Definitivamente, al gobierno se le agotaron las ideas y solo atina a repetir las acciones que en el pasado no dieron resultados con la esperanza de "a la tercera va la vencida", reiterando un comportamiento, supuestamente definido coloquialmente por Albert Einstein: "Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes", aunque en realidad no está demostrado en ningún texto que el brillante físico realmente haya expresado eso.
Sin embargo, la frase aplica a lo que acaba de decidir este 8 de abril el gobierno venezolano al aprobar y firmar un nuevo Decreto de Emergencia Económica, ahora alegando que la guerra económica iniciada por Donald Trump y el gobierno gringo nos pueda afectar negativamente.
Efectivamente, en un pomposo acto con empresarios (no había allí representantes de la clase social a la que pertenecía Maduro, como es la clase obrera), el presidente firmó un decreto que debe ser publicado en Gaceta Oficial y llevado al TSJ, que por supuesto, lo avalará como constitucional. Dicho decreto no es más que la "copia y pega", con algunas diferencias del mismo que se emitió en enero del año 2016, https://prensapresidencialvenezuela.gob.ve/index.php/2025/04/08/conozca-el-decreto-de-emergencia-economica-un-paso-crucial-para-proteger-al-pueblo-venezolano-ante-la-guerra-comercial-global/.
El mismo fue en respuesta a la Orden Ejecutiva del presidente de Estados Unidos Barak Obama en marzo del 2015 quien había declarado una "emergencia nacional" por la amenaza "inusual y extraordinaria" a la seguridad nacional y a la política de los EEUU causada por la situación en Venezuela.
La reacción del gobierno nacional fue la "recogedera" de firmas contra el decreto de Obama y 10 meses después, en enero de 2016 decretar la emergencia económica de la manera siguiente: Decreto N° 2.184, mediante el cual se declara el Estado de Emergencia Económica en todo el Territorio Nacional, de conformidad con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y su ordenamiento jurídico, por un lapso de sesenta (60) días, en los términos que en él se indican (Gaceta Oficial Nº 6.214 Extraordinario del 14 de enero de 2016). https://accesoalajusticia.org/wp-content/uploads/2016/02/Texto-del-decreto-de-emergencia-econ%C3%B3mica.pdf.
Realmente dicha respuesta desde el punto de vista político y jurídico fue acertada puesto que la seguridad de Venezuela estaba amenazada, además que la Asamblea Nacional de entonces estaba en manos de la oposición con una mayoría abrumadora.
Sin embargo, su implementación fue un completo fracaso ya que los venezolanos sufrimos un verdadero calvario por la reacción violenta de la derecha nacional, del imperio estadounidense y de la burguesía nacional fue arreciar las agresiones o la denominada "guerra multifactorial, pluridimensional, multiforme o híbrida" contra el pueblo venezolano ante lo que el gobierno no tuvo respuestas adecuadas, sobre todo desde el punto de vista económico, ya que precisamente, a partir del 2017 se desató la segunda parte de la violencia terrorista (mal llamada "guarimba") y como consecuencia de la guerra no convencional contra Venezuela se vivió: Ataque a la moneda. (Usando la página "Dólar Today"), el desenfreno de la Burguesía especuladora, acaparamiento, desabastecimiento, el contrabando de extracción. Problema con el efectivo ya que se llevaron los billetes venezolanos, ataques informáticos, saboteos internos y externos, boqueo financiero-comercial, desparecieron los alimentos, medicinas, productos del hogar y personales y la Inflación inducida, todo lo cual generó un estado de neurosis generalizada que tuvo como respuesta de millones de compatriotas la migración a otras latitudes con las nefastas consecuencias económicas, sociales y culturales que ello sigue teniendo incidencia sobre nuestro pueblo.
Consideramos que hoy no hace falta un nuevo decreto de emergencia económica, así como también hemos afirmado que no se requiere de una reforma constitucional. Lo que hace falta es GOBERNAR EFICIENTEMENTE A FAVOR DEL PUEBLO Y NO DE LA BURGUESÍA, que es lo ha venido haciendo el gobierno de Maduro sobre todo desde el año 2018. En la actualidad Nicolás Maduro cuenta con el control absoluto de todos los poderes públicos (Poder Ejecutivo, Asamblea Nacional en pleno, Poder Judicial completo desde el TSJ y los tribunales de la República, poder Electoral, Fiscalía, Contraloría, Defensoría del Pueblo).
Tiene todo un entramado jurídico establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, decenas de leyes orgánicas, la mayoría de ellas y ordinarias, derivadas de la misma, las leyes constitucionales emanadas de la Asamblea Nacional Constituyente de 2017-2020, excelentes relaciones con los países BRICS que constituyen las economías emergentes del mundo, abiertas plenamente a los recursos naturales y energéticos de nuestra Patria.
Ha venido hablando que Venezuela tiene 16 trimestres de crecimiento económico y que Venezuela hoy está fortalecida. Así que no es la misma situación de 2016, por lo que no hace falta tomar decisiones similares que más bien pueden llevar a una deriva autoritaria mayor de la que se aprecia en la actualidad. ¿Qué más quiere?
NOTA: Por cierto que ni en el anterior decreto ni en el actual se plantea desde ningún punto de vista el tema laboral-salarial que es algo vital para el pueblo trabajador y el pueblo en general. Mantener el sueldo mínimo oficial congelado desde hace tres años en 130 bolívares, equivalente a un ridículo 1,7 dólares mensuales o para más INRI aún, a 0,058 dólares diarios es una insensatez y una traición a la clase trabajadora a la que se dice representar, pero solo en la retórica, en el discurso, no en los hechos y eso es una paradoja de un gobierno que se dice socialista, chavista y anticapitalista (bueno esa palabra ya está retirada del discurso oficial).