Buenos Aires, 22 de agosto. Sumergido en una vo-rágine de actividades, que lo llevaron desde la Universidad de las Madres (de Plaza de Mayo) a encuentros con pequeños y medianos empresarios, cooperativistas, intelectuales, estudiantes, sindicalistas y diversos mo-vimientos sociales, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que su paso por Buenos Aires demostró los grandes cambios regionales, y agradeció el apoyo del pueblo argentino a Venezuela, "lo que significa que no ha sido atrapado por la desinformación y la mentira que maneja el gran poder".
El mandatario abogó por que también "cambien las actitudes de quienes deben producir las transformaciones. Hemos sido sa-queados por 500 años y éste es un momento único e importante si somos capaces de lo-grar la integración real, porque sólo unidos podremos lograr salir adelante".
En entrevista con La Jornada, sostuvo que regresaba a su país fortalecido para enfrentar otros momentos difíciles, y que "valió la pe-na cruzar desiertos y soportar las arremetidas de sectores más poderosos de aquí, del continente, y de allá, de donde vienen" .
Remarcó que "no ha habido un momento igual en la región para ampliar el proyecto de unidad, pero esto requiere dejar de lado mezquindades y miserias políticas, personales, individuales y partidistas, acabar con los sectarismos que destruyen, porque se juega el futuro de todos y no tenemos una y otra vez las posibilidades".
Para Chávez, el evidente fracaso del modelo neoliberal hace cada día más fuerte el pensamiento alternativo y la necesidad de propuestas muy definidas: "Se necesita activar el movimiento popular más grande que ha-yamos conocido, unirlo, porque está vivo en las calles. Habría que fijar 2004 como el año de la unidad, pero de verdad, unidad de los pueblos; y no bastan los discursos, ni siquiera los grandes actos, sino que necesitamos un movimiento transformador, que nos cambie a todos, a nosotros mismos".
Sostuvo que "es imprescindible y urgente constituir una fuerza social, con apoyo de los partidos políticos, que asuma la ética, como exigen los pueblos, los parlamentarios, universidades, trabajadores. Todos tenemos que unirnos sin mezquindad, porque quienes pretenden continuar imponiéndonos un modelo colonial nunca se desunen ni descansan".
La prensa en general lo trató aquí correctamente, aunque tuvo una "campaña sucia" de los grupos caracterizados como "pro fascistas" o "menemistas".
Vienen tiempos difíciles
-Se considera que tanto el proyecto del Area de Libre Comercio para las Américas como los planes Colombia o Puebla-Panamá, entre otros, son abiertos indicios de una recolonización intensa. Ese sería también el contexto que rodea a Venezuela en las circunstancias actuales. ¿Cómo lo analiza?
-Así está sucediendo. La ofensiva ahora viene del mismo esquema del consenso de Washington y su gran operativo. En el caso venezolano, esto tiene connotación especial. Venezuela se ha convertido en un obstáculo ideológico para ese proyecto. El plan prevé privatizar todo, petróleo, recursos energéticos, servicios públicos, salud, educación, to-do. Pero en Venezuela la Constitución que refundó la república prohíbe eso. Por esto están en la primera fila del golpismo. Cuando el golpe, Washington lo apoyó de inmediato, además de datos que comprueban las participaciones; la primera acción golpista fue eliminar la Constitución, porque era una traba poderosísima para el plan neoliberal.
-¿Cómo enfrenta Venezuela esta ofensiva y el avance militar que se propone Estados Unidos, o esa idea de formar una fuerza latinoamericana para entrar en Colombia, o las maniobras de presión en países latinoamericanos para dar inmunidad a las tropas estadunidenses que actúan en la región?
-En la cumbre reciente de Cuzco, Perú, se intentó abrir la idea para esa fuerza latinoamericana, cuando se habló de que Naciones Unidas colaborara con el diálogo de paz o de lo contrario pensar en otras opciones. Cuando se le ocurrió al presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, plantear eso, yo reaccioné de inmediato con mucha vehemencia. Entre las opciones estaba prevista la posibilidad de la actuación de una fuerza latinoamericana.
