Calle 13 el otro extremo de la cultura decadente

Recuerdo los tiempos de la lucha dura entre allanamientos y mudanzas, de Maracaibo a Barquisimeto y después a San Cristóbal, con los esbirros de la “digepol” pisándole los talones a la familia que huía de las torturas, asesinatos y “desapariciones” de la “democracia” de los adecos y los copeyanos. En esos tiempos el refugio espiritual de los hombres y mujeres que se jugaban la vida por una Venezuela digna y soberana lo encontrábamos en la canciones de Mercedes, de Viglietti de Chico Buharque de Víctor Jara, Intillimani, Silvio, Pablito, Quilapayu, el Quinteto Tiempo, toda la pléyade de cantores y cantoras comprometidos con el canto necesario, el canto de conciencia, pero sobre todo nos dábamos animo y nuevos bríos para la lucha (aun en sus peores momentos) con la explosiva canción de nuestro gran Alí Primera .Hoy veo con asombro como la revolución celebra la Canción del Pueblo con el “Grupo Calle 13” en un espectáculo decadente y absolutamente ajeno al espíritu de la revolución socialista y sobre todo ofensiva en grado extremo a la memoria de Alí Primera a quien se le rendía “homenaje” en el acto de marras. Y sentí la vergüenza de la memoria “manoseada” de quien en una de sus canciones dijo: “Yo amarré los recuerdos del árbol de la noche, / y fui en busca del sol / Me recuerdo del obrero que me dijo: ¡No vendas tu canto! / Que si lo vendes me vendes / Que si lo vendes te vendes / Y como no acordarme compañero / si me da por cantar cada vez que me acuerdo”.

La revolución socialista es la revolución de la conciencia y permea todos los poros del tejido social. Se trata del rescate de “lo bello” entendida esta belleza desde la pureza del pueblo sencillo, la del joropo, el tamunangue, la gaita, los tambores, los cantos orientales, la tonada, la que por radio “no será retransmitida porque al pueblo lo que gusta es la mierda” (era la excusa de locutores y productores de radio para no radiar la música de Ali en tiempos de la cuarta república)

Dice el dicho popular; “Sobre gustos y colores no han escrito los autores” y debe ser verdad que cada quien puede escuchar la música que le de la gana, pero la revolución, si se hace parte de la degradación cultural del capitalismo decadente, no pasará de ser una nueva careta de los mecanismos de reproducción de la hegemonía dominante y cómplice de la alienación “por la que nos han dominado mas que por las armas”, por eso, también es cierto que no porque al cerdo le encante la mierda deja de ser mierda

La culpa no es del ciego si no de quien le da el garrote, “Calle 13” puede cantarle al sobaco, al demonio, al culo y a la mala leche los versos ridículos que le de la gana, el problema es quien carajo fue el personaje que se le ocurrió montarlo en un escenario dizque en honor a Alí Primera y para colmo de males en trasmitir la “perfumada mierda” por VTV.y TeVes.

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Rafael Urdaneta


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