Para tratar y entender de éste tema, es necesario que no se haga de ello una extrema exégesis intrínseca para no caer en la simpleza condición de darle un enfoque ofuscado. En cada institución, sean éstas de naturaleza privada o pública, se aplican normativas que se deben respetar y aceptar para cada quien que las integran, así, de esta manera se dará cumplimiento sin aviso ni protesto; esto se refiere específicamente a las decisiones que se toman de los que al ciudadano común llama: “órdenes de arriba”; pues no se puede discutir las medidas tomadas cuando ya éstas están suficientemente debatidas, claro ejemplo se presentan en los cargos de libre nombramiento y remoción de la administración pública o privada, puesto que ello son decretados para un desempeño en un tiempo “indeterminado” según el criterio y evaluación de quien lo faculta.
Desde hace mucho tiempo se viene ejerciendo esta prerrogativa, ya que es una herramienta para darle una orientación positiva a distintas instituciones, muchas son ejecutadas por diferentes razones, es decir, porque no hubo un alcance en las metas planteadas, porque se desviaron los objetivos preestablecidos, porque hubo mal manejo en los recursos económicos, muy bien porque hay algún desgastes físico o simplemente porque se somete a una transformación institucional, pero sin duda todo estos obedecen a estrategias para impulsar el desarrollo en los organismos.
Queridos lectores analíticos, con mucha inquietud se observa en estos días, la manera de concebir una decisión tomada desde la cúpula central de la hidrológica de Venezuela conjunto al Ministerio que le compete, cuando en ello requirieron la dimisión del Presidente de HidroFalcón, y es que tal decisión indudablemente fué notificada al Presidente HUGO CHÁVEZ, puesto que éste Capitán del barco revolucionario daría conformidad a tal cambio en la hidrológica (razones de sobra tendrá).
Es inconcebible cuando algún funcionario de un cargo de libre nombramiento y remoción se obsesione y se empuñe a tal cargo, ya que desde su inicio esto lo deducía irreprochablemente, mucho menos camaradas que quieran rechazar este tipo de decisiones, que fueron tomadas bajo directrices de su organización central, en verdad nuestro pueblo está claro, las decisiones del Gobierno Nacional se respetan, cuando se tratan de crear políticas para impulsar el desarrollo en Venezuela, es decir, que no podemos caer en las pretensiones perversas externas e internas en nuestro proceso revolucionario, la cual procuran este hecho para desprestigiar a nuestros candidatos a los distintos cargos de elección popular, creando referencias como unos sublevados o indisciplinados cuando se trata de concebir las decisiones del Presidente (aptitud del chismoso ponzoñoso), y son ellos los primeros en hacer audiencia para que los cuentos lleguen a los tímpanos de nuestro Comandante Chávez. Camaradas, la orden es clara y precisa, debemos ser disciplinados en la toma de decisión, la solidaridad es automática pero no es motivo de desconocer tales disposiciones, porque somos revolucionarios pero disciplinados, somos socialistas y nos desprendemos de toda aptitud obsesiva y porque somos humanistas con el CORAZÓN DEL LEÓN.
CARLOS GUTIERREZ
Estudiante de Estudios Jurídicos de la UBV
carlosg2021@yahoo.com