Estimado y respetado camarada Ernesto Villegas:
Hoy, con profundo y dolido estupor, ví en tu programa "En Confianza" -del que soy asiduo espectador- la puesta al aire de la grabación que se hizo del evento realizado en el CELARG para la exhibición del documental de Jorge Solé "TVenezuela", donde tú actuabas como moderador. En este registro aparezco, fragmentariamente, expresando un comentario de lo que pensaba y pienso de la televisión soviética en la época en que aún ésta estaba controlada por el ala estalinista del PC-URSS. Opinión que aún sostengo críticamente porque consideré y considero importante que nuestra actual propuesta para una televisión de producción social no cayera en esos vicios y deformaciones. Pero ese no fue mi planteamiento de fondo. Por el contrario, destaqué -por ser escritor profesional del medio- que en Venezuela existe talento de sobra, no solo para realizar producciones de calidad nacional e internacional, sino ideas y propuestas concretas. Como informé en esa intervención, soy el escritor de una telenovela en proceso de escritura y pre-producción de nombre "Guerreras y Centauros", cuyos productores ejecutivos son Henry Galué y Javier Paredes, reconocidos actores del cine y la televisión venezolanas, que está ambientada entre los siglos 19 y 20 de nuestra Historia patria, y que tiene como tema central la paulatina y violenta expropiación que se hizo al campesinado llanero de las tierras previamente concedidas por Simón Bolívar como "Haberes de Guerra" a todos aquellos "Bravos de Apure" por su heróica participación en la guerra de Independencia en contra del imperio español.
Lo que me molesta es que se me haya expuesto como un reaccionario enemigo de la revolución soviética y no como un revolucionario crítico de los errores que cometió la burocracia de esa Unión de Repúblicas, especialmente cuando se insertó, a continuidad inmediata, la réplica que hiciera de mi comentario una compañera de esa nacionalidad que se encontraba presente en el evento. Me parece que hubo tendenciosidad insidiosa al citarme fuera de contexto, ya que inmediatamente comencé a recibir llamadas de amigos y viejos copartidarios reclamándome mi supuesta postura "contrarrevolucionaria". Y créeme, de verdad, jamás he sido, no soy, ni seré de esa especie de alimaña. Milité desde que era niño en la Juventud Comunista y he sido consecuente con el ideario socialista hasta esta edad de 59 años. Esa perversa edición me está afectado, pues, en mi integridad moral y ética, amén de rebajarme en mi condición política de revolucionario irreversible. Fui execrado de Venevisión y reseñado en la lista negra de los "no contratables" precisamente por haber recogido firmas entre el personal de esa planta el 5 de febrero de 1992 para exigir el indulto del recién encarcelado Hugo Chávez, tras el fallido intento de legítima rebelión en contra del Gobierno genocida, corrupto y vende-patria de Carlos Andrés Pérez. Esa práctica que condenó a muchos profesionales del medio, esa suerte de "lista de Súmate" que existía entre RCTV y Venevisión, era conocido bajo el eufemismo de "Pacto Institucional". Desde entonces no puedo trabajar profesionalmente, ni dentro ni fuera de nuestro país, porque el cártel privado nacional y mundial que controla las comunicaciones me conceptúa como "comunista-extremista de alta peligrosidad". Lo primero sí lo sigo siendo y con orgullo; lo segundo es una mentira descomunal. Para el enemigo soy una suerte de terrorista mediático, para mis camaradas, a partir de esa perversa edición que se hizo de mi intervención, comienzo a ser, al parecer, un traidor. Denigrante título que no merezco.
Por tal motivo, respetuosa y encarecidamente, demando me concedas el derecho a réplica que consagra la ley.
Puedes estar seguro, amigo y camarada, que aunque me siento profundamente ofendido, jamás me verás declarando en contra de la Revolución Bolivariana, ni en contra de cualquier proceso que reivindique a los excluídos. Tengo derecho a no seguir siendo uno de éstos últimos.
Esperando tu pronta, segura, positiva y gentil respuesta, quedo a tu orden, siempre con muchísimo respeto por tu noble y constructivo trabajo como comunicador social veraz y oportuno.
Atentamente y con un abrazo,
(*)Escritor.
ourdaneta@gmail.com