"Muy sorprendido quedé porque ninguno de ustedes (los periodistas) ha hecho preguntas sobre diversidad cultural o racial. En EEUU representantes del gobierno tienen acusaciones contra este gobierno al ver caras como yo, de negros, o porque algunos son cubanos en vez de ser venezolanos. (...) Nuestra democracia en todo el hemisferio depende mucho de su responsabilidad social a ayudarnos no simplemente haciendo preguntas sobre el gobierno o la oposición. La democracia no es el gobierno o la oposición, es el pueblo, sea el pueblo aquí o en los Estados Unidos."
-- Encargardo de Asuntos Culturales del TransAfrica Forum, en rueda de prensa desde Vicepresidencia Ejecutiva el 8-1-04
Si algo ha demostrado la visita de Danny Glover a Venezuela, es la ausencia de periodistas que puedan representar de alguna forma a esa gran cantidad de millones de venezolanos que tienen sus esperanzas cifradas en este proceso de cambios. Y recordemos que el periodista, que actúa como una especie de conducto entre la sociedad y las fuentes de información, debe representarnos a todos, no sólo a sus jefes o los estratos sociales A y B.
Durante la rueda de prensa llevada a cabo hoy en la Vicepresidencia Ejecutiva de la República con motivo de la visita de Danny Glover y el TransAfrica Forum, transmitida en directo sólo por el canal Venezolana de Televisión (como ustedes saben, Venezuela es visitada a diario por actores estadounidenses y organizaciones anti-racistas, así que esto no es noticia), la mayor parte de las preguntas eran, más que preguntas, intentos a replicar las afirmaciones que Bill Fletcher, presidente del TransAfrica Forum, hiciera cuando dijo que "el proceso que se vive en Venezuela ha sido caricaturizado por la prensa, y en particular por la prensa estadounidense (...) Tenemos solamente mentiras o medias verdades, comentarios falsos."
Glover debió defenderse ante una primera arremetida de los periodistas, quienes, molestos ante semejante afirmación, pidieron evidencias: "Mucha de la información que nosotros recibimos no es información precisa, sino básicamente desinformación", dijo el actor en inglés. Tras decir eso, un fuerte cacareo se escuchó del lado de los periodistas. Continuó: "Hay desinformación que proviene de los medios, la mayor parte de la información que podemos ver no se compadece con la realidad que ocurre en Venezuela. La información que sí se compadece con la realidad venezolana proviene de personas que conocemos, que visitaron el país y vieron por sí mismas lo que está ocurriendo. Para nosotros es importante debido a que vivimos en el país más poderoso de la Tierra y con uno de los sistemas de información más poderosos. Queremos analizar qué ocurre en Venezuela de verdad."
La respuesta de Glover fue tan "controversial", que causó una serie de cacareos adicionales (5 años en una universidad, sólo para aprender a cacarear... ¡Dios mío!). "Todos están hablando al mismo tiempo y yo no puedo interpretar eso", dijo el traductor. Finalmente, una periodista de The Associated Press tomó el micrófono y pidió en inglés un ejemplo sobre las "mentiras y medias verdades."
"Uno de los ejemplos más claros fue la actitud del gobierno de Bush respecto al golpe de Estado (del 11 de abril de 2002)", respondió Fletcher. "El gobierno de EEUU en efecto apoyó el golpe de Estado. De hecho, es muy hostil hacia uno de los gobiernos que en este hemisferio ha sido elegido tal vez con mayor democracia, que con aquellos que no son demócratas. Actualmente hay un gobierno militar en Pakistán, el cual es apoyado por EEUU. Ahora yo le pregunto a usted: ¿Tengo que dar algún otro ejemplo?" El ministro Istúriz, perseguido durante aquellas 40 horas del golpe de abril de 2002, no podía ocultar una amplia sonrisa blanca, que contrastaba con su oscura piel afrolatina. Pocos recuerdan que en diciembre de 2002 fue víctima de bromas racistas del actor Orlando Urdaneta, quien utilizó su programa de televisión para calificar sus rasgos, "feísimos" según él, con los de un macaco o un chimpancé.
La respuesta de Fletcher provocó más carareos y más periodistas que querían hablar fuera de turno. Luego, alguien preguntó si iban a reunirse con la oposición; se respondió afirmativamente, y luego Glover enfatizó que estaban más interesados en reunirse con personas normales, con organizaciones de mujeres, con maestros, escuelas, trabajadores, con miembros de la Sociedad Civil.
Otra pregunta: "¿Cómo los estadounidenses en general están percibiendo el proceso político que se vive en Venezuela?" Y otra: "¿Cómo piensan medir el proceso político venezolano?". Otro más preguntó si "estaban conscientes de que el gobierno venezolano TAMBIÉN* ha manipulado información", citando como ejemplo a la difamada película irlandesa "La Revolución no será televisada."
Al final, los foristas tuvieron que ponerse a la defensiva, explicando una y otra vez que ellos no venían a juzgar a nadie, sino a hablar y a conversar con la gente. Terminaron defendiéndose de la prensa venezolana.
Pero no hubo ni un sólo periodista que pensara en que ellos eran una FUENTE DE INFORMACIÓN, y les hiciera preguntas más significativas sobre lo que han aprendido y lo que han logrado defendiendo a las minorías raciales y étnicas. Yo hubiera querido saber de boca del propio Glover, por ejemplo, si su participación en una gran cantidad de marchas en contra de la invasión a Irak lo han perjudicado profesionalmente como actor. Le preguntaría cómo ven el panorama electoral en Estados Unidos en este año. Les preguntaría si no sentían temor de que su reciente visita a La Habana les trajera repercusiones al regresar a Estados Unidos. Les preguntaría qué perjuicios les ha traído la Ley Patriótica a los afro-estadounidenses y a otras minoría étnicas y religiosas, como los árabes y musulmanes. Les preguntaría qué logros culturales y educativos han tenido sus organizaciones en Estados Unidos, y si han compartido algunos de esos logros con el gobierno venezolano.
No fuí el único molesto por eso. Al terminar la rueda de prensa, uno de los delegados, el encargado de asuntos culturales del TransAfrica Forum (error imperdonable el de no tomar su nombre), tomó el micrófono y dijo en español: "Muy sorprendido quedé porque nadie de ustedes ha hecho una pregunta sobre diversidad cultural o racial; ese es uno de los problemas que tenemos. En EEUU representantes del gobierno tienen acusaciones contra este gobierno al ver caras como yo, de negros, o porque algunos son cubanos en vez de ser venezolanos. ¿Qué ustedes van a hacer al educar no solamente al pueblo venezolano sobre la diversidad cultural y racial aquí? También en todas partes de las Américas. Nuestra democracia en todo el hemisferio depende mucho de su responsabilidad social a ayudarnos no simplemente haciendo preguntas sobre el gobierno o la oposición. La democracia no es el gobierno o la oposición, es el pueblo, sea el pueblo aquí o en los Estados Unidos."
Ojalá y la Vicepresidencia abra las puertas a los medios alternativos algún día, y estos apliquen las palabras del encargado de asuntos culturales del TransAfrica Forum. Por cierto, ¡seguimos esperando que cierto micrófono rojo comience a aporrear pronto a los medios privados!