De los resultados electorales por motivo del referéndum aprobatorio de la propuesta de Reforma Constitucional, los revolucionarios podemos derivar una gran lección: “La conciencia del pueblo no se corresponde con su amor hacia el Comandante”; en otras palabras, para el pueblo es más grande su amor por Chávez que su conciencia y compromiso para con la revolución. Infinidad de lecturas y análisis nos permitirían entender las causas y los efectos que motivaron la abstención de cerca de tres millones de personas que en elecciones anteriores habían mostrado sus simpatías hacia la revolución. Pero ya quedó demostrado que con “simpatías” no se hacen ni se conservan las revoluciones.
Seria un abrupto o una gran simpleza decir que nuestro pueblo se resiste, aún, a liberarse a sí mismo; semejante al pájaro que estando encerrado toda su vida, y el día en que las puertas de su jaula abrieron, su costumbre al encierro no le permitió volar. No, nada que ver. Las puertas que se abrieron el 2D, nuestro pueblo atrapado en la invisible jaula del capital, no la pudo ver, además, no supimos como guiarlo.
Dicen que “Peor que un ejército invasor son las mentes colonizadas”, la conciencia del pueblo ha sido también, la frontera invisible mil veces violada por los mercenarios del capital. Lo cierto es, que frente a la pírrica ventaja de 1.5 punto a favor de la oposición, se despeja por otro lado, que existe un número fuerte y muy significativo de personas (aprox. 4.5 millones de venezolanos) que no fueron víctimas de una de las más grandes campañas de desinformación, difamación y engaño, sin precedentes en la historia de Venezuela, desatada contra las ideas del socialismo. Ni siquiera el Macartismo de la post guerra mundial pudo desarrollar semejante campaña difamadora. A diferencia de los que dicen que el 2D el pueblo de Venezuela se debatió “de manera conciente” entre dos modelos de sociedad: Capitalismo o Socialismo y de allí desprender el análisis que 4.5 millones de personas cuentan con una sólida conciencia socialista, creemos que nos estamos engañado a nosotros mismos. El verdadero debate sobre la Reforma Constitucional y el socialismo, a decir del camarada Manuel Valladares, “está por comenzar”. A esa parte del pueblo (de mayor conciencia) no debemos sobreestimar, mucho menos descuidar. El Ché siempre nos advirtió que “el socialismo, más que la generación de riquezas bajo propiedad y distribución socialista, era un hecho de conciencia”.
Este amargo episodio resultará en ganancias solo si extraemos de la experiencia una profunda y sincera reflexión crítica y autocrítica. En palabras “sabias” de nuestro renombrado “filosofo” del Zulia (-perdonen nuestra ironía-), aprendimos que: no le podemos pedirles peras al “HORNO”. La revolución es solo obra de un pueblo conciente y junto a una vanguardia revolucionaria. Bajo las banderas de la unidad es desmoralizante y peligroso amparar pillos y azotes contrarrevolucionarios. El pueblo debe saber no solo lo que dejo de percibir materialmente con la desaprobación de la propuesta de Reforma Constitucional, sino lo que puede perder espiritualmente de no profundizar su revolución.
basemtch@gmail.com