Fue
inevitable levantarme con arrechera ese día, ante esa derrota que por
obra y gracia pudimos convertir en victoria.
Al
fin aunque de manera somera o provisional logramos que esa oposición
de confusiones viscerales y compulsivas, que tiene por defecto equivocar
orgánicamente los esfínteres anales con la cabida bucal, lograra tragarse
lo que mediocremente y de manera mal intencionada han populado con la
sola intención de denigrar de un país democrático y libre como el
nuestro, y la imagen de un presidente elegido por la mayoría y rescatado
de las fauces del demonio.
Sí.
Es que sorprendentemente he conocido posturas opositoras de amigos de
otrora y ahora considerados solo conocidos que ante el lema “Patria,
socialismo o muerte”, creen según su marginado razonamiento que el
asesinato por la espalda del joven nuestro en Valencia y masacrado posteriormente
a su deceso en días anteriores al referéndum en una guarimba tempranera,
esta justificada por la muerte invocada en este lema. Esto solo para
citar un ejemplo de las tantas asombrosas deducciones de este sector
opositor, que solo conservan una tesis cuadriculada extraída de una
sopa de letras cualquiera, impresa en los laboratorios dominantes, capitalistas,
imperialistas, fascistas donde también se conciben las guerras y por
lo tanto la muerte.
Aquí
voy hacer uso de la palabra escrita para desahogar un cúmulo de pensamientos
y razonamientos que en estos días se me han hecho más presentes, voy
a tratar en la medida de lo posible según mí criterio de entenderme
y hacerme entender con un toque sarcástico, del porque no seguir siendo
Alcahuete.
Cómo
siempre haciendo uso de un diccionario cualquiera, barato y lleno de
polvo, encontré lo que se entiende por Alcahuete.
Alcahuete: Persona que se entremete para facilitar amores ilícitos. Persona que sirve para encubrir lo que se quiere ocultar.
No
se porque amanecí (aunque yo si voté por el “Sí”), ese día sintiéndome
Alcahuete, y clasificando una infinidad de posturas de Alcahuetes, no
tanto por la intromisión para facilitar amores ilícitos pues si algo
percibo a flor de piel en nosotros los ahora “Rojos Rojitos”, es
que además de otras motivaciones nos mueve el amor, siendo este
el más lícito de todos nuestros sentimientos. Sentimiento que por
cierto no entienden los de aquel lado, pues para ellos el sentimiento
es como el software propietario mientras que para nosotros es libre
y por lo tanto lo expresamos, lo vivimos con intensidad y lo magnificamos
en nuestra postura ante las injusticias sociales.
Alcahuete
porque asumiendo una actitud de pantalla pues nos enteramos de la vida
a través de la televisión, u otra postura donde el compromiso es irrelevante,
se dejan pasar y se dejan hacer errores garrafales, gestiones incumplidoras
e incompetentes, show superfluos, y otros sin fin de acciones que no
aguantan una sencilla valoración lógica pero que pasan a ser un común
denominador, logrando mimetizarse en un devenir no acorde a nuestros
días.
Si
analizamos con extrema sencillez el concepto de alcahuete “Persona
que sirve para encubrir lo que se quiere ocultar”, podemos deducir
que existen infinidad de actitudes que haciéndose de la vista gorda,
dejan el espacio para que persistan conductas nada socialistas ni nada
revolucionarias.
Creo
que al citar en este escrito, que parte integral del ser revolucionario
es la valoración autocrítica de nuestra propia actitud ante la vida,
así como la extrema valoración autocrítica de las gestiones asumidas
en cargos públicos entendiéndolas como: ministros, alcaldes, gobernadores,
diputados, entre otros, se pudiera pensar que estoy siendo inoportuno
para aquellos supuestos revolucionaros, que les da alergia o urticaria
cuando se quiere asumir la autocrítica a la gestión de estos funcionarios
públicos, cómo una de las precisamente actitudes revolucionarias para
depurar los errores.
En
este sentido se juntan precisamente la arrechera de ese lunes por la
perdida del “Sí” en el referéndum, la arrechera de la ineptitud
de ministros, alcaldes y otros, y esta nueva arrechera cuando aprecio
por Tv la actitud de malcriades de un altísimo funcionario público
frente al grito denunciador de un ciudadano común sobre estas incompetencias,
que merece el mismo respeto que cualquier ciudadano sea este la punta
piramidal de los cargos públicos o un rango cualquiera cocido a una
charretera de cualquier institución militar.
