Si esta era la buya estoy, mejor dicho estamos aquí en Mérida realmente decepcionados. Esperábamos una pelea más dura, hablamos de no exponernos, no servirles en bandeja de plata los muertos que querían, de resguardarnos para futuras batallas y cosas así.
Y vienen 500 bobos, unos mas unos menos, muchos traídos de otras ciudades a pasar sin pena ni gloria por las calles de nuestra bella ciudad. A ensuciárnosla de golpismo, de fascismo. A tratar de hacer de la ciudad la chispa que prendiera la pradera ... y se quemaron ellos¡¡¡¡¡
Algo pasa en Venezuela con la oposición. Todo les sale mal y ya es preocupante. Nunca se había visto en ningún país que se rescatara un Presidente sin disparar ni una bala, 48 horas después de su derrocamiento. Nunca se había visto una economía tan boyante, después de un saboteo tan brutal a la primera empresa del país. Nunca se había visto en ningún país del mundo una oposición tan bruta. Por eso está tan preocupado el gobierno norteamericano, porque una cosa es que ellos sean el gobierno más bruto del mundo, que para eso tienen dólares y armas, pero la oposición venezolana, por favor¡¡¡¡¡
Y eso preocupa, porque tiende a hacer creer a nuestros militantes, cuadros y pueblo en general que estamos condenados a luchar contra tigres de papel. Contra ilusos que ante tanta derrota, seguirán estrellándose contra la pared. Que ante tanta marcha sin gente, seguirán llamando a marchar. Que ante tanto fracaso seguirán llamando al “firmazo”. Que ante tanta “verga” o “mala leche”, se cansarán algún día.
No, Venezuela es hoy demasiado importante. Demasiado petróleo, gas, agua, oro, biodiversidad. Demasiado líder. Demasiado pueblo conciente. Demasiado cerca de los otros pueblos. Demasiado cerca de Estados Unidos.
Quizá, cansados ya los amos del norte de la brutalidad de sus lacayos se decidan entonces a tomar las riendas directamente y encuentren demasiado cerca la muerte.
Edwin Aguirre M.
