Por un Diálogo Adentro: UBV

Entre diálogos te veas

Acostumbrada la oposición al “diálogo” entre cúpulas cuando ejerciera funciones en el régimen de la cuarta, ahora quiere imponerle al gobierno bolivariano sus formas añejas que alejaron al pueblo del ejercicio verdadero de sus deberes y derechos, negándole su participación. Lamentablemente, en nuestra acera hay voceros que todavía no comprenden que el verdadero diálogo se está dando en todo el territorio nacional, es permanente y se discute en espacios abiertos. Los temas son amplísimos, desde la manera de administrar los nuevos ámbitos de poder popular que la Revolución Bolivariana está construyendo, hasta la forma de conducir la política internacional de nuestra República.

Me encantó la propuesta de Roberto Hernández Montoya de que, si acaso hay algún diálogo necesario con nuestros opositores, sea aquel que prolifere en plazas, cafés, parques, museos, tertulias, festivales, etc., etc. donde los de a pie se encuentren desde la cotidianidad para despejar sus diferencias, malentendidos, entuertos pero sin la mediación de Globovisión, partiendo de la buena fe de los millones que votaron No pero que aún sufren del síndrome de “ahí viene el coco”.

Si hay algo nuevo en nuestro proceso bolivariano es la adicción a la discusión, a la crítica, al diálogo fructífero, no a aquel que produce componendas. Nuestro pueblo ha aprendido a hacerse respetar. Sabe distinguir entre un verdadero intercambio de experiencias y visiones de los problemas, a aquel diálogo impositivo que acostumbra los opositores a hacer, instigados por el odio promovido desde centenares medios de comunicación. En él, si uno no dice lo que ellos piensan, vociferan improperios y se retiran de la discusión.

En realidad, la oposición SI tiene una excelente oportunidad de demostrar su disposición al diálogo en lugares como la Universidad Central de Venezuela donde nuestros compatriotas han sufrido todas las agresiones posibles por parte de sus representantes, hasta llegar a la pretensión de la eliminación física como fue el caso de la Escuela de Trabajo Social. También en el Táchira, tiene una maravillosa ocasión para llevar a la práctica lo que le piden al gobierno, con las víctimas de sus atropellos en la toma de posesión del actual gobernador Pérez Vivas, cuyo saldo fue varios golpeados, entre ellos, una adolescente con su rostro herido. También entre los estudiantes de la oposición que han agredido salvajemente las instalaciones de la UBV, amedrentando a quienes estaban adentro, y los de esa casa de estudio, a fin de realizar el desagravio necesario.

Se llenan la boca solicitando el diálogo, pero a la hora de reconocer al otro, optan por aquella máxima de suma cero: su eliminación. Si no pregúntele a los médicos cubanos ó la Misión Sucre del estado Miranda ó a los despedidos de la Alcaldía Mayor quienes no han sido recibidos por Ledezma. Emblemático fue el diálogo sublime que tuvieron con el mural dedicado a nuestros héroes patrios cuando de varios brochazos lo desaparecieron. 

La urgencia de un diálogo adentro 

Diría a riesgo de no equivocarme, que en la insistencia de la oposición está el intento de focalizar nuestra atención hacia un “diálogo” interminable con quienes reciben instrucciones desde afuera, para nunca llegar a nada (recordar que lo único que quieren es la cabeza de Chávez) y así desgastarnos y distraernos en una suma de dimes y diretes como ocurrió en aquellos famosos episodios donde Gaviria mostró sus preferencias. Quienes piden hoy el diálogo son los mismos actores de aquel entonces. No se entiende que en una democracia donde existen mecanismos de toda índole para un intercambio sano y constructivo, se esté solicitando un diálogo entre cúpulas precisamente luego de un referéndum consultivo, donde el pueblo ya habló. Los temas de inseguridad y corrupción entre otros, ya están siendo discutidos en todos los Consejos Comunales y diversas organizaciones sociales en el país, dentro del Proyecto Simón Bolívar.

Pero si de algún diálogo se trata, es cierto que tanto ellos como nosotros necesitamos con urgencia un diálogo adentro. Ellos porque tiene múltiples cabezas aspirantes y una masa de votantes ansiosa de tener voceros que realmente los representen y, nosotros, porque a la altura del partido en que estamos, con un pitcher de grandes ligas, es hora de poner el acelerador al ejercicio interno de la democracia participativa, en todas nuestras instituciones y organismos, empresas socialistas, ministerios, gobernaciones, alcaldías, en las comunidades, mucho más cuando se trata de tomar decisiones que nos afectan a todos.

Es el caso de la Universidad Bolivariana de Venezuela quien producto de una crisis presupuestaria debido a la reducción de su presupuesto a un 20%, ha decidido crear una Comisión de Ingresos Propios para el acceso a fondos provenientes de instituciones públicas y privadas, en cuya cuenta bancaria creada para tales fines, posiblemente la USAID muera de alegría al ver al fin una grieta segura por donde meter sus tentáculos. Recomiendo leer el último artículo de Eva Golinger en Los Papeles de Mandinga sobre la forma de proceder de esta Agencia de Inteligencia de EEUU a través de instituciones o empresas privadas. Esta decisión tan importante, que implica nada más y nada menos, el destino de esta universidad creada por el Presidente Chávez, debe ser consultada con toda la comunidad ubevista.

sathya954@yahoo.com 



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Carmen Cecilia Lara

Profesora de comunicación social de la UBV

 sathya954@yahoo.com

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