La burguesía venezolana no descansa ni un minuto en su empeño de sacar de la Presidencia de la República a Hugo Chávez. Después de los fracasos del golpe de estado en abril del 2002 (11-A) y del paro patronal de diciembre de ese mismo año, ahora por segunda vez introducirán unas firmas para solicitar un referéndum en contra del Presidente Chávez y de un grupo de Diputados del gobierno. Ya en febrero de este año les devolvió el Consejo Nacional Electoral (CNE) unas firmas por hacer una solicitud extemporánea para el referéndum del Presidente. Al darse a conocer los nombres de los firmantes de esa solicitud, se descubrió que un altísimo porcentaje eran firmas falsificadas. Para intentar hacer ese fraude utilizaron listados de los ahorristas de los Bancos.
La Coordinadora Democrática (CD) es la que ha convocado a todas esas acciones en contra del gobierno. Este organismo está compuesto tanto por los empresarios (Fedecámaras) y la burocracia sindical (CTV), como por todos los partidos de derecha, centro derecha y algunos que se reclaman de izquierda (Bandera Roja, MAS, Causa R y Solidaridad). Dentro de la C.D. también están los altos oficiales golpistas del 11-A y otros que se sublevaron posteriormente y ocuparon por meses la Plaza Altamira, igual están allí los altos ejecutivos despedidos de PDVSA.
Reafirmazo o Refraudazo.
El acto de recolección de firmas hechas entre el 28 de noviembre y este 1° de diciembre, lo dieron por llamar “el reafirmazo”. Ese nombre le vino por el intento de firmas que anteriormente habían hecho y no pudieron concretar. Como toda acción que hace la C D, el “reafirmazo” contó durante varias semanas con una campaña a su favor, bien desmedida en todos los medios de comunicación (tv, radio y prensa). Para el primer día hicieron que la inmensa mayoría de los que adversan al Presidente Chávez fueran a firmar, haciéndose largas colas en los centros de recolección, sobre todo, en las urbanizaciones en donde residen la burguesía y la pequeña burguesía. Para los siguientes 3 días la afluencia a los centros de recolección era mínima, permaneciendo vacíos casi todos. Sin embargo, las únicas imágenes que mostraban y siguen mostrando la televisión han sido las del primer día. Con esos efectos utilizan los espacios de opinión y de información, los dirigentes de la C D y los moderadores de esos programas queriendo demostrar que fue un éxito “el reafirmazo” y de que recogieron las firmas suficientes para que se convoque al referéndum, cuya cifra debería estar alrededor de los dos millones y medio.
Al hacerse esta redacción, no habían entregado al CNE la firmas, pero los medios de comunicación y los miembros de la C D declaran cifras que sobrepasan los 3 millones. No obstante, todo el montaje hecho con las firmas, ya antes que terminaran los 4 días de recolección, abundaban las denuncias de fraude, las de distintos tipos de trampas y presiones por parte de los miembros de la C D, hecho que si se quiere, logró frenar un poco, lo que era el plan original de la oposición derechista, el cual era decir que habían logrado recoger 5 millones de firmas, y a partir de allí, hacer una despiadada campaña y acciones, diciendo que Chávez estaba deslegitimado y debería renunciar de inmediato.
Por los momentos, con el abuso de los medios, sólo se han dedicado a decir que sí recogieron las firmas para que se convoque el referéndum. El “Comando Ayacucho” (CA) que es el frente en donde están los partidos que apoyan al gobierno, ha respondido diciendo que la oposición solo recogió un millón seiscientos mil firmas, cifras con los que no se lograría convocar referéndum para el Presidente Chávez y a muchos de los Diputados partidiarios del gobierno, que se les recogió firmas para solicitar referéndum. En las mesas de recolección había testigos tanto de la oposición como del gobierno, y presencia de observadores nacionales e internacionales, que tenían acceso al resultado diario del número de firmas recogidas. De estos testigos es de donde supuestamente, parte la información dada por el C A. De ellos salieron las denuncias de los distintos ilícitos e irregularidades acaecida, en la jornada prereferendum hechas entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre.
