De los 5 millardos de presupuesto que logró obtener el Grupo Parlamentario Venezolano del Parlamento Latinoamericano (compuesto por apenas 12 diputados, saquen cuentas), 600 millones son exclusivamente para el funcionamiento de la Secretaría General del Parlatino regional que está en manos del Diputado venezolano Rafael Corea Flores desde diciembre de 2002. Ahora bien, ¿por qué debe Venezuela financiar de su presupuesto el funcionamiento de la Secretaría General del Parlatino? Peor aún, ¿qué ha hecho el Secretario General del Parlatino durante su gestión con semejante cantidad de millones?
Es injustificable que Venezuela, un país en crisis, financie los gastos totales de la Secretaría General del Parlatino, como también lo es que se haya hecho una remodelación millonaria en la sede del Parlatino en Caracas para permitir que allí funcione la Secretaría General por apenas 2 años. Y si bien el Secretario General, Diputado Rafael Correa Flores, fue elegido por el Movimiento V República, su práctica parlamentaria y gerencial se corresponde a los tiempos más rancios de la cuarta república, y aunque nos pudiese presentar un informe de gestión con un montón de viajes por todo el mundo y una serie de gastos operativos impresionantes, la respuesta a qué se ha hecho de trascendente con ese dinero será poco más que nada.
¿Y los empleados del Parlatino en Caracas? A pesar del altísimo presupuesto no se les ha otorgado la homologación que les corresponde como trabajadores legislativos bajo el contrato colectivo de la Asamblea Nacional. Mucho peor, recordemos que gracias a aporrea.org nos enteramos que cuando trataron de organizarse en Sindicato para discutir su propio contrato fueron amedrentados y los directivos del Sindicato SUTRAPARLATINO fueron despedidos de manera ilegal y sin justificación alguna. Según nos informan fuentes internas del Parlatino – Caracas, el trabajo de desmantelamiento ilegal del sindicato estuvo en las manos de los Diputados Rafael Correa, Fernando Gómez, Víctor Chirinos y Norexa Pinto y de un abogado que ha hecho millones con el caso. Un desborde de prácticas revolucionarias sin duda.
Les invitamos a pensar en esto amigos lectores, son 12 diputados y menos de 35 empleados con 5 millardos de presupuesto anual. Los empleados están en peores condiciones que los trabajadores de la AN. Lo de la Secretaría General no tienen nombre. ¿Sabían ustedes que un venezolano ostentaba el cargo de secretario general del Parlamento Latinoamericano desde 2002? No, ¿verdad?. ¡Cómo saberlo si no ha hecho nada!. Doce diputados que se la pasan de vieje en viaje. Treinta y cinco empleados que ni siquiera tienen derecho a sindicalizarse de manera autónoma y que gracias a las gestiones del Diputado dizque revolucionario Fernando Gómez fueron coaccionados a firmar cartas de retiro de SUTRAPARLATINO. Siendo la integración latinoamericana uno de los lineamientos fundamentales de nuestra Constitución y del ideal Bolivariano, lo que ocurre en el Parlatino da vergüenza.
El Movimiento V República debe meterle lupa profunda a este Grupo Parlamentario. Estas son las cosas que dañan y desvirtúan la Revolución.
¡No a las quintas columnas!