La inseguridad es el animal, puede ser cualquiera de fuerza del reino. Lo representa el hombre sin estudio, sin trabajo, con familia a quien mantener, con fácil acceso a las drogas naturales y a las de diseño. El hombre o mujer sin proyecto de vida o con uno aparentemente más sencillo y rápido de cumplir. También los es el que no tiene posibilidad de inclusión en la sociedad por alguna discapacidad notoria. Pero, también lo representa el hombre con estudios, el que ha asistido a las mejores universidades del mundo. El creativo e ingenioso en la economía y la ciencia aplicada. El de cuello blanco o de poder económico manifiesto y aquel que utiliza uniforme para servir a la ciudadanía o el que tiene la ley en la mano para aplicarla.
El jinete puede ser cualquiera de ellos y uno más , el que dirige, el que gerencia, el que organiza, el que paga el servicio, es decir, el Estado a través de una persona, el que se supone debe de supervisar y planificar y el que conoce la historia de lo que pasa en cada comunidad del territorio que domina. O se supone que conoce.
Esos dos elementos gráficos, que son ciertos, que están allí, juntos, son inseparables, pueden hacer que la percepción de inseguridad que tienen la gente que vive en este país, se mantenga, suba o baje en forma significativa y que permita visualizar una mejor manera de vida desde este punto de vista en colectivo de 28 millones de habitantes, aproximadamente.
Por ejemplo, en Colombia con 46 millones de seres tiene el primer lugar del mundo en asesinatos por cada 100.000 habitantes, según la Organización Panamericana de la Salud, con 84,6 y 79,7 en los años 2006 y 2007. El Salvador, con apenas 5.7 millones de habitantes le sigue con 43,4 y 45.6 asesinatos en los mismos años y en Venezuela con 34.1 y 34.5 ocupando el tercer lugar, pero con el número de habitantes arriba señalados. Pero lean esto, Brasil con casi 200 millones de habitantes ocupa el cuarto lugar con 31.1 y 31.7. Leyendo esta nota y comparándola con lo acotado por la prensa mundial el país neogranadino es favorecido in extremus or la connotación que se le da de un territorio seguro. (datos tomados de Ultimas Noticias, algunos)
Bien, ese cuadro nos permite inferir algunas situaciones que comparándolas entre esos países no tendrían justificación a menos que se infiera que en realidad el hombre controlador, el estado vigilante e inversor en la materia no está actuando adecuadamente y por ello galopa la inseguridad cuando en otra realidad, debería estar al trote lento o estática en números reales.
Por un lado, en forma notoria, se observa la inversión en salarios, en atención social, en vehículos, comunicaciones, armamento y municiones o por lo menos lo dicen los presupuestos anuales ejecutados en el país y en este estado Bolívar en particular pero los resultados, a pesar de que no se conocen estadísticas, no inciden en que la percepción arriba señalada baje o en todo caso, ni los medios impresos locales y nacionales lo dejan entrever.
Qué hacer?.. Son innumerables
las consejas que dan expertos policiales, criminólogos, sociólogos,
siquiatras y vecinos sobre el tema que van desde que haya patrullaje
todos los días hasta que cambiemos al hombre y se ponga uno nuevo,
es decir, que se rescinda el contrato de trabajo a los actuales y entre
gente nueva entre los 18 y 25 años como lo establece la
Ley de Policía Nacional vigente. Pero, humildemente sugiero una vez
más, que se haga lo que hoy no se hace: 1.La presencia física durante
las 24 horas en la comunidad, en lugares previamente escogidos y cambios
de los mismos en razón de los resultados. 2.- Abrir un número telefónico
que reciba información de la comunidad pero que no le ponga como requisito
el que se identifique para poner una denuncia y puede ser el mismo 171,
para hechos delictivos cometidos o en proceso, ventas de drogas diversas,
alcohol, ect. 3.- Que se programen turnos de 8 horas de trabajo para
cada grupo. 4.- Lo anterior incluye la supervisión interna del comando
de policía, sea municipal o estadal. 5.- Que sea creado un cuerpo o
grupo de vigilancia externa dependiente del Gobernador del Estado que
vigile y de cuentas de las acciones de los vigilantes o policías. 6.-
Que se coloquen buzones receptores de información en cada comunidad,,
sea Consejo Comunal o no y los mismos sean manejados por el grupo de
vigilancia externa, esto permitirá conocer las estadísticas reales
de cada una de ellas. 7.- Por cada parroquia o dependiente del tamaño
del sector deberá existir un centro de recepción de denuncias formales
para ayudar al vecino por la facilidad de movilización y evitar que
lleguen a los comandos y los saturen. 8.- Que mensualmente se de un
parte de las estadísticas a las comunidades o la rendición de cuenta..
Es factible que estas y otras y no estás pero si otras ideas sean necesarias
para cambiar la forma de gerencial la acción policial y bajar esos
números y dar una sensación de vida mejor.