"Alerté que eso era muy peligroso, una lo-cura para nuestros gobiernos. Es una idea terrible, y logramos vencer esa ofensiva en aquella reunión. Brasil y otros países tampoco la apoyaron. Era algo que sucedía por primera vez: nunca nadie había propuesto intervenir en otro país latinoamericano o contra una fuerza actuante en ese país. Nosotros de-bemos buscar todos los caminos de la paz. Desde hace cinco años trabajo en esto e inclusive hicimos reuniones entre el gobierno colombiano y la guerrilla y abrimos la posibilidad de que se reunieran en Venezuela, pero no se logró retomar el camino de la búsqueda de la paz, y eso nos afecta a todos."
-¿Qué pasa con la frontera común entre Colombia y Venezuela?
-Tenemos ahí cada día más problemas por dificultades de la política interna de Colombia. La política de choque produce desbordamientos, y Venezuela enfrenta entonces acciones paramilitares, abigeatos, guerrilleros y campesinos que huyen de los enfrentamientos. Hemos creado una Comisión Nacional de Refugiados para enfrentar el problema. Hace poco se produjo una acción armada y la gran prensa colombiana habló de que ordené atacar al ejército de su país.
"No era así en absoluto. No era el ejército colombiano. Eran los paramilitares, y actuamos para salvar a gente inocente, a niños y campesinos que iban a ser masacrados. Y dicen que estamos ayudando a la guerrilla. Nosotros tenemos que saber en América Latina que hay que impulsar la paz, porque la solución del conflicto es un asunto de soberanía de Colombia. Yo creo que debemos conformar un grupo de países en favor de la paz que no se logró, y esperamos que haya una rectificación de todos los sectores."
-¿Es posible que las derrotas golpistas y la recuperación política de su gobierno, así como las nuevas organizaciones que surgieron de la necesidad de la defensa, hagan casi desesperada la carrera opositora?
-Sin duda que eso es muy fuerte. Todos los análisis que hicimos desde el primer golpe, con todo el dolor que produjeron las muertes, los heridos, todo aquello que sucedió, nos fue fortaleciendo como sucede con los pueblos ante la adversidad. Nuevas organizaciones populares continúan surgiendo. He-mos tenido capacidad para responder a esos movimientos y salir fortalecidos; sufrimos daños económicos que fueron muy altos, que detuvieron varios avances. El desempleo estaba descendiendo, siempre fue muy alto, y subió a 20 por ciento. La inflación volvió a dispararse con el golpe petrolero.
"Además de esa campaña mediática salvaje, que hace mucho daño; mucho más allá de la mentira baja, infame, de la guerra sucia, es lo que todo esto produce en las personas. Por todos esos días de campañas goebbelianas debo decir que hay sectores del pueblo venezolano, de clase media y otros, que es-tán realmente enfermos. Los azuzan de tal manera que quisieran verme muerto. Por eso asombra el mensaje del ex presidente Carlos Andrés Pérez, ya que lidera esa corriente hacia la locura del magnicidio."
A finales de julio Chávez acusó públicamente a Pérez, quien se encuentra refugiado en Santo Domingo, de conspirar para asesinarlo. Inclusive hubo gestiones oficiales solicitando al gobierno de ese país investigarlo. No era nada nuevo, porque este político escribió en medios españoles que a Chávez "sólo muerto" se le puede sacar del gobierno. La respuesta dominicana fue subestimar las denuncias, aunque Pérez, en su respuesta, dijo que en todo caso el asesinato no sería "un magnicidio", sino "un tiranicidio".
