Hasta que punto es Real lo que ingenuamente y sin el menor reparo, importantes sectores de la población mediatizados por factores de la ultraderecha extremista, pretenden llamar Realidad?
La elaboración de la ultraderecha venezolana, de una 'Realidad" construida durante más de 25 años, sobre la base de unos supuestos negados fraudes electorales del gobierno repetidos sistemáticamente, hoy en día ha calado en la mente de más de 5 millones de personas, quienes intentaron elegir en Venezuela a un candidato presidencial desconocido y títere de la hegemonía mundial, lo que ha permitido escenificar un conato de engaño colosal, a nivel local y regional.
Hacer creer que la propia visión de una Realidad creada virtualmente es la Realidad misma, pudiera ser una peligrosa ilusión. Pero sería aún más peligrosa si se intentara explicar y organizar los procesos electorales de acuerdo con una percepción interesada de la realidad, sin importar que el país y el interés colectivo, lo desee o no.
Pero estas escenas no son nada nuevas, en absoluto. La llegada al poder de Hugo Chávez en 1999 provocó todo tipo de respuestas y ataques por parte de los centros hegemónicos mundiales. Las formas de ataque a la Revolución Bolivariana han sido constantes a lo largo de más de veinticinco años y, dada su pluralidad, se enmarcan bajo el paraguas de la Guerra Híbrida.
Como toda transformación social y política que llega para sustituir un orden anterior, máxime cuando lo hace de manera radical y revolucionaria, la Revolución Bolivariana se enfrentó, desde sus inicios, a una gran oposición interna e internacional. En el plano de la política doméstica, las tradicionales clases dominantes del país, es decir, *los apellidos*, reaccionaron, primero resignadas, luego indignadas por la emergencia del nuevo movimiento político, que les llevó a protagonizar varias intentonas de golpes de estado y hasta magnicidios.
Hoy el centro hegemónico más importante del planeta profundizó la metodología con la tecnología más sofisticada disponible. Luego de "convencer" a los electores opositores del gobierno bolivariano de Venezuela que ganarían "inevitablemente" las elecciones presidenciales a realizarse el 28 de julio de 2024, ese día, el Hacker Astra, pagado con financiamiento del centro hegemónico de occidente antes citado, intervino masivamente el sistema electoral del CNE, logrando paralizar la transmisión de datos, con el fin de crear una confusión muy bien planificada para crear una duda inducida en las filas Opositoras sobre el resultado electoral REAL.
Efectivamente, el hacker ASTRA admitió públicamente su rol en el hackeo del sistema del CNE durante las elecciones en Venezuela de 2024 que saturó los puertos de conexión y causó un grave perjuicio al sistema, retrasando la publicación de dichos resultados electorales.
A pesar de la desaceleración del sistema electrónico, se logró evitar un desarrollo completo del ataque y se pudieron anunciar los primeros resultados la misma noche del 28 de julio y los datos totales días después. No obstante, la base de datos con la información de la página web del CNE mesa por mesa, sufrió graves daños que han impedido, por ahora, su publicación.
Afortunadamente, con las Actas que fueron entregadas al Tribunal Supremo, tanto por el partido de gobierno, PSUV, como por los partidos de oposición participantes, excepto el de la MUD que apoyó a Edmundo González, se logró reconfirmar los resultados globales que dieron ganador indiscutible a Nicolás Maduro.
Sobre la base de estos hechos, resulta de vital importancia agudizar la mirada a las distintas formas modernas de la Guerra Híbrida, que permita dificultar la tarea de los modernos ThinkTanks lavadores de cerebro, quienes han pretendido, mediante técnicas avanzadas de la comunicación, intentar perpetrar una estafa colectiva en Venezuela, que diera como ganador al señor Edmundo González, un títere del hegemón y agente de la CIA, con un prontuario de asesinatos de religiosas, durante su pasantía en la embajada de Venezuela en El Salvador de la década de los 80.
Ante esta *REALIDAD*, solo queda construir un futuro mejor para Venezuela, latinoamerica y la humanidad, sobre la base del interés colectivo y de una Visión Multipolar del mundo, libre de hegemonías y de farsantes como Edmundo González y María Corina Machado.