La C D en el proceso de recoger las firmas utilizó una empresa privada “Súmate” que hizo las veces de un CNE paralelo. En algunos sitios les fueron decomisadas sofisticadas computadoras, pero a pesar de eso, “Súmate” siguió funcionando cercana a los centros de recolección. El C A y el Presidente Chávez han presentado largas listas de personas que firmaron dos y tres veces, de firmantes que nos están inscritos en el Registro Electoral Permanente y del uso de nombres y cédulas de identidad de fallecidos. La denuncia que más se hizo, mucho antes de iniciarse “el reafimarzo”, fue la presión que ejercieron los patronos, los dueños de las clínicas y colegios para obligar a sus empleados a firmar en contra de Chávez. A ese personal le entregaban un cartón que deberían llenar, poniendo en este el número de planilla en donde habían firmado, amenazándolos de que si no lo hacían serían despedidos. Este hecho ha sido denunciado por la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) ante el CNE y la opinión pública. En las clínicas no solo obligaban al personal que laboran en ella sino que presionaban a los pacientes recluidos, incluidos hasta los familiares que acompañaban a los recluidos. En los centros de atención médica, en maternidades, hasta en los geriátricos y los siquiátricos, en los estados en donde ejercen gobernadores de la oposición, presionaron a las recién paridas, a los enfermos mentales y ancianos para hacerlos firmar.
Diputados oficialistas y sus salvo conducto
En medio de la convocatoria de referéndum para el Presidente Chávez y a algunos diputados oficialistas, posiblemente se salven muchos de estos, de que no se les recogiera las firmas para convocarles a referéndum. De haber sido la recolección de firmas un proceso interno del chavismo, seguro que la mayoría de los diputados a los que se les solicitaron firman, hubiesen sido recogidas. El grueso de ellos, así como se hicieron parlamentarios, montados en el Portavión de Chávez, ahora pueden que consigan salvo conducto, coleados en el mismo Portavión. Muchos de ellos son cuestionados por incapaces, por burócratas y por haber abandonado las bases de donde salieron electos. Ese mismo sentimiento existe también en contra de algunos gobernadores y alcaldes que se reclaman chavistas.
Durante la primera convocatoria a recoger firmas que se realizó entre el 21 y 24 de noviembre, lo que más incitó para que los sectores populares y algunas de clase media fueran a firmar, estaba el sentimiento cobrar la traición de más 10 diputados de esos 37, que fueron electos en las listas apoyadas por el chavismos y que después se fueron a convalidar todas las acciones hechas por la C D y a votar en la Asamblea Nacional en contra de las propuestas de los diputados del gobierno.
Determinante para que el proceso venezolano no avance más en su situación revolucionaria, lo es el hecho de contención y temor que significa, la profunda desconfianza que existe entre las amplias masas que se reclaman chavistas en contra de los partidos políticos que apoyan al gobierno, en contra de casi todos los gobernadores, alcaldes, ministros y diputados y otros altos funcionarios que se dicen estar con el bolivarianismo. Estos cargan acuesta la cruz de su incapacidad manifiesta y el balance de sus pésimas gestiones en los cargos que ocupan. Entre ellos hay señalados de corruptos. Algunos de estos funcionarios han sido abucheados y rechazados en presencia del propio Chávez, quien a veces, ha tenido que salir en defensa de estos. Hay casos tan indefendibles, que Chávez ha tenido que desprenderse de los que están más rayados.
