Los revolucionarios siempre hemos creído en la necesidad del debate crítico, claro está, siempre y cuando éste se realice de manera constructiva y tomando en cuenta el delicado contexto político y los espacios en donde se planteen las críticas. El prócer cubano José Martí dijo que "la critica es amor". Carlos Marx dijo también que "una revolución sólo se construye bajo el fuego implacable de la crítica y la autocrítica". El eterno Comandante Che Guevara fue un formidable crítico de su propia revolución, y en especial, de sus mismos espacios administrativos (el Ministerio de Industrias) donde laboro de manera incansable. Incluso, fue el propio Che el mayor instigador del debate crítico en la Revolución Cubana. En muchas ocasiones se hacia cambiar el nombre y publicaba interesantes análisis políticos y económicos para provocar la crítica. Muchos asistieron al debate sin saber a quien se enfrentaban. Las posiciones encontradas en Cuba revolucionaria pudieron ser recogidas en varios libros y revistas de Cuba. Uno de ellos se tituló: "El Gran Debate".
No es un secreto para nadie que el Presidente Chávez es el primer crítico de la Revolución Bolivariana. Esto lo podemos constatar en la mayoría de sus intervenciones o alocuciones dominicales. Es un absurdo creer que alguien posee la clave de entrada al Socialismo. “El socialismo es una construcción heroica” nos advertía Mariátegui. El Comandante Fidel Castro dijo en una ocasión que “quizás su mayor error fue creer que alguien conocía como se construía el socialismo”. Sólo el debate y la crítica, el estudio científico de nuestras realidades y particularidades, y también las posibilidades, allanaran los caminos para la construcción de una sociedad más justa, fraterna y solidaria: el Socialismo.
Desde diversos espacios muchos hemos intentado levantar críticas constructivas en razón de generar debate para contribuir así en remediar ciertas desviaciones, o errores que naturalmente se suscitan en todas la revoluciones. Muchas veces hemos acertado en ellas, y en otras nos hemos equivocado.
El debate nos ha permitido rebatir las ideas contrarias a la revolución socialista. Gracias a la confrontación de ideas, muchos hemos podido alertar sobre ciertas desviaciones promovidas por algunos desde la CIM, o por Heinz Dieterich, especialmente de aquellas ideas que disfrazan el Reformismo bajo el ridículo harapo de "Empresarios Socialistas" -lobos disfrazado de corderos-, también de la Cogestión, el Cooperativismo y el "Etapismo", además del Anarquismo y el anacrónico "Eurocomunismo" de Monedero. Pues los revolucionarios no rehuimos al debate, menos aún podemos contribuir a cercenar los espacios para ello. Decía el Che que “si no somos capaces de destruir con argumentos las ideas de los contrarios, es mejor dejarlos que se expresen libremente porque lo inverso bloquea el desarrollo de la inteligencia".
En el encuentro de Intelectuales de Izquierda celebrado en días pasado tuvieron encuentro más de 40 intelectuales venezolanos y extranjeros. De allí surgieron importantes ideas y aportes de la mano de Luis Britto García, Vladimir Acosta, Fernando Buen Abad, entre otros, pero también surgieron absurdas ideas que fueron rebatidas por varios de los presentes y no presente en ese evento.
La propiedad social de los medios de producción, la necesidad de una dirección colectiva para la revolución; el cuadro vanguardia columna vertebral de la revolución; el hombre nuevo (consciencia socialista), el nuevo Estado revolucionario y la Comuna, la producción y la distribución socialista, la Planificación Central, etc., fueron algunos de los puntos debatidos en ese encuentro, en las que debemos profundizar. Muchas caretas cayeron. Pero sólo el debate y la crítica constructiva y responsable afinarán las ideas y nos permitirán allanar los caminos para la difícil tarea de la construcción del socialismo en Venezuela.
¡La batalla de ideas es la especialidad de los verdaderos revolucionarios!!
¡Chávez es conciencia socialista!
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