Tengo en mis manos la copia del acta de la asamblea Nº 7 del Batallón Socialista de Las Tapias-La Sabana-Central-Carrizal B, del Municipio Libertador del estado Mérida, del sábado 15 de septiembre de 2007, donde asiste el gobernador del estado Florencio Porras.
La discusión del día derivó en unas denuncias de corrupción referidas por los camaradas del batallón, donde incluso uno de los mismos increpó al gobernador diciéndole que a él se le había visto en un sitio de esos donde se la pasan los corruptos “dizque revolucionarios”, “jalando caña”. A lo cual respondió el gobernador: “Yo voy a tomar las palabras de aquel famoso político Gonzalo Barrios quien dijo: `En Venezuela no hay razones para no robar´. Así es, no hay razones, el poder judicial no hace nada, nadie hace nada. Eso es Venezuela”.
A lo cual le respondió un camarada: “Es vergonzoso eso Florencio, que usted diga tremendo absurdo e invoque a esos famosos deshonestos, no hay palabras, es vergonzoso”. Luego la propulsora habló de los referentes “para ser honestos, éticos”, “como Bolívar, José Martí, el Ché, Simón Rodríguez y actualmente nuestro gran y único líder Hugo Rafael Chávez”.
Cuando leí esto, se me vinieron a la mente las palabras del vicepresidente Jorge Rodríguez: “La revolución aborta a los traidores”. Sin lugar a dudas, eso fue lo que pasó con Florencio Porras. De hecho, el pueblo tomó el poder del PSUV y votó en su contra, perdiendo la elección de vocero en su batallón, donde ganó la camarada Nérida Pernía.
Porqué llegó la hora del pueblo. La hora de los excluidos políticamente, de los obreros, campesinos, indígenas, de los que nunca han hecho política. Para crear un nuevo partido que no se convierta en elitista, para eliminar los poli burós enclaustrados donde el pueblo tenía que pedir audiencia para ser atendido ineficientemente.
O como decía un camarada que fue elegido vocero, “el PSUV es un niño que está naciendo y cuando los niños nacen les pegan para que lloren. Pero este no, este niño nació dando coñazos”. Eso es precisamente lo que les está pasando a todos esos politiqueros, traidores de oficio, el pueblo les está tumbando las máscaras a coñazos.
Patria, socialismo o muerte, ¡Venceremos!
(*)Comisionado de Propaganda del Batallón Socialista Gran Cacique Murachí.
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