Los logros alcanzados por el gobierno con los programas sociales como el de asistencia médica en los barrios caraqueños y en otros sectores de la población venezolana, llamado “Plan Barrio Adentro”, con el Programa de Alfabetización (Plan Robinsón), y los de estudios universitarios y de bachillerato (Misión Sucre y Misión Ribas), son producto del esfuerzo y sacrificio de centenares de voluntarios, que se prestan para llevar a cabo estos programas. El éxito se debe también por que son becados y asalariados un grueso número de voluntarios y estudiantes participantes de estos programas educativos. Pero a ninguno de los altos funcionarios del gobierno que presiden los institutos o ministerios en donde han recaído la implementación de los referidos planes, las masas le otorgan crédito y reconocimiento por los beneficios de esos proyectos. Eso viene siendo una demostración de los grises que han sido hasta para llevar adelante las acciones banderas del gobierno. El grueso sector de la población que apoya a Chávez, sólo cree en él, y reciben la orientación de este a través del programa televisivo dominical “Aló Presidente”.
La irreconciliable burguesía venezolana
La profunda división de clase que existe hoy en la sociedad venezolana es tan evidente, que desesperadamente la burguesía y sus instrumentos políticos, entre ellos, los medios de comunicación y la C D están hoy, tratando de aprovechar la iniciativa que tuvieron un grupo de intelectuales y profesionales universitarios, para propiciar una campaña titulada “Aquí cabemos todos”. Tienen el propósito con ello, el de detener el odio de clase que prevalece en los sucesos diarios en los distintos sectores sociales en Venezuela y buscan a la vez, dar la sensación de ser constructores de un piso político de gobernabilidad, por que pronto pueden ser gobierno. Sin embargo, ese “Aquí cabemos todos” para la burguesía, con el quieren encausar la actual situación revolucionaria, para ellos, está concebida sólo, sin la presencia de Chávez. Es punto de honor que Chávez esté fuera de la Presidencia, porque consideran a este como el responsable de la actual división de clase y de ser sinónimo de ingobernabilidad. Peligro que no quieren seguir corriendo, ante el temor de quedar atrapado en una revolución social.
A pesar de que Chávez ha hecho todos los esfuerzos para ganarse a un grueso sector de empresarios, hasta hoy no lo ha logrado y difícilmente lo logre. Una pequeña excepción de burgueses, muy insignificantes, están alrededor de Chávez. Este se ha cansado de tenderle la mano, ha ofrecido créditos, y ha dado trato preferencial a los pocos empresarios que le acompañan. Ya hace tiempo, nombró a de Ministro a un expresidente de Fedecamaras (Natera), con la intención de ganarse a un grupo de grandes y medianos empresarios. En eso con no ha tenido buenos resultados. Mientras Chávez extiende el brazo para encontrar empresarios, atrás está la mano “pelua” de Fedecámaras, chantajeando y aconsejado para que el empresariado no se acerque y oxigenen al supuesto demonio “comunista” que representa Chávez.
Son pocos los motivos, que producto de acciones hechas por el gobierno, tendría la burguesía criolla y el imperialismo para justificar la conducta de odio irreconciliable en contra de Chávez. Bien que Chávez, ha tenido una posición contraria a la política norteamericana a la guerra a Irak y a la de Afganistán, en contra del ALCA y, si bien, siempre ha mantenido un discurso anti neoliberal, este ha sido el mejor pagador de la deuda externa y por sobre todos los enfrentamientos declarativos, se ha comprometido de ser un fiel suplidor de petróleo a los Estados Unidos.
Para entender el comportamiento de la burguesía venezolana, fundamentalmente en los dos últimos años en contra del gobierno de Chávez, habría que hacer una investigación profunda que explique tal actitud. Recomiendo remontarse a las secuelas dejadas por el 27 de febrero de 1989, cuando salieron a flotes las expresiones de odio de clase contenidas por la dictadura militar perejimenista y los 34 años de democracia burguesa adeco copeyana. Desde esos hechos, el odio y el temor se han profundizado más y con esos acontecimientos, fue tal el susto que los principales burgueses del país, que entre el 27 y 28 F se asilaron de emergencia en República Dominicana y en Miami.
