La verdad es la primera victima en una guerra y aquí en Venezuela, en la patria de Bolívar, estamos inmersos en una desde hace décadas.
Nuestra patria no ha tenido descanso desde su nacimiento hasta hoy y la verdad fue justamente la primera en ser mancillada, atropellada, secuestrada y prácticamente asesinada.
Desde los inicios de nuestra guerra contra España para independizarnos del poder imperial la verdad nos fue ocultada y así nos encontramos con que nuestros habitantes de la época colonial no tenían como saber lo que pasaba en la península y si las ordenes que aquí se imponían habían sido emanadas del gobierno de su majestad o inventadas por los representantes de ese gobierno para ser aplicadas a estos súbditos, la verdad que aquí recibían era la verdad que los amos del valle les compartían.
Bolívar intentó desbloquear la situación trayendo de contrabando, en el máximo de los secretos una imprenta y con ella fundó "El correo del Orinoco" con la intensión principal de contrarrestar las calumnias y mentiras que divulgaba el gobierno español desde la capital en la "Gaceta de Caracas". No fue una lucha fácil en ese tiempo ni lo es ahora; la verdad es algo tan etéreo a veces, que incluso lo que percibimos a través de nuestros sentidos lo enmarcamos dentro del velo de la duda o la posibilidad de que sea circunstancial y que dependa del momento o la zona en la que tengamos tal o cual percepción.
Los gobiernos y las estructuras del poder que se han posicionado y posesionado en y de nuestra actividad cotidiana y lo primero que han realizado, tanto para mantener su Status Cuo como para justificar sus acciones es monopolizar la comunicación para evitar a toda costa las verdades que les sean incomodas o contrarias.
En tiempos modernos la aparición de las redes sociales con su enorme influencia en las comunidades hace más difícil la diferenciación de "la verdad" de la mentira, independientemente del ojo del observador en el terreno; es tal la influencia de las noticias divulgadas a través de las RRSS que el público termina teniendo la percepción, incluso física, de que la verdad esta en los mensajes y no en la realidad que palpa, es decir la realidad virtual está suplantando a través de la mensajería a la realidad verdadera.
Ahora bien, ¿Qué cuesta decir la verdad? Esa pregunta es muy difícil de responder porque la divulgación o negación de la verdad depende de a quienes afecte, a quienes beneficie o contra quien se tenga que enfrentar quien la divulgue.
Venezuela está, en estos momentos, próxima a un evento electoral y ya la maquinaria de encuestas está en marcha; ya estamos acostumbrados a que la mayoría de las encuestas que hablan sobre Venezuela nos describan como el país de las tristezas, la hambruna, la persecución, la injusticia, entre otras cosas; sin embargo para mi sorpresa en estos días me llegó una encuesta que dice cosas que, para este ciudadano que aquí les escribe, describe una realidad muy parecida a la que se percibe en las calles.
Esta encuesta asegura, según su muestra, que el 72% de los encuestados utilizan a las redes sociales para obtener información en general, un 95% de los encuestados aseguraron tener por lo menos un familiar en el extranjero, al menos el 62% recibe bonificaciones del gobierno, un 63% expone que la situación económica del país ha mejorado con en relación a los dos últimos años, el ingreso promedio mensual de los encuestados se sitúa entre sectores que agrupan mas o menos al 20% en cada banda lo cual demuestra la diversificación de la economía de una manera bastante sectorizada, el 58% de los encuestados aseguró no recibir remesas desde el extranjero, contra un 37% que si las recibe. Y así va desglosando de una manera sencilla pero clara los diferentes puntos importantes de la actividad cotidiana del país.
Esta encuesta, fue realizada usando estrategias de penetración en redes sociales al estilo de la extinta Cambridge Analítica, usando software de espectro político, por una empresa americana radicada en California, que realiza asesorías a algunos gobernadores republicanos en los Estados Unidos de América y que cuenta con clientes en Brasil, Argentina, España, Italia y Portugal, entre otros, también hace trabajos de campo para el partido MORENA en México, donde Claudia Sheinbaum, la actual presidenta, es miembro, lo mismo que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Cuánto les costo a estos encuestadores decir la verdad? NADA, ¿Por qué? Porque no tienen alianzas ni intereses de ningún tipo que les cercenen el derecho a averiguar, indagar y exponer públicamente el resultado de sus investigaciones.
¿De donde sacaron el interés para hacer este trabajo de campo? De la inquietud de muchas personas que les pidieron intentaran saber que estaba pasando realmente en nuestro país y así poder aclarar el panorama tan turbio que les llega a través de las redes sociales y las encuestadoras de nombres rimbombantes que sólo trabajan bajo los interese de quien los contrata.
Aquí les comparto este trabajo véanlo y analícenlo. Venezuela no se detendrá sólo por lo que algunos pongan en un país, la verdad en estos tiempos convulsos de las redes sociales es fácilmente manipulable pero también tiene muchas oportunidades de salir no solo a la luz pública sino también al papel y a la pantalla.