Los fascistas venezolanos siguen atrincherados en su bastión residencial de la plaza Altamira y desde allí provocan a las fuerzas populares exigiendo la renuncia del presidente legítimamente elegido por su pueblo en siete ocasiones. Los gorilas de uniforme, casi todos ellos oficiales retirados o cargos menores del ejército y la Guardia Nacional que no tienen mando de tropas se abrazan con las damas elegantes de las cacerolas y los recalcitrantes pistoleros derechistas que cubren las espaldas de los líderes de la CTV y Fedecámaras. Todos ellos, proclaman que Chávez debe caer ya y tienen la sutileza de no proclamarse golpistas sino "electoralistas" que exigen un referendum. Este es el resultado de lo que el pueblo venezolano viene gritando en la calle: la impunidad otorgada por un Tribunal Supremo de Justicia que depende de las prebendas de la oligarquía local y que además se somete a la presión internacional imperialista. A todo ello se ha sumado la presencia norteamericana, no sólo a través de las contínuas insidias contra el gobierno bolivariano esparcidas por el embajador Charles Shapiro sino también por la exigencia del senador republicano gringo Henry Hyde quien desde el New York Times solicita a Bush que se meta con todo en la interna venezolana apoyando a los golpistas de Altamira.

Frente a este nuevo embate de la oposición fascista, el comandante Chávez convoca a cerrar filas para detener a quienes quieren ver nuevamente al pueblo sumergido en ese infierno que construyeron durante 40 años. Chávez habla claro y contundentemente en esta hora difícil: "No se equivoquen. Si pretenden destruir las instituciones democráticas por la vía armada, les responderemos por al vía armada. No podemos permitir que un grupo de fascistas, golpistas, manipulen a un grupo de venezolanos, a los cuales respetamos, para destruir la democracia."

Ante esta nueva algarada de los que quieren ver a América Latina sometida al imperialismo yanqui y a sus multinacionales que provocan a diario miles de muertos por hambre y miseria, es necesario unir a todas las fuerzas progresistas a nivel internacional para solidarizarse con Venezuela Bolivariana. Ya no caben expresiones duditativas ni atajos facilistas que advierten sobre "populismos" o "indefiniciones" cuando hablan de la gestión del Hugo Chávez y luego miran a un costado si esas expresiones se producen en el mismo territorio desde el que reivindican tal purismo. Venezuela es América Latina rebelde y quienes nos identificamos con los ideales bolivarianos de la unidad de acción contra los colonizadores y los imperialistas, no tenemos ninguna duda en defenderla.

Venezuela y sus organizaciones populares sabrán defender en la calle y por todos los medios la legitimidad del gobierno de Hugo Chávez. Nosotros, internacionalistas, progresistas y revolucionarios, convocamos a respaldar esa lucha que no es distinta a la que otros pueblos están llevando a cabo por su liberación nacional y social.

Por todo ello proponemos:

- Respaldo total al gobierno de Hugo Chávez y solidaridad activa con las organizaciones populares venezolanas.

- Si hay amago de golpe conformar una red de emergencia informativa junto a nuestros hermanos de la prensa alternativa bolivariana.

- Exigir a la comunidad internacional el respeto a la democracia venezolana y a su derecho de autodeterminación.

- Si volviera a producirse un alzamiento contra el gobierno legítimo venezolano, concentrarnos de inmediato frente a embajadas y consulados venezolanos en todo el mundo para respaldar la lucha del pueblo bolivariano.

- Cárcel a los golpistas. Detención de todos los conspiradores de Altamira. Acentuar el boicot popular a los medios golpistas venezolanos y también a sus aliados de la prensa internacional.


VENEZUELA SOMOS TODOS. EL FASCISMO NO PASARÁ!
Si vienen por otro 11, tendrán otro 13

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Carlos Aznárez
Director de "Resumen Latinoamericano"
www.nodo50.org/resumen/