También se tendría que estudiar históricamente, cómo fue el surgimiento que el empresariado nacional tubo. Estos se hicieron y crecieron con la teta de la renta petrolera y de los negociados alrededor de las empresas del estado y de las obras del gobierno. Herencia y “derecho divino” que tuvieron con todos los gobiernos del pasado y que empezó hacer aguas con la asunción de Chávez al poder. Con los sucesos acaecidos con el paro patronal de diciembre del 2002, se terminó de cortar el lazo umbilical que existía entre un sector de la burguesía y de la pequeña burguesía con la industria petrolera, fuente “eterna” de los petrodólares.
A partir del rol que jueguen el Cooperativismo y la Cogestión en este proceso es que deberíamos saber el papel que le quedará asignada a la burguesía criolla, en el nuevo régimen democrático burgués que Hugo Chávez está intentando imponer. Hay que estudiar las consecuencias que estos hechos pueden acarrear, en el comportamiento de una burguesía que ha sido tan parasitaria y de poca capacidad de diversificación de negocios y de riesgo de inversión. Empresariado muy ligado ahora, en estos tiempos de globalización, por distinto lazos al imperialismo. Pero, que siempre mantuvo vínculos con el ala conservadora petrolera que representaba el viejo Bush, los Rochefeller y a la horda lumpe cubana mayamera .
La realidad inobjetable es que Hugo Chávez no ha expropiado a un solo empresario en estos largos 5 años. No lo ha hecho ni ahora, después del paro patronal, cuando decenas de empresas cerraron sus puertas, dejando en las calles a centenares de trabajadores, teniendo estos que ocupar las empresas, solicitándosele al gobierno la nacionalización o estatización. Entre estas hay empresas que proveían de insumos a la industria petrolera del país, estando sus dueños entre los principales dirigentes señalados como conspiradores y organizadores del paro patronal, con lo que más se justifica, cualquiera medida de expropiación. Ese es el caso de la Constructora Nacional de Válvulas (CNV), cuyo dueño es Andrés Sosa Pietri, ex Presidente de PDVSA, siendo el hijo de este, accionista de CNV y el abogado acusador contra Chávez por crímenes de lesa humanidad, en los Tribunales Internacionales, en España. Sin embargo, ni una sola medida en ese sentido ha tomado.
Después que Chávez en una intervención pública dijera, en aquellos momentos en vísperas al paro patronal, de que “empresa cerrada, empresa tomada”, comprometiéndose a ponerlas funcionar, se ha negado ahora a expropiar y ayudar a los trabajadores para que estos las ponga a producir. Desde hace meses se nombró una Comisión Especial para estudiar la situación de las empresas cerradas, por iniciativa del Ministerio del Trabajo, pero de sus resultados no se sabe nada. Argumentan tras bastidores, funcionarios y diputados que se han implicados en esos casos, que eso iría en contra de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que garantiza la propiedad privada. Se quejan diciendo que esa acción alejaría más la inversión extranjera.
Los trabajadores y la juventud se han echado andar.
En estos dos últimos años, los trabajadores y el movimiento estudiantil han estado prisioneros de la polarización exacerbada de chavismo y el antichavismo, teniendo que atrincherarse estos sectores al lado del chavismo en contra de las pretensiones fascistas de la oposición proimperialista. Todavía es hora, de que los trabajadores y la juventud no han podido desplegar toda su propia capacidad irreverente, de lucha y resistencia. Ante la arremetida patronal, al querer hacer pagar a los trabajadores el costo de sus acciones en contra del gobierno, los trabajadores desde principio de año empezaron a responder defensivamente. Esto produjo los conflictos de la Pepsi Cola y Plásticos Vinílicos en el estado Aragua, Industrias de Perfumes Cristine Carol en Caracas, Textiles Fénix en el estado Guárico, Codima y Venepal en el estado Carabobo, Constructora Nacional de Válvulas en el estado Miranda y otras empresas en los estados Zulia y Lara.
