Solicitados

Desde el principio, la oposición estaba estafando al imperio, porque todo ese financiamiento que recibían de la USAID, era porque este organismo -que es una fachada de la CIA- estaba convencido de que iban a derrocar a Hugo Chávez y acabar con el proceso que apenas estaba comenzando.

De allá surgieron los primeros actos de sabotaje. El Big Brother, que nunca fue inocente, no sólo asesoraba y financiaba, sino que comenzaron a entrenar a los "paladines" de la justicia, que actuarían en la toma de Miraflores, cuando Chávez fuera derrotado. Ese "gobierno" de oposición se "instalaría" en la Plaza Altamira, a donde se plegaron los generales disidentes y desertores, y desde donde comenzaron a financiar y organizar fábricas de instrumentos para el sabotaje y la agresión. De allí surgió el plan para incendiar una escuela llena de niños; y fue allí donde le pegaron fuego a Orlando Figuera, un joven de 24 años que murió sin saber qué delito había cometido, porque ni siquiera era chavista. A ello siguió el intento de toma del aeropuerto de La Carlota. Para entonces el conocido G4, ya estaba disfrutando de las mieles de la brutal inyección de recursos, que prometieron a Washington que Chávez estaba caído.

Como eso no ocurrió y Chávez moría de cáncer. En el ascenso de Nicolás en el 2014, surgieron dos nuevas acciones: el descargue de la arrechera de Capriles Radonski y las guarimbas, que durante tres meses ocasionaron 47 muertos y miles de millones en pérdidas. También inventaron los campamentos instalados en las urbanizaciones de la clase media venezolana, que no fueron más que antros de distribución de drogas y violación de niñas que ingenuamente estaban creyendo en ese seudoliderazgo. En más de un campamento de esos se encontraron drogas, mucho alcohol, videos pornográficos y chicas violadas. Y con el fracaso de las guarimbas, entonces la dirigencia se trasladó a Miami, para desde allí dirigir la embestida contra el gobierno venezolano, y financiar entonces a sicarios y delincuentes para que asumieran ellos el trabajo que no habían hecho ellos. Para eso el Big Brother les entregó Monómeros y Citgo, con el fin de financiar las acciones que se estaban tomando, además de los cuantiosos recursos que le entregó USAID y que ahora Trump les está cobrando. Esperamos los resultados, pero todos están solicitados y con suerte irán a la cárcel.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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