Para
mí las debilidades de este proceso es la falta de arraigo, y esto tiene
que ver precisamente con la actitud pasiva y alcahueta de dejar pasar
las cosas, ver los toros desde las barreras, vivir en un letargo, asumir
con pasión una actitud usurera que se desvive por matarse por un plato
de anime con medio pan canilla y un cuartito de jugo, extender la mano
por una copa de vino en una celebración cualquiera, sumar una beca
depositada en la cuenta bancaria todos los meses así no sea merecedor
de ella, obtener corruptamente y de forma burlesca recursos económicos
haciendo uso del cargo que se ocupa y aparentar ser revolucionario,
invadir cualquier edificación para jugar a la viveza criolla, etc,
o simplemente dejar pasar indolentemente y ceder el terreno a aquellos
carroñeros que están de aquel lado esperando con la baba en la geta
el oportuno momento.
He
recogido diversas impresiones al transitar por la calle y en el día
a día, y puedo citar comentarios escuchados algunos con más fundamento
que otros de este pueblo que en verdad no es tonto, así como de acontecimientos
y hechos fidedignos de los cuales no podemos ser alcahuetes. Ejemplos
hay diversos: corrupción en algunas instituciones, falta de respeto
al pueblo en eventos públicos donde se reservan espacios privilegiados
a altos funcionarios, y aunque esto parezca irrelevante es una mínima
muestra de privilegios siendo que somos socialistas, anarquía de sectores
populares que tras izar la consigna revolucionaria invaden edificaciones
bajo la aptitud y la mirada complaciente de las autoridades, actividades
improvisadas donde se invierten grandes recursos económicos mientras
hay otros sectores que carecen de apoyo, decisiones unilaterales de
algunos directores de instituciones que marginan a los revolucionarios
mientras a los opositores les dan toda la cancha abierta para el saboteo
interno, en fin hay otros que haciendo uso de la imagen de nuestro presidente
se escudan con la cara singular del descaro para conseguir sus beneficios
personales o simplemente para disimular su inoperancia, negligencia
e ineptitud, ejemplos hay muchos más.
Existen
infinidad de chismes y ejemplos de malas gestiones, así como por ejemplo
el árbol burocrático de relaciones estratégicas o socios encubiertos
en cargos de importancia dentro de algunos ministerios, pero afortunadamente
esta la otra gran variante mucho más alentadora, donde el poder popular
se esta manifestando, se esta organizando, y se esta cohesionado sin
vacilaciones ante este proceso que además de chavísta, lo más importante
y que marca nuestros días es que andamos en revolución social.
Me
permito aflorar ese malestar e insisto en la incompetencia de algunos
funcionarios públicos, pues si bien es cierto este proceso revolucionario
del pueblo junto a nuestro presidente tiene innumerables hechos contundentes
y logros en la apropiación del rumbo de nuestro país, también es
cierto que no podemos ceder espacios a los carroñeros, y por eso junto
al accionar individual de cada quien desde su propio espacio, es de
suma importancia las gestiones públicas, para sumar una valoración
positiva de aquellos que se han mantenido distantes e indolentes a esta
nueva realidad, para hacer una revolución coherente con nuestro pueblo
y con nuestro presidente.
Yo
en lo particular amanecí ese día pensando que debemos articular una
fuerza insurgente que no sea armada pero si organizada, donde no prevalezcan
las becas y las directrices politiqueras de supuestos lideres, sino
que haciendo uso de nuestro derecho nos apropiemos palmo a palmo de
nuestro país, para sentirlo y vivirlo desde el amor y la conciencia.
Yo
propongo reunirnos en una organización para dejar de ser Alcahuetes
y que podría denominarse, Fuerza Organizada y le agregaría
Revolucionaria de Venezuela (FORV). Invito a intercambiar “por
ahora” opiniones al respecto, enviando sus comentarios a: fuerzaorganizada@gmail.com,
para ir tejiendo una red popular que cobre fuerza, donde según mí
criterio deberían sumarse todos aquellos venezolanos radicalmente de
izquierda, y donde no se acepten ni los “guabineos”, los “ni-ni”,
y mucho menos los derechistas, fascistas y vende patria encubiertos.
Por
ahora solo espero sus comentarios a este artículo y a la propuesta
de organización.