"La grandeza es empezar algo que no finalice contigo"
Yogui Raman
-¡Aló! ¿Es Florencio Porras? -¡Sí! - Le habla Hugo Moyer, de la Comisión Nacional de Enlace de la Presidencia de la República, que coordina el Capitán Ronald Blanco La Cruz. Le llamo para darle indicaciones acerca de la metodología para evaluar todas las dependencias regionales, centralizadas y descentralizadas, del Estado Mérida, de la que usted ha sido nombrado, por el Presidente Chávez, como Coordinador de Enlace en dicho Estado y para informarle, que yo seré su vínculo con esta Comisión Presidencial. Así, a través de una llamada telefónica conocí al actual y reelecto Gobernador del Estado Mérida, el Capitán y Licenciado en Ciencias y Artes Militares, Florencio Porras Echezuría. Hasta ese día, no tenía antecedentes de él. No sabía que había tenido una destacada participación el 4-F de 1992. Tampoco sabía que había estado preso con el Presidente Chávez y que era amigo de Ronald Blanco, a quien conocí, como a él, en esos días inolvidables en diciembre de 1998, recién electo Chávez. Tampoco tuve la capacidad para imaginar que Florencio sería Diputado, Constituyente, Presidente de Corpoandes y Gobernador en dos oportunidades, electo por el pueblo de Mérida. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.
De Florencio tengo una grata impresión desde el primer día que lo conocí. Con su habitual sencillez, establecimos permanentes contactos telefónicos, hasta que un buen día, en Caracas, lo conocí personalmente. No recuerdo si fue en casa de Edgard Hernández Behrens, en el Valle, en cuyo apartamento comenzó a funcionar la Comisión Presidencial, o fue en las instalaciones del Círculo Militar donde solíamos reunirnos en una habitación designada para estos fines o, quizás, fue en las instalaciones de un vetusto edificio que está ubicado frente a la Asamblea Nacional, el cual ocupamos para recibir, procesar y evaluar, las numerosas cajas con informes que llegaban de todo el territorio nacional. Por cierto, allí pude conocer a numerosos personajes que luego han ocupado, y ocupan, importantes cargo en el gobierno nacional o han sido diputados, alcaldes, embajadores o son gobernadores, como es el caso de Florencio Porras Echezuría. No tuve conciencia plena, hasta que la realidad confirmó mis presunciones, que me estaba relacionando con parte importante de la actual estructura de poder del Estado Venezolano. Seguramente, muchos de ellos ni siquiera recuerden de nuestra asesoría y de nuestras llamadas. Todo era una corredera, un abrazarse confiando en el otro, pensando que era la primera y última vez que nos veríamos. No se estaba preparado para asumir el gobierno. El propio Presidente Chávez nos lo confirmó en La Viñeta días después. Así, conocí a Marlene Yadira Córdoba, actual Rectora de la UBV, a Eliécer Otaiza, a Jesús Urdaneta, el día en que el Presidente le propuso ser Director de la DISIP, a Norberto Ceresole quien creía que yo era uno de los asesores ideológicos de Chávez, con él discrepé muchas veces por su visión militarista, guerrerista y su crítica furibunda a los civiles izquierdistas. Conocí a Luis Miquilena en su apartamento en Altamira. Conocí a William Tarek Saab, Nicolás Maduro, Luis Reyes Reyes, Jesús Aguilarte Gámez, Raúl Isaías Baduel, Iván Freites, Wilmar Castro Soteldo, William Fariñas, Jackeline Farías, Freddy Bernal, Darío Vivas, Julio Montes y tantos más. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.
Con Florencio, pude mantener contactos periódicos directos o a través de su fallecida esposa, porque después de cumplir con las tareas que me asignaron, y como no andaba detrás de cargos burocráticos o "negocios crematísticos", como muchos que conocí, decidí no "aprovechar la oportunidad" que me brindaba el gobierno entrante y, como venía de ser asesor de las autoridades rectorales de la Universidad de los Andes (ULA), resolví regresar a mi búnker espiritual en "Valle Feliz" en Mérida y dedicarme a terminar de escribir uno de mis libros: "Universidad, Gobierno y Felicidad", que salió luego publicado por Talleres Gráficos de la ULA, en abril de 1999.
