No conciliamos con el odio ni con criminales
En un sector importante del chavismo pareciera estar tomando cuerpo la
idea de que es necesario conciliar con la oposición e incluso cederle
algunos espacios para que reduzcan su accionar violento. Hay quienes
creen, incluso, que darle participación en el gobierno pudiera contribuir
a reducir el daño que la campaña mediática ha ocasionado a la imagen de
éste.
Quienes así piensan parecen olvidar que la oposición ha dado suficientes
y claras demostraciones de estar dirigida por seres con el alma carcomida
por el odio y la miseria.
Allí está, como muestra, la reacción de una parte de esa oposición
enloquecida, ante el decreto de amnistía del Presidente. Lo
interpretaron como una señal de debilidad y de inmediato anunciaron que
si éste no renuncia, acudirán al TSJ a solicitar su inhabilitación por
insania mental o convocarán a un referendo revocatorio.
A todo gesto de buena voluntad, a todo intento de conciliación y a cada
perdón le seguirá una manipulación destinada a confundir y a sembrar
odios. Los errores serán magnificados con saña y los éxitos ocultados o
minimizados.
Si los buhoneros permanecen en el centro de Caracas, por ejemplo, el
gobierno será atacado por los problemas que estos le ocasionan a la
ciudadanía; pero si se busca una salida a la problemática azuzarán para
que se genere un conflicto y presentarán a los trabajadores informales
como víctimas de un gobierno represivo e indolente.
Esa gente tiene tanto odio que hasta en el inmenso esfuerzo realizado por
el Presidente para lograr un canje humanitario en Colombia, ellos no
vieron sino un deseo de protagonismo y un desprecio por las víctimas del
secuestro en Venezuela.
Llegaron al extremo de afirmar (sin mostrar ninguna prueba) que Chávez
había pagado una enorme suma de dinero a las FARC para que liberara
algunos secuestrados, sólo para darse publicidad.
Conveniente es tener en claro que para conciliar con alguien, es
necesario que exista voluntad de ambas partes; para que el perdón tenga
algún sentido, es necesario que exista voluntad de cambio en quien recibe
la gracia y para hacerse acompañar de alguien, tienen que existir
coincidencias.
Ninguna de esa tres condiciones está presente; sin embargo, pareciera que
en la dirección del chavismo se avanza en la dirección antes mencionada.
Sólo como ejemplo del error que encierra esta posición, invitamos a
observar la reacción de la oposición ante la victoria de los
seleccionados, masculino y femenino, de voleibol de Venezuela, en el
preolímpico.
Está tan enferma su alma que en ello sólo vieron a unos narradores que no
sabían como iba el marcador y parecían más fanáticos que narradores
deportivos.
Esa gente no cambiará nunca, pues su único interés es la toma del poder y
la erradicación de la faz de la tierra, de todo lo que huela a chavismo.
Quienes piensan concertar, quienes creen que hay que perdonarlos y
quienes piensan que deben ser incorporados al gobierno, deberían analizar
si es conveniente tener algún tipo de relación con seres cuya alma no se
inmuta al asesinar más de 150 campesinos, al contratar francotiradores
que con sus crímenes generen las condiciones para asaltar el poder o al
ordenar el asesinato de un joven como Danilo Anderson.
Lamentamos que en el alto gobierno se siga pecando de ingenuidad y no
debemos guardar silencio ante ello. No se trata de ser radical a
ultranza, pero con delincuentes y con criminales no vamos ni a misa.
Estamos en este proceso porque precisamente los valores que lo orientan
son diferentes y no estamos dispuestos a cambiar nuestra visión del mundo
y nuestro sueños sólo porque nos derrotaron el pasado 2D.
Rodilla en tierra nos mantenemos en la lucha, pero dejamos en claro que
somos fieles a un sueño de patria y a quienes comparten e impulsan el
mismo… a nadie más.