¿Donde se oculta el malandro guapetón aquel que dijo “se enfrentaría a Chávez con todos los hierros y en cualquier terreno"? Dicen por allí que Rosales se oculta en Perú donde su compadre Alan García (-con los del APRA: la versión peruana de AD-) y pasa su tiempo “filosofando” y cantando “cantos de ballenas”. ¿Por qué casi nadie –para no decir nadie- de su gente salió a defender al torpe capo-malandro Rosales? Porque la mayoría de esa gente –engañada y manipulada muchas veces- aun conserva algo de moral y saben que sus “lideres políticos” poseen esas debilidades, porque ¡ADECO que no roba no es ADECO! ¿Quien puede defender a un ladrón descubierto? Sólo ladrones como él. ¿Qué diferencia a estos ladrones del delincuente común? Que son peores porque roban y matan a muchas más personas.
La burguesía nunca se ha inmolado por defender a los suyos o conservar sus privilegios o conquistas. Ellos se asemejan a un vulgar ladrón que: “una vez descubierto en su delito, deja lo robado y corre desesperado cuando no puede utilizar algo o a alguien para defenderse”. En toda la historia, la burguesía siempre ha utilizado a los pueblos -en su ignorancia y manipulación- para defenderse de sus delitos, pues el capitalismo; la explotación del hombre por el hombre es un robo legalizado. Ahora los pueblos han despertado; han tomando conciencia y hasta el mundo ha cambiado.
El nuevo contexto político mundial es un viento que sopla a favor. La crisis financiera mundial; el fracaso de la guerra imperialista en Irak y “en los más de 60 rincones oscuros del planeta”; la empantanada guerra de Afganistán; las sucesivas victorias de la resistencia en "los 1, 2, 3 y muchos Vietnam” que existen en el planeta; el hundimiento moral del sionismo internacional, etc. En fin, la crisis moral y ética, institucional, política y financiera del sistema capitalista mundial ha llevado consigo a las burguesías y sus defensores a las cloacas. Son tiempos de cambios y cambios de tiempo. Estamos ante una nueva oportunidad para avanzar. Los resultados de la 5 Cumbre de las Américas reflejan también la nueva realidad política de nuestro Continente.
Las decisiones judiciales de los casos: “Forero, Vivas y Simonovish” marcaron un antes y un después en la justicia venezolana; un precedente importantísimo para la tranquilidad de nuestro pueblo. Cada vez más se disuelve la impunidad que tanto ha preocupado a nuestro pueblo.
La profundización de la revolución; la construcción del socialismo también implica, además de acabar con la corrupción, terminar definitivamente con el libertinaje mediático de criminales semejantes. La democracia revolucionaria implica respeto a la paz y la tranquilidad de nuestro pueblo, pero sobre todo, implica justicia y el fin de la impunidad. Es el mejor momento político para castigar a todos los criminales, sobre todo a los terroristas mediáticos. Ahora esperamos que la justicia también se encargue de otros guapetones hampones.
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