ALBA, avanza la esperanza

En días recientes, todos asistimos al emocionante acto de incorporación de la República de Honduras al ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). Hoy suman cinco (5) los países hermanos (Cuba, Nicaragua, Bolivia, Honduras y Venezuela) que han decidido optar por un mismo sendero. No sirvieron todas las presiones imperiales para frenar al valiente presidente hondureño de su firme determinación por incorporar a su pueblo al ALBA.

Lo que sucede en nuestro continente llena de esperanzas al mundo. Nunca antes, país alguno, había colocado sus riquezas naturales y energéticas a disposición del desarrollo de la región, rompiendo con las tradicionales herramientas egoístas (el negocio) de relacionarnos. La Solidaridad y la Complementariedad le han ganado otra partida al capital. Venezuela demuestra que, la integración energética es el primer paso para la unión Latinoamericana.

Lewis H. Morgan en su escrito titulado: “La Sociedad Antigua”, el mismo que invoca Federico Engels como conclusión de su famoso libro: “El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado”, emitió un juicio que trascendió su tiempo, y que dice lo siguiente:

“Desde el advenimiento de la civilización ha llegado a ser tan enorme el acrecentamiento de la riqueza, tan diversas las formas de este acrecentamiento, tan extensa su aplicación y tan hábil su administración en benefició de los propietarios, que esa riqueza se ha constituido en una fuerza irreductible opuesta al pueblo. La inteligencia humana se ve impotente y desconcertada ante su propia creación. Pero, sin embargo, llegará un tiempo en que la razón humana sea suficientemente fuerte para dominar a la riqueza, en que fije las relaciones del Estado con la propiedad que éste protege y los limite de los derechos de los propietarios (…) Los intereses de la sociedad son absolutamente superiores a los intereses individuales, y unos y otros deben concertarse en una relación justa y armónica. La simple caza de la riqueza no es el destino final de la humanidad, a lo menos si el progreso ha de ser la ley del porvenir, como la ha sido la del pasado. El tiempo transcurrido desde el advenimiento de la civilización no es más que una fracción ínfima de la existencia pasada de la humanidad, una fracción ínfima de la época por venir. La disolución de la sociedad se yergue amenazadora entre nosotros, como el termino de una carrera histórica cuya única meta es la riqueza, por que semejante carrera encierra los elementos de su propia ruina. La democracia en la administración, la fraternidad en la sociedad, la igualdad de derechos y la instrucción general, harán vislumbrar la próxima etapa superior de la sociedad, a la cual tienden constantemente la experiencia, la ciencia y el entendimiento. Será una reviviscencia de la libertad, la igualdad y la fraternidad de las antiguas gens, de todos los pueblos del mundo pero bajo una forma superior” (Morgan, 1877)  


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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

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