Necesitamos una buena dosis de verdad, definir los bandos ideológicos, que los que defienden la figura de Maduro se ubiquen ideológicamente delante el socialismo y Chávez, porque Maduro y Chávez representan dos posiciones ideológicas contrarias, Maduro es un reformista neoliberal, y Chávez socialista bolivariano. Maduro, torpemente, adulteró el Plan de la Patria en el 2013 original con fórmulas neoliberales, plan direccionado hacia el socialismo, para vencer la lógica del capital.
Mientras el país se empeña a las trasnacionales y al capitalismo criollo, los mercachifles del gobierno van por una "denominación de origen", "la marca país", para vender "bien" el país, colocan la mampara de las elecciones (unas tras otras) para mantener a la población mareada y distraída, a que los trabajadores se olviden de sus pesares y sus deberes de clase obrera, los viejos de las enfermedades y la muerte, y los más pobres se olviden de vencer la injusticia social con esfuerzo propio... ¡Que se venda el país como se vende una puta no hace feliz a los más pobres y a los trabajadores, complace al capitalista, al chulo y próspero capitalismo!
Chávez quiso hacer una revolución socialista para liberarnos del capitalismo chulo, de una sociedad desigual que revienta a los más pobres, a la mayoría. Pero hoy en Venezuela, desde que maduro dirije el pais, dependemos cada vez más del capitalismo, de su idiosincrasia, de su lógica, de su forma escalonada de robar y joder; hoy somos colonia del capitalismo, pero parece que esta realidad no se percibe con claridad. Por ejemplo, es una tontería pensar que sin la hegemonía del imperio ( hecho descontado) se acaba la injusticia del capitalismo.
Chávez quiso una sociedad de gente educada, consciente de su realidad, donde el individuo piense, y más allá que en sí mismo, una sociedad de productores y creadores que sean capaces de preguntarse "¿producir qué, para qué y para quién?" y no se dejen engañar con discursos, "narrativas" efectistas y hueras sobre la productividad y la "Venezuela productiva" de mercancías, y no los bienes necesarios para vivir bien. Con la excusa de superar el rentismo petrolero se privatiza toda nuestra economía, Venezuela toda es convertida en un mercado y se mercantilizan nuestras almas.
El discurso del presidente Maduro es pernicioso y manipulador, efectista, crea emociones vaciadas de razones, es un discurso hitleriano para movilizar autómatas. Nosotros queremos que la gente piense. Que sea capaz de preguntarse por qué se habla de socialismo, cuando toda la economía está orientada a enriquecer a los más ricos y empobrecer a los trabajadores y a los que menos tienen; por qué hablan de revolución cuando se profundiza la desigualdad, ¿por qué el socialismo de maduro sacrifica a los que producen la riqueza?, ¡qué esperan para quitarse la máscara y hablar con la verdad!
Esto no es una revolución, esto es un acto de cobardía frente al capitalismo y al imperio de un grupo de oportunistas, de improvisados, sin un norte claro, sin una meta clara, que no sea la de obtener ventajas personales, hay mucho de envanecimiento en cada uno de ellos, de querer una vida glamorosa, aburguesada, frente a la indigencia y los "come basura" de la calle, y el trabajador mal pagado y explotado. Lo más escandaloso es que algunos se dicen socialistas, y otros, ya se olvidaron de eso.
No aprendieron nada de Chávez. Solo lo usaron para escalar unos cuantos peldaños sociales, dejando atrás un rastro de miseria y torpezas. Hay mucha gente enferma, que muere ahora porque los servicios de salud pública están abandonados o mercantilizados, pero los "colocados", clientes del gobierno voltean hacia otro lado. Alegría a costa de la tristeza de todos. Y un ejército de jóvenes desertores de una escuela olvidada, ignorantes, buscando dólares como les enseña maduro con sus "emprendimientos" y la competencia despiadada de la Venezuela productiva, la Venezuela sin espíritu y sin propósitos elevados.
Este año habrá elecciones para escoger a los burócratas del capitalismo de maduro o elegir a oportunistas prevenidos, para servir a cualquier jefe que les pague por ser oposición. Otros no cuentan, maduro se ocupó de sacar del concurso democrático burgués a los socialistas. El socialismo, ¡Chávez!, está desterrado, y con mucha razón, de la Venezuela capitalista de Maduro y de la Venezuela de Trump. Estamos emboscados.
Hablar de "marca país" es el colmo de la traición a la humanidad, y un síntoma de la ignorancia política de muchos simpatizantes del madurismo. Venezuela mercancía, ¿para provecho de quién?, luego de responder ésto, se acaba la inocencia de esta idea publicitaria.
Hay que volver a Chávez, ahora.