En inamisible que sigan ocurriendo asesinatos “cuyos” móviles es el “atraco” o “robo” de sus vehículos, etc. El fallecimiento de Rubén Laguna, pone en evidencia que no tan solo existe un interés perverso por parte de los intelectuales de tales hechos, sino que existe también un interés morboso de las autoridades del estado “revolucionarios bolivariano” de Venezuela. Si, así como lo digo, es que acaso no hay huevos en el gobierno y las otras instituciones para llegar hasta el final y parar tantos atropellos. No ve venga a decir que si no hay un testigo, que si nadie denuncia no se puede abrir una averiguación y consecuentemente establecer una demanda ante los tribunales competente. Eso de revolución bolivariana, contrasta mucho con asesinato-sicariato. No pega, ni ética ni moralmente, las dos no puede coexistir al mismo tiempo, cuando hay una revolución estos perversos hechos desaparecen. Porque las revoluciones no se abren mucho en el sentido de hacerle saber a todo el mundo lo que hace, sus objetivos, medios y fines no se pueden divulgar a los cuantos vientos, no caigamos en la trampa del sistema de libertad y transparencia de la democracia Capitalista (Colombia, es el asco de ese modelo, ¿Qué, lo queremos copiar?). Pero lo que se pone entre dicho, es el funcionamiento de las instituciones de Inteligencia, que es precisamente su trabajo, el de logra detener todas esta barbaries ante de cometerse. ¿Por qué esto no ocurre así? Parece que la esencia de la revolución cuba e iraní no se estudia ni se toma en cuenta, se trata de los servicios de inteligencia, de vigilancia, de supervisión. El que es designado para tales trabajo, si falla se de sanciona duramente. Pero vemos en nuestra revolución premios como los consulados, algunas embajadas o el enroque hacia otra institución. ¡Coño! En que quedamos, en que el vicio, la negligencia, la miopía y la complicidad se mudan de lugar, siguiendo vivita y coleando. El mal ejemplo muchas veces, lo ha dado el mismo presidente Hugo Chávez. Hay momento en que se le salen las cosas sin medir las consecuencias, ya conocemos sus descripciones sobre muchos de sus subalternos, para luego sacarlos sin contemplaciones de sus cargos. Aquí, vale el síndrome de Peter. Saber del esfuerzo extraordinario que él le poner al mando del timón, la formula pueblo-arrechera, también es sinónimo de desilusión, de alejamiento, de apatía, y sobre todo de creencia. No se si es que algunos funcionarios van por un lado y el presidente por otro. Algo de este se percibe en la ciudadanía, en las calles, cosa nada favorable en una revolución.
El gobierno nacional debe crear una unidad militar o especial, así como lo que hace el Batallón Caracas, que se encarga de la seguridad de todos los generales, transporte, custodia y protección de los mismos. Pues, desde los más altos niveles, como aquellos que por su función lo requiera, deben dársele el mismo tratamiento. Que se incluya, Jueces, Fiscales, Parlamentarios, Defensores publico, etc. Con este cuerpo, se eliminaría que se atente directamente sobre estas personas. También debe existir un cuerpo de vigilancia y protección que se encarguen de cuadro medios, asistentes personales y de las secretarias de los despachos. Pues la, CIA se cuela en esos huecos y en sus operaciones se hínca hasta lograr su objetivo. El funcionario, también debe entender que entra en una área especial de vigilancia y protección, que su familia también va se objeto de investigación, pues, los servicios de inteligencia de los gobierno enemigos y de la revolución cuando ven que no pueden llegar directamente con el alto funcionario, entonces buscan a familiares, a sus amigos, a sus mujeres, a su chofer y para usted de contar, para llevarles los “mensajitos”. Igualmente, dichos funcionarios deben comprender que sus hijos y mujeres serán vigilados para ver como cuadran en el grotesco mundo del chantaje, compra o corrupción, que busca el enemigo crearle y así destroza la vida de una familia, la de un funcionario y perjudicar al gobierno. Las operaciones de la CIA atacan cinco niveles al mismo tiempo. Veamos el ejemplo del hermetismo cubano, chino o iraní, y aun así la CIA se les mete. Pero el gobierno de Hugo Chávez esta más perforado que un colador, muchos funcionarios (esta en la mente) son verdadera gelatina. Aquí, el mismo Chávez tiene su culpa, creo que nunca se ha intentado aplicar la paciencia y serenidad de Fidel, la suspicacia, la metodología ni la malicia que ha hecho de Cuba un ejemplo a estudiar y seguir. Lo contrario sucede con los funcionarios, que mostrando huevos y cojones, entonces por una pifia, se le saca abruptamente del gobierno.