Para muchos analistas, según Chávez, "es más que evidente que Pérez, al calificar de tiranía al gobierno, justifica cualquier ac-ción. Para mostrar ese espíritu de violencia apoyado por países como Estados Unidos, el gobierno derechista de España, grupos como los cubanos de Miami, y otros, baste señalar que el periódico Universal, de Caracas, ha-bló en enero pasado de que "un gobernante corrupto, represivo, empobrecedor de su pueblo debe ser remitido al otro mundo. Cuanto antes mejor, y sin preguntar demasiado".
Chávez sostiene que esto es muy grave y que los medios continúan con su "conspiración mediática", el llamado "golpe mediático" de abril del 2002, "que fue denunciado por varias organizaciones y personajes del mundo. Están creando el clima para el magnicidio, para todo, con una paranoia colectiva que se refleja en la exasperación y en la histeria de líderes opositores, en la ausencia de reflexión a pesar de que he sido muy permisivo, ya que preferí que se fueran al exterior antes de ponerlos presos; en otros países se castiga duramente la incitación a delitos como el magnicidio. He soportado todo, porque estamos defendiendo otro proyecto, lo nuevo que está naciendo en Venezuela, co-mo la alfabetización de casi un millón de personas con la llamada 'misión Robinson', respetado proyecto cubano reconocido por los organismos internacionales".
Organización del pueblo
-¿Habla de organización social y popular?
-Precisamente. Los sectores golpistas ven crecer la organización, que salimos fortalecidos, y eso los debilita moralmente. Es como un boxeador que ubica siete ganchos en el mentón de su contrincante y el otro no cae. Esto desmoraliza al atacante y fortalece al que aguanta los golpes. El grado de reacción popular es muy fuerte. Se ha creado la Unión Nacional de Trabajadores, que agrupa a co-rrientes diversas y sindicatos muy importantes. Surgió la Clase Media en Positivo, cuando grupos de ese sector de la sociedad se dieron cuenta de la realidad.
"También la Federación Bolivariana de Estudiantes avanza cada día. Ha nacido el Frente Campesino Ezequiel Zamora, organizaciones de productores como la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos, también Empresarios por Venezuela. Ha sido un tiempo de organización y crecimiento, además de todo lo que fue creando nuestra revolución pacífica. Otro dato importante es que en el sector militar se alejó a unos 180 generales, almirantes y oficiales que conformaban una cúpula militar que manejaba el presupuesto, las relaciones con Estados Unidos y el mundo, el control de las armas y los nexos con la oposición y el sector golpista. Hoy las fuerzas armadas están en manos de patriotas, generales comprometidos con la Constitución. Fue muy fuerte su presencia junto al pueblo en el golpe de abril. Imaginemos qué hubiera sucedido si los militares en lugar de estar donde estuvieron hubieran salido a masacrar. Estaríamos hablando hoy de no menos de 20 mil muertos."
-Hay otro tema fuerte, que los alcaldes tengan sus propias policías, especialmente en la gran Caracas. Allí el intendente opositor comanda una enorme fuerza que disparó contra los chavistas durante el golpe.
-Esa policía metropolitana tiene 10 mil efectivos. Me vi obligado a intervenirla tres meses y se les retiró 5 mil armas de guerra, morteros, carros blindados, tanques... era un ejército contra el pueblo. Legalmente no po-día mantener la intervención, pero se logró una pequeña acción de limpieza, y la devolvimos al alcalde.Vamos a actuar ante cualquier intento de la policía metropolitana de volver a las andadas golpistas o salir a acribillar gente. Una vez salieron a arrojar gases desde un helicóptero. Fue criminal. Tenemos un plan bien elaborado para intervenir en caso de que se use indebidamente esa fuerza. La solución va a ser política, legal, jurídica. La Constitución ordena crear una policía na-cional, una ley que la oposición sabotea. Sin embargo, tenemos una mayoría pequeña haciendo esfuerzos para aprobarla; la policía nacional absorvería a la metropolitana. Entonces, podemos transformarla, y eso se-ría muy importante para el país.