Dolor colectivo

Ahora sí. Ahora todos quieren ganar indulgencia con escapulario ajeno. En virtud del tamaño del escándalo y de la repercusión mundial, por la venta de esclavos venezolanos a El Salvador por parte del Gobierno estadounidense, y del repudio mundial, sectores de la oposición y de unos supuestos derechos humanos, buscan por todas las vías, la voz de los medios de comunicación y de las redes sociales, para rechazar los acontecimientos y ponerse a la orden para la defensa de los detenidos. No quieren que les recuerden que ellos mismos fueron los que decían aquella despótica y fascista frase "Maduro c…´e tu madre".

Y, además, dentro de esa "bondadosa" disposición, son incapaces de denunciar que la oferta de cárcel para los esclavos venezolanos en el Cecot por parte de Nayib Bukele fue una idea de chacales venezolanos que hicieron todo por tumbar al Gobierno de Nicolás; y como no lo lograron, se fueron a asesorar bandidos. Esos venezolanos mercenarios, sin escrúpulos, sin sentimientos, sin moral, sin humanidad, pero con una desmedida ansia por el dinero, ahora asesores de Bukele, son los que le proponen que le cobre a Estados Unidos por tenerlos en la cárcel a razón de seis mil dólares por presos. Ya Bukele anunció que los llevará a trabajos forzados bajo las mismas condiciones en las que tiene a los pandilleros de Barrio 18 y Mara Salvatrucha.

Son esos venezolanos a quienes no les importa los llantos de las madres que aquí en Venezuela claman por el regreso de su hijo, cuyo único delito fue buscar mejores oportunidades en otros países, cuando, producto del bloqueo de Estados Unidos y sus aliados, tuvimos que comer mango verde con sal para calmar los rugidos del estómago.

Ninguno de estos abogados de último momento ha reconocido que el Gobierno venezolano se echó ese costal al lomo y que ha debido pagar mucho dinero en gestiones y en abogados, no solo para saber el paradero exacto de venezolanos presos en El Salvador y Guantánamo, sino para encontrar la manera de regresarlos a la patria que los vio nacer.

Es un reconocimiento, especialmente, a Nicolás, Diosdado y Delcy, y que solo un gobierno revolucionario hace. En la Cuarta República, los hubieran dejado que se murieran. Y, además, estos abogados son incapaces de decir que es la banda de La Interfecta —a la que ellos pertenecen— la autora de toda esa desgracia que están viviendo las madres afectadas, y el país en general, toda vez que es un dolor colectivo.

 

 



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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