El vespertino El Mundo, en su Año 50-No. 14 074 del 14 de mayo de 2007, en la página 3 titula: “Día de las madres disminuyó número de inscritos en el PSUV”. Aunque la periodista Andrea Daza, autora de la nota, no presenta ninguna evidencia, testimonios o datos, que sustentes la afirmación hecha en el título. Obviando ese desliz, creemos que tal afirmación es cierta. Por otro lado, Ultimas Noticias, en su edición del 15 de mayo en la página 14, en un artículo escrito por Paula Ramón se hace referencia a unas declaraciones del general Müller Rojas quien “Acotó que el domingo “por razones obvias, por tratarse del Día de la Madre” menguó la afluencia de participación de partidarios de la plataforma polìtica unitaria, y se detectaron algunos retrasos en la apertura de centros de inscripción”. Era de esperarse. Si la celebración del Día de las Madres está tan arraigada en la familia venezolana de todas las clases sociales, pareciera una consecuencia natural que los hijos e hijas viajaran el domingo a las casas de sus madres, los que la tienen viva, y a los cementerios los otros. Todos de una forma u otra le dedican de manera muy especial ese día a sus madres.
Yo sugerí que se emitiera un decreto suspendiendo la celebración del Día de las Madres y no me pararon. Bueno, las consecuencias están a la vista. Tenemos que estar mosca para ver que otros días de fiesta obstaculizaran la movilización de los aspirantes a revolucionarios a solicitar su incorporación al PSUV. Sabemos que superar los obstáculos puestos por los días de fiesta es una tarea titánica que requiere de una profunda convicción ideológica. Mucho más si ese día permite la construcción de un “puente”. Libérenos señor que uno de estos venideros fines de semana sea uno de los pilotes de un puente. De nada valdrá que el Comandante Chávez suspenda el Aló Presidente, ni que los promotores vayan con grúas en busca de aspirantes a militantes para sacarlos de sus casas y llevarlos a los centros de registro.
Yo les advertí a tiempo. La próxima vez presten atención. De vez en cuando las leyes y decretos tienen que salir de las bases. Además, no pierdan de vista que los días de fiesta pueden resultar un serio obstáculo para que los revolucionarios formalicen su aspiración a ser militantes del PSUV. Como que Miranda sí tenía razón.
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