Con tantos muertos por obra y gracia del sicariato, uno como que va entendiendo que el gobierno tiene un interés político-masturbador en el mismo, pues se beneficia, para luego justificar X ó Y medida (innecesaria e ineficaz). Lo principal es evitar que ocurran asesinatos o que se atente contra las personas, cosa que no se ve. No podemos aceptar excusas de los casos ocurridos en el Zulia, menos en las narices de la sede del gobierno nacional. Debo ser honesto criticando estas cosas, sé que el gobierno ha recibido un país con todos los vicios y antivalores, pero se llevan diez años entre los cuales hay muchos avances y obras concluidas, la calificación en materia de corrupción y sobre la seguridad ciudadana es bajísimo. Eso no fuera posible si Chávez no se equivocara muchos con la gente que nombra en los ministerios. Así, como la cambiadera de tales funcionarios no ayuda en nada. Espero que deje por mucho tiempo a Rodríguez Chacín en el cargo, que le permita desarrollar sus programas, que aprenda de sus errores y que esperemos con paciencia sus resultados. Claro, la responsabilidad no recae en el ministro Rodríguez Chacín, también es responsabilidad de muchas otras instituciones (fiscalía, tribunales, Asamblea Nacional DIM, Gobernaciones, Alcaldías, etc.).
Es oportuno, examinar la actitud de Simón Bolívar cuando tuvo las agallas de entregar a los españoles a Francisco de Miranda, luego el fusilamiento de Piar, pero a la hora de castigar con ejemplaridad al gran traidor de Páez y Santander, la mano de blandeque le sudo de miedo. Igualmente, hay que revisar la ley penal venezolana, en el caso del castigo máximo de treinta años de cárcel para aquellos delitos y crimines horrendos, lo cual considero que es otra de nuestras debilidades, hay delitos que por su atrocidad debe tener cadena perpetua. Eso no es violentar o negar ningún derecho a la vida, es el castigo por infringir la ley. Otro beneficio inexplicable es a la hora de juzgar a los ricos, la ley es dócil y flexible y hasta favorable porque esa gente es educada y de la oligarquía. ¡Mierda! Pero para el pobre que no tiene la capacidad de entender la consecuencia de lo que hace, para esa persona la ley es robusta y pesada, malvada y criminal. Aquel que tiene “educación” gana, al que nunca la recibió se le jode. ¿Eso es posible en una revolución? Eso lamentablemente, sigue pasado en estos años de “revolución”.
Yo soy de esos, que no cree mucho en la justicia a la venezolana, pues recuerdo que estando en el Cuartel San Carlos, los militares revolucionarios patrióticos y “humanistas” ejercieron su influencia para que yo fuera cambiado de celda, lo cual lograron, y tal fue el cambio que me pusieron en una celda con presos comunes que consumía sus drogas a diestra y siniestra. En una tarde de esas, me encontraba yo estudiando un libro sobre ideas políticas, cuando los cartones me cayeron encima, con chuzo en mano me golpearon hasta que no pude manifestarle resistencia, pues me dejaron inconciente por un espacio de tiempo mayor a treinta minutos (eso creo, por que nunca estuve seguro de cuanto tiempo permanecí inconciente), denuncié ese atropello ante las autoridades del penal. Igualmente, le comunique la misma situación a los militares “revolucionarios”, entre ellos al Coronel (Av.) Carrido y al Tte. Cnel (Ej.) Madrid Bustamante. Después de mucha queja y un enfrentamientos con unos cuantos de los presos comunes, fue que me cambiaron a otra celda. Allí, también, fui objeto de otro atentado, me quería apuñalear, gracias al Mayor (Ej.) Centeno y al Tte. (Ej.) Bracamonte, no fui atacado. Pero ellos actuaron de forma personas, pues, habían sido aislados de los otros militares “revolucionarios”. Hasta hoy la justicia, sobre mi caso en particular reposa en el olvido, los daños físicos a mi salud siguen vigente. La pregunta de la mil locha es ¿Quién se beneficio con los ataque en mi contra? ¿Cuáles fueron las razones para dar una orden para atentar contra mi integridad física? ¿Quiénes fueron los autores intelectuales de tal inmoral orden? Espero que no piensen, que quiero achacarle esta vaina a Chávez, solo lo manifiesto para que se conozca detalles que hasta ahora no se tenía idea, Trato de decir, que ante la podredumbre moral de muchos venezolanos en el gobierno, deja mucho que pensar. Por eso no le ha sido difícil a la CIA penetrar ese colador en el gobierno de Chávez. Ante esta plaga, el presidente debe luchar tanto ó mas que sobre la misma pobreza en los barrios.
En pocas palabras la impunidad en muchos casos, deja una sensación de insatisfacción sobre el papel de los organismos de seguridad y protección ciudadana. Se denuncia y se le da espacio a los asesinatos de los sindicalistas y luchadores sociales en Colombia, pero los nuestros quedan en el olvido. Algo anda mal, algo sale mal y es hora de detener la colombianización de la violencia en suelo patrio, donde la impunidad tiene un asidero complaciente. Espero, que ante de finalizar este año se pueda hacer visible la primera parte de la tres R. Recordemos, que un hospital nuevo, una escuela nueva, un nuevo tren por si solo no es sinónimo de progreso. El progreso es una sumatoria de beneficio, derechos y deberes que se hace visible con un sistema de libertad y seguridad ciudadana, para luego definirse con un estado de derecho, no en el papel sino en la práctica, en su cotidianidad. Espero que el caso de Rubén no se una laguna de la desidia y el olvido.
Patria Socialismo ó Muerte
¡Venceremos!
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