Esa estadía en Mérida, me dio la oportunidad de reencontrarme varias veces con Florencio y conversar con él, sobre la necesidad y la importancia del trabajo comunal. Pude hablarle, a grosso modo, sobre el Método Altadir de Planificación Popular y el uso de métodos potentes de gobierno, como el Método PES. También le hablé del Proyecto de la Escuela Latinoamericana de Gobierno (ESCOLAG) y le regalé varios libros del Dr. Carlos Matus Romo: "Política, Planificación y Gobierno", "Adiós Señor Presidente", entre otros. Lo hice, sobre todo, porque pensé que le serían de utilidad pues, para el momento, estaba culminando su Maestría en Ciencias Políticas en la ULA. Por cierto, que un día le pregunté, cuando lo ví sin responsabilidades en el gobierno y después de haber dejado de ser Constituyente: ¿Qué cargo o responsabilidad vas a tener? Y él, con un gesto de desprendimiento y de lealtad me aseguró y se me quedó grabado por su significado y como expresión de disciplina, obediencia y lealtad: "Soy un soldado de este proceso, estoy a la orden del Presidente Chávez, estoy esperando sus instrucciones” Por eso no me extrañó el contenido de la carta que salió publicada en las "Verdades de Miguel", en el que Florencio escribió y dijo su verdad: " Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Yo le he reiterado al comandante, que el gobernador más leal que tiene soy yo, sin ninguna jactancia, sino por convicción, pero que jamás me verá en Miraflores ni en ningún otro lado haciéndole lobby ni a él ni menos a ninguno de sus ministros, que ni me había visto ni me vería en Aló Presidente aplaudiéndole sus chistes malos y sus canciones, sólo para que me vieran. Él sabe cómo soy y que mi amistad, admiración, lealtad y compromiso con él y con el pueblo es enemiga de la adulación y que en privado le he criticado y reclamado algunas cosas, por lo que es posible que yo mismo me haya aislado un poco, pero que igual contara conmigo sin ninguna duda…"
Florencio me ha ayudado a ratificar que, decir la verdad y ser leal al líder y al pueblo, es un combustible importantísimo y prioritario para la Revolución Bolivariana.
Más tarde, estando en Mérida en mi retiro voluntario, supe a través de la prensa que Florencio había sido nombrado por Chávez, Presidente de la Corporación de Desarrollo de los Andes (Corpoandes). Me alegré mucho al saberlo. Aunque una buena oportunidad para solicitarle apoyo para el Proyecto ESCOLAG. Pensé que Florencio se recordaría de nuestras conversaciones, de los libros que le regalé del Dr. Matus y del Proyecto Escolag. Nunca pude hacer contacto con él, en el breve lapso en el que fue su Presidente. Luego, uno o dos años después, sin imaginármelo siquiera, acudí al llamado de Ronald Blanco La Cruz, recién electo Gobernador del Táchira, para convertirme en su primer Director de Planificación, Proyectos y Presupuesto. Allí, comenzamos a ensayar la incorporación del pueblo a los procesos de Planificación y la elaboración de lo que hoy conocemos, en Venezuela, como Presupuesto Participativo. Lo hicimos convencidos de la necesidad de que el pueblo debe ser el verdadero gobernante como lo proclamó Hugo Chávez Frías, desde su primer discurso público, cuando fue proclamado Presidente, por el extinto Consejo Nacional Electoral, en diciembre de 1998 cuando aseguró: " Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Yo he sido proclamado con Presidente y Jefe del Estado, pero, a partir de febrero de 1999, el verdadero gobernante será el pueblo de Venezuela" Y así ha sido, con altibajos. Cometiendo muchos errores. Con desaciertos y victorias. Nuestra colaboración fue, en ese momento, impulsar lo que llamábamos las ABC, es decir, las Asambleas Bolivarianas Comunitarias y, también aportamos la idea del padrinazgo, que es hoy una práctica común en el Estado Táchira: padrinos y madrinas de Municipios, proyectos u obras públicas.
No sé si producto de esa experiencia y de otras actividades que hicimos con el Ministerio de Planificación y Desarrollo (MPD), en mi corta estadía de 4 meses en la Dirección de Planificación en el Estado Táchira, fui sorprendido un día con una llamada del Viceministro Gilberto Buenaño y luego, del Ministro Jorge Giordani, para que asumiera la Presidencia de Corpoandes, con el visto bueno del Presidente Chávez y con la venia de Ronald. Así fue como pude volver a los predios de la Universidad de los Andes, esa que lleva una ciudad por dentro: ¡Mérida! Y, allí, pude de nuevo reencontrarme con Florencio e ir, con toda lealtad, a ayudar a su gobierno, aunque paradójicamente, por las increíbles e inesperadas circunstancias por las que atravesaba Corpoandes, el Gobernador de Mérida, Florencio Porras, haciendo gala de su magnanimidad, terminó ayudándome mucho más que lo que yo le ayude desde Corpoandes. Y, a pesar de que la envidia, la maldad política y los corrillos, e incluso, la tradición según la cual, el Presidente de Corpoandes, es potencial Gobernador del Estado Mérida, es necesario reconocer públicamente que Florencio Porras, no sólo tuvo gestos generosos para Corpoandes, sino conmigo, al otorgarnos apoyo logístico, económico, político e incluso moral. No únicamente por las condecoraciones que recibimos, sino porque fue siempre oído atento y mano amiga en las difíciles circunstancias que vivimos en Corpoandes. Aunque Florencio no estuvo presente en nuestra juramentación en enero de 2001, asistió, en gesto de hermandad, al acto en el que públicamente entregamos cuentas de nuestra gestión en febrero de 2003. Todo eso lo recordamos con afecto. Lo que no olvidaré jamás, fue su presencia, su apoyo solidario y sus palabras de compromiso cuando, el 09 de julio de 2002, nos acompañó sonriente en la vieja Casona del Parque La Isla, rebautizada con el nombre de "Casa de América Latina y el Caribe", en el acto donde ocho instituciones universitarias y parlamentarias, junto a la Gobernación de Mérida y promovido por Corpoandes, asumían el compromiso y el reto de ayudar a la creación y consolidación de la Escuela Latinoamericana y del Caribe de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG), que ese día, de hecho, se hacía realidad. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.
