Ayer me enteré que los estudiantes universitarios de clase media, en su mayoría inscritos en universidades privadas o cuasi-privadas, quieren hacer un recorrido por varios puntos del centro de Caracas. Me parece muy bien que esos jovencitos y jovencitas se interesen por los lugares turísticos del centro histórico de la ciudad, rescatados por cierto por el Gobierno Bolivariano. Estos jóvenes en general andan en su carro o en taxi y en su mayoría nunca han pisado la Plaza Bolívar.
En respuesta a la denuncia de influencia extranjera sobre el movimiento estudiantil, uno de los estudiantes declaró en la radio que: “Quienes nos financian son nuestros padres que nos pagan la gasolina del carro o el taxi para movilizarnos por la ciudad”. Raro es que en lugar de marchas no hayan hecho caravanas. Por otro lado, el pasado viernes tuve la oportunidad de viajar en el metro desde la estación Universitaria hasta Plaza Venezuela con un grupo de estudiantes de la UCV que se dirigían a reunirse con otros manifestantes en la UCAB. Para mi sorpresa puede presenciar como la histórica consigna: “u, u, ucv”, era sustituida por “glo, glo, globovisión”. Realmente sentí vergüenza de haber estudiado en esa universidad. Por si fuera poco, los ucevistas no sabían hacia donde ir al bajarse del vagón, no sabían por donde coger, no sabían en que dirección se va hacia el oeste de la ciudad, algunos se perdieron y tuvieron que ser rescatados por los cabecillas de la marcha.
Encuentro muy positivo que los estudiantes de la clase media echen un paseo por el centro de Caracas y conozcan su ciudad. Que aprovechen la oportunidad de ir juntos y además custodiados por la policía metropolitana. Así se sentirán seguros y sin temor que algún desdientado se les acerque a pedirle limosna. Así no tendrán que mezclarse con la chusma que tanto desprecian, porque la policía los mantendrá alejada de ellos. Así podrán recorrer a pie los espacios de la ciudad con tranquilidad, no tendrán que traer sus lindos carros y someterlos al duro tráfico del centro. Eso sí, tengan cuidado porque por donde los dejen estará merodeando “Cabeza de motor”. Tal vez los manifestantes soliciten también protección para sus carros estacionados en sus lindas universidades.
Julio_mosquera@hotmail.com