Las organizaciones de bases que agrupan casi los dos millones de trabajadores y trabajadoras pertenecientes a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) tienen a cientos de miles de sus afiliados participando en las Patrullas Electorales (PE) y en las Unidades de Batallas Electorales (UBE) de los Comandos Maisanta. Desde la UNT hacemos esfuerzos para que la inmensa mayoría de los trabajadores y trabajadoras se incorporen a esta “Batalla de Santa Inés” en el propósito de que sea contundente el triunfo del NO el próximo 15 de agosto, cuando se dé el referendo, el cual indudablemente será Reafirmatorio.
En esa consulta refrendaria “se nos va la vida”, hemos dicho en nuestras reuniones y encuentros. Cada vez que vemos comportamientos como eso que hicieron los sectores fascistas de Alto Prado, este domingo 27 de junio, de arremeter indiscriminadamente contra quienes hacían actividades a favor de la Batalla de Santa Inés; o sabemos de las campañas que hacen los “civilistas de la sociedad” para echar a revolucionarios o “chavistas” que habitan en las Urbanizaciones clase media o “media clase”; o, escuchamos y leemos las declaraciones intolerantes de los dirigentes de la Coordinadora seudodemocrática, nos convencemos más de eso. Razón que nos ha impuesto a darle prioridad a esta batalla y hemos decidido emprender nuestra propia campaña que hemos titulado “Trabajadores en Batalla”.
Aparte de darle prioridad a la participación democrática de nuestros afiliados en esta “Batalla”, para poner al frente a compatriotas capaces, decididos y resueltos para no permitir fraude y ser garantía del triunfo del NO este 15 de agosto, desde la UNT consideramos necesarios, y por eso el interés de escribir esto, el profundizar una discusión con los distintos sectores sociales y sus organizaciones, de privilegiar una posición antiimperialista e internacionalista para esta Batalla de Santa Inés. Si no lo hacemos, no estamos atacando el fondo del problema.
Todos coinciden en señalar que el enemigo principal de este proceso revolucionario y por supuesto para este referendo, es el energúmeno de George W. Bush, quien habita la Casa Blanca en su condición espúrea de Presidente de los Estados Unidos. Él es quien representa la ideología y la estrategia de los opositores, sus organismos y representantes legales y encubiertos financian y llevan adelante su política y tácticas. Es decir, todos ellos forman el “combo imperialista” y a este es a quien hay que derrotar primeramente. Sin embargo, estando todos los bolivarianos claro en esa realidad, la verdad es que no somos consecuentes en enfrentar a todo los integrantes del “combo imperialista” .
Las piezas o engranaje fundamental del “combo” en este proceso refrendario son el Centro Carter y la OEA. Ellos dentro de sus caracteres de observadores en el CNE fueron y quieren seguir siendo, las manos imperialistas para tratar de que la oposición seudodemocrática y proimperialista se salgan con la suya. Son más peligrosos que el Rector Zamora o la Rectora Sobeya Mejías y cualquier otro funcionario corrupto del CNE. Así fue con las firmas, con el reafirmazo y con los reparos y lo será, sí tienen cabida en este referendo.
Los representantes de la OEA y el Centro Carter juegan para permitir el fraude y las concesiones que quieren imponer los opositores en este proceso del referendo. Ellos están para avalar cualquier denuncia y acusación de fraude o ventajismo en contra del gobierno que quiera hacer la oposición, al verse perdido en el reafirmatorio. Son los instrumentos, hasta en el caso de que admitan su derrota, porque son los que ya buscan que impere el perdón, mayor impunidad a los fascistas y pase o se medie la política patronal de la oposición. Ya vinieron apadrinar al gran capo criollo/cubanomayamero. Están prestos para incidir en un pos 15 de agosto, a favor de los enemigos de los que estamos por hacer la revolución dentro de la revolución.
Los peligros nos impone denunciar y no permitir la injerencia de estos y otros aparatos del imperialismo en el proceso político que vive nuestro país. Tenemos que ser implacables contra ellos porque ellos, por más que se vistan de imparciales, serán implacables contra los hoy identificados como “chavistas” por más light o tolerantes que se quiera hacer.
Como contra parte al papel del Centro Carter y la OEA, tenemos que promover y facilitar la presencia de decenas de organizaciones de trabajadores, de gremios y organizaciones populares y democráticas de distintas partes del mundo que se han ofrecido y tienen interés de ser testigos presenciales del protagonismo y las simpatías revolucionarias de la mayoría de los trabajadores y de los sectores populares de Venezuela.
En la medida que les cerremos el paso a los instrumentos imperialistas, porque con ellos nos quieren derrotar, tenemos que abrir las puertas a los organismos clasistas y revolucionarios de los distintos países del mundo, que nos garantice y posibilite, que ante cualquiera situación, los trabajadores y el movimiento popular mundial estará informado de lo que pasa acá y estarán de nuestro lado para seguir profundizando este proceso, que sigue siendo un ejemplo que día tras día se gana el apoyo de los pueblos de la tierra. Sólo así podemos demostrar, la justeza de la consigna que para esta “Batalla de Santa Inés” hemos levantado: “La lucha es por la humanidad y por nuestro futuro”.
*Coordinador Nacional de la Unión Nacional de Trabajadores UNT e integrante de Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR).