A la clase media venezolana

Es un mensaje para los que están con el proceso y especialmente, para los que no lo están. Es en serio esto de escribir sobre un tema poco tratado y me voy a tomar la decisión de hacerlo, o intentar explicarlo. El porqué la revolución tiene 4 millones y un pelo mas de venezolanos, ya sean puros o enrazados, con aliento europeo, americano o asiático que tienen posiciones extremistas en cuanto a lo que sucede en el país y a las decisiones que toma el alto gobierno en cualquiera de los campos de la vida en general.

Unos setenta periódicos y mas 700 emisoras de radio, día a día, colocan en el tapete, sin pausa ni descanso, los epítetos contrarios a un deber ser que se plantea a la comunidad a través de los instrumentos de los cuales dispone una democracia y un gobierno legítimamente  elegido y en funciones constitucionales, con apego al contenido de las normas y leyes diversas. Es más, esos medios de información se abrogan la representatividad de un grupo numeroso de seres humanos que adversan el accionar político de la revolución bonita cuyo líder es el presidente HUGO Chávez.

Esa clase media que se desenvuelve en niveles alto, mediano y bajo, trabaja en los hospitales, en las escuelas, liceos y universidades. Está en las empresas privadas en cargos gerenciales, en las empresas del estado en cargos similares. Está representados por comerciantes independientes y viven en urbanizaciones, edificios residenciales y en el campo. Algunos viven en los barrios consolidados de las grandes ciudades y en los cuales han echado raíces desde hace muchos años.

La gran mayoría de ellos tienen acceso a la salud privada a través de seguros de hospitalización y maternidad y compran sus alimentos en las grandes redes de supermercados y en lo único en que coinciden con los pobres es en la compra de medicinas que se hacen en las farmacias globalizadas que se apoderaron del mercado e hicieron desaparecer las boticas del país. Tienen la posibilidad, por razones de mercado, de comprar más fácilmente un vehículo con costos cercanos y pasados a los 100 mil bolívares fuertes, con cuotas mensuales que llegan a los 2 mil bs.f , que una casa por los precios altísimos de la vivienda.

Y el porqué no les gusta lo que oyen en la radio, lo que ven en la televisión y lo que leen en la prensa sobre las acciones del gobierno ? . No creo que sea por envidia, o por egoísmo, o solo por llevarle la corriente al gobierno. No creo que no quieran o amen a la gente, aun sin conocerla. No creo que piensen que nadie más que ellos puede cambiar su nivel de vida y tener acceso a bienes y servicios a costos menores a los que ellos los adquieren. Dudo que en realidad sean conminados a creer cosas que reciben a través del bombardeo constante por parte de los medios arriba mencionados y por moderadores de programas que están rozando con la locura y casi han perdido la cordura. No los creo capaces de querer parecerse a la clase adinerada del país, a la oligarquía rancia e irracional que siempre exploto la gallina de los huevos de oro, que vive muy bien, fuera del país y que sigue teniendo pingues ganancias por que manejan desde hace rato el aparato productivo.

En verdad, creo que lo planteado en negativo es cierto. Pero si existe una razón por la cual ese inmenso grupo de electores criollos adversa el proceso que se está ejecutando en el país de Bolívar y de tantos otros próceres, y es muy sencilla pero extraordinariamente importante: esos compatriotas están informados pero no han visto si en realidad todo ello es cierto. Que en un edificio de la CVG en la capital del estado estudian diversas carreras más de 4500 hombres y mujeres que ayer no tenían acceso a la educación superior. Que la misión Ribas recibió a cientos de miles de compatriotas y los llevo a ser bachilleres y luego alumnos de la universidad. Ellos no han tenido posibilidad de ver a los millones de alfabetizados que abrieron sus ojos al conocimiento. Que la gente que vive en los barrios y también en las áreas urbanizadas puede hacerse del servicio de salud sin tener que ir a los grandes hospitales que por años consumieron el erario en forma indiscriminada. Que compran sus alimentos, la carne, el pollo, el arroz y otros de la dieta básica a precios con los cuales no lo puede hacer en las cadenas de supermercados.

Que hoy esas comunidades organizadas en Consejos Comunales resuelven problemas que esperando la  acción de cualquier gobernante, hubieran tardado hasta veinte años y más no hay posibilidad que ellos lo vean porque aun y habiendo salido de esas comunidades, el trabajo y la vida que llevan les impide mirar hacia abajo, a hacia los lados.. Quizás sienten que hay acción de gobierno cuando llenan su tanque de gasolina con 4 o 5 bs. F y no con los 200 que paga un gringo en el norte, en Europa , en México y en el resto del mundo. Pero no lo hacen cuando ven nacer un puente nuevo en la puerta de Ciudad Guayana, o en la unión entre Caicara y el pueblo del Guárico. O un metro en Valencia, en Maracaibo, o en los Teques, el trolebús de Mérida, o la vía ferroviaria que cruza Carabobo y llega hasta Aragua.

Es cierto y si no pueden ver ni palpar lo que sucede en un barrio, menos tendrán la posibilidad de ver lo que sucede en el campo en aras de la búsqueda de la soberanía alimentaria.

En verdad, compatriota, lo más seguro es que Ud., no reciba directamente el efecto de la inversión del estado y del gobierno en los pobres por qué no lo necesita pero por lo menos acepte que eso se está haciendo con alguien que no tiene lo que Ud., ha logrado hacer con su profesionalización y su trabajo y también porque es así, ese mercal o pedeval, o cdi, o ambulatorio de barrio adentro, o centro de alta tecnología, también es suyo y de los que le rodean y allí, estamos seguros le esperamos con los brazos abiertos para atenderlo porque Ud., también es venezolano. Despierten compatriotas y vean el futuro promisor que se nos presenta a todos…Los de arriba porque lo tienen, Ustedes porque sobreviven y los de abajo porque va en esa vía de hacerlo. 

                                     

                                        ajvmederico@hotmail.com



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Antonio J. Valdez Mederico


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