Este viernes 14 de marzo del 2025, hubo una noticia desde Venezuela, que recorrió el mundo entero de manera impactante: la detención de 4 Alcaldes del Estado Zulia, presuntamente involucrados en el tráfico de drogas, como facilitadores de rutas, al servicio de narcotraficantes colombianos, para exportar sustancias ilegales y dañinas a la salud.
Por supuesto que el impacto de esta información tienen efecto ejemplarizante, demostrando los organismos de seguridad del Estado Venezolano, que no están dispuestos aceptar que el país se convierta en un camino fácil para la movilización de inmensas cantidades de drogas, desde Colombia y que acertadamente, están aplicando de que no importa "el caiga quien caiga", por eso la detención de personas electas para ocupar cargos públicos de altísimas responsabilidades éticas – administrativas.
Es bastante probable que el mundo entero, en estos momentos, aplaudan y felicitan a las autoridades policiales y judiciales venezolanas, por tan impecable operativo, con la incautación de toneladas de drogas y la detención de altos funcionarios públicos, como la manera correcta de combatir el delito de manera efectiva y contundente.
Sin embargo, en contraste con ésta evidente "eficacia judicial" del llamado operativo Catatumbo, esa situación no ocurre con unas impunidades que han sido "muy particulares" con unos casos de políticos opositores que "huyeron de Venezuela" y lograron irse tranquilamente del país, y después las autoridades venezolanas, emiten una orden de captura.
Hay unos casos emblemáticos, que se han prestado a la especulación, tales como: 1.- Leopoldo López, que se dio el lujo de pasar horas en el distribuidor Altamira (pudieron haberlo detenido) y luego dirigirse a la embajada española, 2.- la ex Fiscal General de La República, Luisa Ortega Díaz, se fue en una huida prácticamente avisada. 3.- Juan Guaidó, todo un caso descarado de impunidad, hasta que se fue cuando le dio la gana, 4.- Henrique Capriles, luego de sufrir una derrota electoral presidencial, le pidió a la población venezolana, a que salieran a "drenar la rabia", en donde hubo muertos y anda libre.
Y tenemos el caso de María Corina Machado, quien hace declaraciones enmarcadas en la traición de la patria y no le pasa nada.