Cercanos a los 5 años de aquel día y, después de haber tenido que dejar a un lado este proyecto, pues otras responsabilidades reclamaron el concurso de nuestros humildes esfuerzos, cuando nos fuimos a ayudar a rescatar la industria petrolera para enfrentar con decisión a quienes quisieron hundirla. Después de haber tenido la satisfacción de ser los pioneros en PDVSA, del impulso de las primeras Cooperativas y de la creación de la Gerencia de Desarrollo Social e incluso, de los primeros Núcleos de Desarrollo Endógeno, entre ellos, el NDE del Fabricio Ojeda. Después de vivir en carne propia, las difíciles circunstancias que la burocracia, la maldad, los juegos de poder irracionales que ponen de manifiesto las contradicciones entre lo que pensamos, decimos y hacemos. En fin, luego de sufrir los celos de varios Ministros y constatar que la soga revienta por lo más delgado, nos dieron, sin saberlo quizás, la oportunidad de regresar a tierras andinas para rescatar lo que, en definitiva, ha sido nuestra pasión y nuestra misión de vida.
Volvimos al Táchira y a Mérida, para hacer cierto nuestro juramento. Contra viento y marea. Así se nos vaya la vida en el intento. Cueste lo que cueste. La ESCOLAG, fue, es y será cada día más, una realidad concreta y exitosa. Aunque la burocracia torpe, inepta, ignorante, maldita e incapaz, se oponga de mil maneras. Aunque nos acusen por internet, en forma anónima, o por la prensa, de corruptos. Aunque tengamos que vender la última propiedad que, quizás, no nos pertenece. Aunque tengamos que dejar en el camino "amigos" y conocidos. Aunque no nos respondan nunca, u oportunamente, nuestras comunicaciones. Aunque no nos reciban en audiencia nuestros amigos que ahora gobiernan y tienen "poder". Aunque digan mentiras a sus jefes los subalternos que designan para cumplir órdenes y decisiones. Aunque apelen al "brollo que no cesa", como diría el poeta Blas Perozo Naveda. Aunque otros se aprovechen del poder circunstancial y usen el tráfico de influencias para coger la delantera o quieran cerrarnos el paso. Aunque se diga que hay que ser solidario y cooperar pero, algunos practiquen la competencia desleal y les sale por los poros las miserias humanas. Aunque la vida sea corta y el planeta parezca ir al despeñadero. Aunque mi madre, en cama y adolorida, no cuente con mi compañía por dedicar mi vida a ser útil a los demás. Aunque tenga que seguir mendigando a quienes no entienden que la riqueza de la nación nos pertenece a todos. Aunque tenga que asumir un liderazgo político que no deseo. Aunque me asile del mundo. Aunque nadie me acompañe a enarbolar la bandera de la dignidad. Aunque me sigan cerrando espacio de participación como han hecho algunos medios de comunicación. Aunque otros sean quienes hagan realidad la esperanza o tenga que volver a nacer, para continuar la lucha y construir en filigranas de enlaces solidarios, lo que es el aporte más importante que podemos ofrendarle al proceso revolucionario que hoy vivimos ¡ESCOLAG! Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.
Por eso, y por muchas otras cosas, agradecemos al Gobernador Florencio Porras Echezuría, que nos esté ayudando, no sólo al aprobar, el pasado mes de marzo, los recursos económicos que solicitamos, que no hemos podido hacer efectivos y casi estamos a punto de renunciar a ellos, porque es más el tiempo que dedicamos a satisfacer los requerimientos burocráticos, para acceder a los mismos, que el tiempo que se requiere para hacer lo que tenemos que hacer. Todo es una lentitud. Un formato, un formatico, una comunicación, una reunión. Es el odioso rito de complacer, a como de lugar, a quienes en lugar de esmerarse en demostrar competencia para hacer eficientes y rápidos los procesos, se encargan de demostrarnos el poder que tienen de hacernos perder tiempo ¿Hasta cuándo hermanos hay que aguantar esta tragedia humana? A pesar de todo: ¡Muchas Gracias Florencio! ¡Gracias camarada!
Pase lo que pase te estaremos eternamente agradecidos.
Y cuenta con nosotros, llueve, truene o relampaguee.
Decirte la verdad y decírsela al pueblo, no está reñida con la lealtad que te guardamos.
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