¡¿Cuánto cuesta la Esperanza?!

La campaña para llegar a la presidencia de algún país, es como un gran mercado, pero político, donde los candidatos se ofrecen a los electores como piezas comestibles, o de uso, como un buen cosmético que quita las arrugas y te rejuveneces totalmente.

Los futuros presidentes se las arreglan para adornarse con las mejores vestimentas y cada comercial está lleno de mensajes subliminales muy bien pagados por el abundante dinero. Cada cual se prepara para ir de compras y para ello llevan sus bolsas vacías para llenarla de mucha ideología, de esa que le mantendrá en el futuro su estatus social, van y compran y se regresan a sus casas llenos de euforia, alegres, satisfechos por haber escuchado la “lotería de su vida”. Y a veces me pregunto cómo es posible que abunde tanta ignorancia, tal vez en muchos de esos “mercados” ya muchos se habrán hecho la misma aseveración, -¡oye tú, me parece que ya hemos comprado lo mismo hace cuatro años!, - ¡creo que nos engañan al cambiarle las etiquetas al producto!

Confieso que no es mala idea que un político plasme en un discurso las esperanzas de sus electores y que estos se comprometan a llevarlo hasta el poder para hacer realidad sus sueños, mas qué sueños son los que hay que cumplir, si los que en verdad los necesitan, ya hace mucho tiempo que no despiertan y se quedaron en un “estado absoluto de hibernación”. En Latinoamérica también existe un “mercado político” no obstante éste es muy diferente, el “producto” dejó de ser “producto” para ser esencia, los “consumidores” se convirtieron en pueblo, y salieron de la “hibernación” y se lanzaron a una “compra” legítima de todos los sueños, una “compra” que tiene como valor, el bienestar y justicia social para todos, que no fue barato ni mucho menos, hubo que pagar ¡un buen precio! pero hay otros “mercados” los de contrabando, de vez en cuando hacen sus “rebajas” pero la competencia es muy poca, es casi imposible engañar al exigente “consumidor” perdón, al pueblo.

Yo por lo menos tengo siempre lleno el bolso y no niego que todos quisiéramos tener la oportunidad para “comprar” pero quizá se extiendan por todos lados en un futuro no muy lejano “verdaderos mercados políticos” donde el precio de la esperanza no sea ni barato y ni muy caro. Oscar Luis.

ogongora@ceproni.moa.minbas.cu



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Oscar Luis Gongora Fonseca

Dirigente de los Círculos Bolivarianos, comunicador alternativo, Director del periódico La Voz del Valle

 lavozdelvalle2@yahoo.es

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