2 de diciembre del 2003
La oposición golpista venezolana vuelve a querer intentar lo imposible. A través de la mentira y la complicidad de los medios de comunicación sostenidos por el dinero que llega a paladas desde Miami, se intenta confundir a la opinión pública con lo que no es más que un gigantesco fraude. Megafraude dice con justeza el Comandante Hugo Chávez al referirse a las "4 millones de firmas" que los escuálidos sostienen haber reunido en una jornada que les ha resultado un gran fracaso.
A las miles de firmas impugnadas por ser repetidas, o logradas por métodos más que ílicitos -como hacer firmar a los pacientes de una clínica a cambio de atención médica-, se han agregado estos días todo tipo de chantajes y presiones.
Los pudimos observar in situ, junto con otros visitantes solidarios latinoamericanos que viajamos hasta Caracas para asistir al Congreso Bolivariano de los Pueblos. Decenas de grandes empresas, ligadas a Fedecámaras, obligaban, lista de asistencia en mano, a su personal a firmar por la oposición. Y ni siquiera de esta torpe y vil manera pudieron convencer a muchos, ya que gran parte de los trabajadores de Venezuela saben muy bien que el país ha cambiado gracias a la política popular que ejercita el gobierno revolucionario.
Pero, los escuálidos no cejarán en sus intentos. Ellos, no lo olvidemos, son parte de esa enorme maquinaria que se maneja desde Washington y que tiene como principal aliado al embajador de EEUU en Caracas, Charles Schapiro.
Para este grupo de poder que ambiciona quedarse con el petróleo venezolano, la política independiente y progresista de Hugo Chávez es inadmisible en tiempos de discurso único y globalización.
Sin embargo, la oposición sabe que se está jugando una de sus últimas cartas. Podrán engañarse y tratar de engañar a los más despistados con los medios golpistas transmitiendo casi en cadena sobre millones de firmas que sólo están en su truculenta imaginación, pero no podrán ocultar la realidad.
El pueblo venezolano no los quiere. No desea sus consejos. No admitirá su violencia. Y si lo desafían, sabrá estar a la altura de las circunstancias y defender todo lo conquistado por todos los medios posibles. Por todos, ya que como dice constantemente Hugo Chávez y reafirma el Alcalde Freddy Bernal: "en este viaje no hay retorno. O se vence o se muere en el intento".
Y no nos cabe duda que el pueblo venezolano vencerá a golpistas, gringos millonarios y oligarcas resentidos.
Por otra parte, América Latina está con Venezuela bolivariana y si a cualquiera de los que hoy tratan de destruir las conquistas de la Revolución insisten en sus torpes maniobras golpistas, deben saber que todo el continente se erguirá en defensa de una Revolución que ya sentimos como nuestra.
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