¿Qué se desploma primero, en los regímenes imperiales, la economía o la vergüenza? De esto hay una milenaria historia, aunque haya sido disimulada para mantenernos bozaleados. Es decir, hay una larga historia de fábulas y patrañas -y cosas mucho peores-. Por eso esta pregunta. Si se la hiciéramos a cualquier cristiano respetable, esos que, sin importarles la discordancia, son defensores de los derechos humanos y del libre mercado; de seguro, nos mirarían con recelo.
Pero el asunto se hace más penoso cuando contemplamos el comportamiento de aquellos gobernantes y sus seguidores que, con convicción, dicen ser -como lo hace Bukele- un instrumento de Dios. Ellos asumen, casi con satisfacción, como si fuera un fenómeno natural, como el viento, la inevitabilidad del tutelaje. Ese del cual son hoy, simples capataces negreros.
Entre los dioses y ventarrones de Occidente, la humanidad ha tenido que pasar por muchísimos episodios oscuros generados por la lógica punitiva medieval que siempre ha imperado entre los "caucásicos" -así les gusta denominarse para diferenciarse de los eslavos-. Incontables guerras e invasiones han sido impulsadas por sus convicciones supremacistas. De ello no escapan ni sus filósofos. Hobbes promovía en Inglaterra el paradigma del natural egoísmo humano. El alemán Kant separaba a esos "caucásicos" de los indios amarillos, que tienen un ligero talento. Los negros se encuentran muy por debajo de ellos y hasta el punto más bajo se encuentra una parte de la gente americana…
Miles de millones de estos "amarillos", "negros" y "gente americana" han sido esclavizados, explotados, encarcelados y asesinados por los "valores occidentales". Esos valores los enorgullecen y los defienden con toda la parafernalia militar que poseen. Lo sucedido con los 238 venezolanos que Trump les vendió a Bukele es, como dijo "La Iguana" uno de los episodios más oscuros de la historia humana, desde la esclavitud hasta el horror de los campos de concentración nazis... Suficiente razón para... Mejor no lo digo.
