En esta primera columna de 2008, nuestro saludo a todos y todas las personas que tienen a bien leernos semanalmente, y los mejores deseos para que este año se caracterice por el éxito y avance personal y colectivo.

Y quisiera entrar en materia sobre el tema que copó la atención nacional e internacional en las últimas semanas, es decir, la hasta ahora frustrada entrega de rehenes por parte de las FARC, y la cartita bajo la manga con la cual el presidente Alvaro Uribe sacudió Villavicencio y buena parte del mundo, como lo es la aparición del niño Enmanuel en una institución de protección a infantes y adolescentes en el hermano país.

Como pienso dar algunas opiniones sobre el comportamiento de las FARC , quiero reiterar, para curarme en salud de las malas lenguas infectadas de sectarismo y acriticismo, que rechazo la manera como el mandatario colombiano ha pretendido enfrentar el conflicto en su país. No me gusta el uribismo ni elmilitarismo y mucho el narcoparamilitarismo. Por si acaso. Ni tampoco hago fiestas con las obvias maniobras que Uribe ha realizado para impedir un arreglo con las FARC abra el camino para una nueva etapa política en Colombia

Así como condeno la utilización del secuestro como herramienta política, no puedo ocultar mi repudio decidido a la manera como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia han colocado al gobierno venezolano en una incómoda posición al omitir, deliberadamente o no, pero muy probablemente en forma deliberada, el paradero del hijo concebido entre Clara Rojas y un integrante de esa agrupación guerrillera. También han actuado indebidamente con los familiares de Clara y el niño Enmanuel.

Mejor habría sido, por ejemplo, entregarlo directa y discretamente a la familia Rojas, o sencillamente dar a conocer, sin reservas, lo que ha pasado con el niño. Por mucho que sepamos de la intención uribista de privilegiar la opción militar para resolver a plomo limpio los secuestros y el propio conflicto armado que ya lleva más de cinco décadas, no es fácil encontrar explicaciones razonables a ese pequeño detalle que la mayor fuerza guerrillera colombiana ocultó y que hoy ha contribuido a poner en situación comprometida la iniciativa de entregar ante un grupo calificado de personalidades encabezadas por el expresidente argentino Néstor Kirchner a varios de los rehenes.

Las FARC deben una explicación transparente sobre este caso. Y no se la deben a Uribe sino a los colombianos, y a los miles y miles de ciudadanos en todo el mundo, y particularmente en Venezuela, que solidariamente apuestan por una solución digna al conflicto que desangra a la nación hermana.

Detallitos

Amnistía. Buena iniciativa del Presidente Chávez. En una próxima etapa debería ampliarse. Por lo pronto los tribunales deben finalizar los juicios pendientes y dictar sentencia, como en el caso de los comisarios Vivas, Simonovis y Forero.

Cambio de gabinete. Aunque hay muy pocas caras nuevas lo importante son las políticas que se lleven a cabo. Hay temas cruciales como la inseguridad y la vivienda.

Las tres R

La crítica es un instrumento imprescindible para que realmente pueda haber una auténtica revisión de las políticas que no han sido exitosas, una sincera rectificación de los errores que se han cometido y un reimpulso de aquellas iniciativas que se han quedado en el camino. Por ejemplo, creo que el nuevo ministro de Interior y Justicia debería retomar la iniciativa de convocar, como lo hizo Jesse Chacón, a la constitución de comisiones de trabajo para la reforma policial y la lucha integral contra la inseguridad.