Aquellos conflictos de mediados de años, empalmaron con los llevados adelante en contra de la burocracia sindical que se resistía a escuchar los reclamos de democracia sindical que los trabajadores exigían. Principalmente se dieron peleas en contra de direcciones sindicales que hacían dos años habían ganado las elecciones, reclamándose chavistas o partes del proceso, pero que después se burocratizaron y pactaban a espalda de los trabajadores. Así surgieron los conflictos de Sanitarios Maracay, Pirelli, Resimon, Trimeca, Good Year y otros.
De esos hechos surgió, empezando la segunda quincena del mes de septiembre el Comité de Conflictos Unificados: Esto se dio por iniciativa de los trabajadores de las empresas tomadas, que ya decepcionados por la falta de respuesta por parte del gobierno, junto a la UNT constituyen dicho organismo, buscando encontrar la solidaridad y fuerza necesaria para seguir adelante. Al cabo de las siguientes semanas se dieron huelgas en Pirelli y Resimón, saliendo de estas acciones los trabajadores victoriosos. Hechos que han potenciado enormemente, las ganas a los trabajadores para sacar a patadas de sus sindicatos a los viejos y nuevos burócratas que permanecían enquistados en sus organizaciones sindicales y para reclamar sus derechos económicos ante la patronal como recién hicieron los trabajadores de Fospuca.
El movimiento estudiantil también levantó su cabeza y acaba de rescatar de las manos de los golpistas de Bandera Roja y de todas las partidos de la C D, después de más de 10 años en el poder de los traidores, la Federación de estudiantes más emblemática del país: la Federación de Centros de Estudiante de la Universidad Central de Venezuela (FCU). Hecho sintomático que se viene encubando y expresando en distintas organizaciones de la juventud.
Desde los movimientos políticos que hacen vida entre los trabajadores, el sector estudiantil y popular, se viene potenciando reclamos de las masas que han quedado en la sombra y en el olvido en medio de las circunstancias de pugnas que vive el país. El Movimiento 13 de abril, el M-28, UNT, Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR), Aporrea, Círculos Bolivarianos y distintos Comités de Tierras y Usuarios, tomaron las calles para exigir cese la impunidad que a favor de los fascistas ha reinado en todos años. La población está harta que la C D y los empresarios hagan cualquier acción criminal y no sean castigados por la justicia, escudándose el gobierno de que el Poder Judicial es autónomo y es quien no aplica la Ley.
Esta historia real debe continuar.
El país seguirá sumergido en esta disputa infernal por mucho tiempo más. Con o sin referéndum. Chávez, con el respaldo popular del que hoy goza (demostrado con la recolección de firmas hechas entre el 21 y 24 de noviembre y con el gigantesco acto del 6/12), tratará por sobre todo los riesgos, imponer el nuevo régimen que el considera posible en Venezuela. Los factores políticos y económicos que ostentaron el viejo régimen, no se darán por vencidos, e insistirán, hasta hacernos caminar aún más a todos, en el filo de la navaja, poniéndonos en este peligro de llevarnos a la violencia, a la guerra civil o el fascismo mismo. A estos sectores no hay amor de país, ni respeto a los derechos democráticos, que valgan más, que sus ambiciones de imponerse, o de resistir hasta el final, para mediar cuotas en el rescate del poder.
A pesar de poder expresar nuestra preferencia por el llamado chavismo antes que hacerlo por la oposición proimperialista, en el dilema chavismo vs antichavismo, todos, debemos estar claro, que en el marco de ningún régimen burgués, los trabajadores y el pueblo resolverán sus problemas de miseria y atraso. Lo que aquí puede ser considerado predicciones o hipótesis quedarán como simples hechos, al menos que los trabajadores terminen de acaudillar esta revolución y se decidan, de una vez por todas, de echar del juego a la burguesía y a sus políticos ociosos, expropiándoles las tierras, los bancos, los medios de producción y comunicación que ahora, en nombre del respeto de la propiedad privada ostentan, mientras que ellos siguen irrespetando los derechos de los trabajadores y el pueblo.
Stalin Pérez Borges. Miembro de la coordinación nacional de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y de la dirección nacional de Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR)
Venezuela, 9 de diciembre 2003
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