La historia de nuestros días revela como la República Bolívariana de Venezuela ha sido acechada por el imperialismo estadounidense, observamos cómo la crueldad y la criminalidad del fascismo agreden al pueblo bajo la anuencia de la ultraderecha apátrida.
Hay una guerra no convencional, desplegada en el país que se traduce en boicot, acaparamiento, contrabando, usurería, estafa y cuatro hojas más de etcétera. Por ejemplo, son apreciables los oligopolios de los alimentos, productos farmaceuticos, entre otros rublos, que se han convertido en verdaderos cárteles criminales y han elevado exponencialmente sus márgenes de ganancia en los últimos tiempos afectando al consumidor.
A su alrededor gira una retorcida red de bachaqueo, contrabando, extorsión, secuestro, especulación y terror psicológico, estos componente están conformado por un ejército de lacayos de la desinformación y la malicia informativa del poder mediático.
Estamos es una guerra sin cuartel y sin fusiles, cuando el FMI se refiere a la inflación al desempleo y a la caída del PIB en Venezuela, lo que en realidad está ejecutando es el diseño de expectativas y un panorama económico que persiguen objetivos fundamentales:
Impedir que Venezuela pueda acceder a préstamos internacionales, instigar un clima de insolvencia y de quiebra inevitable para guiar al capital nacional y extranjero a que mantengan su estrategia de hiper especulación adaptado a los objetivos establecidos por la criminal agenda golpista.
La Guerra No Convencional que se le está imponiendo ahora mismo a Venezuela busca quebrar la moral del chavismo y desarticular la unidad Patriótica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
La historia nos enseña que no existe país que haya logrado resistir el asedio de fuerzas enemigas estando divididos el pueblo y el ejército. Hoy más que nunca el pueblo debe permanecer unido.
¡Unidad! ha sido la divisa del pueblo venezolano desde hace 500 años, que corrobora su epopeyica historia, incluyendo los pueblos de la Patria Grande, liberados del yugo colonialista por el Padre de la Patria, el Libertador Simón Bolívar.
¡Volveremos a vencer!