, han cuestionado la transparencia y la legalidad de las elecciones en las que ha participado. Sin embargo, Maduro los ha vencido y ha demostrado ser un líder y un estadista de gran calibre, con nervios de acero; de allí que es crucial entender que la juramentación no es solo un simple formalismo sino que es un acto político y constitucional que reafirma la soberanía plena de nuestra Nación. En términos constitucionales, la juramentación de un presidente es el momento en el que se establece oficialmente su mandato. Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el presidente electo debe tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo que simboliza su compromiso de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes del país. En este sentido, la juramentación de Nicolás Maduro es un acto que reafirma su autoridad y su interpretación del marco legal vigente.
Feliz Año 2025, gente del Táchira, gente de Venezuela. Que este año nuevo sea el comienzo de un viaje hacia la sanación, la unidad y la consolidación revolucionaria. Siempre con nuestra Patria, con el corazón lleno de fe y amor por esta tierra. Espero que este año pueda seguir contando con todos mis lectores y lectoras y me apoyen en los proyectos políticos que tengo. Así que cuento contigo.