Las amenazas, agresiones y ataques dirigidos en contra de Venezuela, del pueblo revolucionario, nuestro gobierno, del comandante Chávez y el proyecto bolivariano, nos curte por todos los flancos. No ha sido poca la intensidad de las batallas, que se libran y tendrán que librarse, por tener el rol de vanguardia en el concierto revolucionario mundial. Todos los días nos pasarán factura. Bueno, son gajes del oficio, estamos solventes en conciencia plena y a mucha honra.
Ha llegado la hora en que los escuálidos nacionales y mundiales, comiencen a entender la seriedad y contundencia del cambio bolivariano, pensaron que se trataba de un quítate tu pa´ ponerme yo. Tengo la impresión que develan letalmente su error. Es decir; en el instante que lo entienden, ya están liquidados.
El embrollo estigmatizado que tenemos por oposición y sus pseudo-líderes, tan sólo por la soberbia de haberse creído eternamente omnipotentes, son capaces de vender la patria. Como les duele, poco a poco sienten el desgaste. Por incapaces han entregado su alma para ser dirigidos desde Washington convertidos en lastres de la irremediable caída imperial.
Mientras tanto, el pueblo revolucionario ha ido apreciando con mayor firmeza, la revolución. Teniendo enormes tareas por realizar; entre muchas: la consolidación de la vanguardia en la plataforma política, la masificación de la conciencia ideológica socialista, consolidación de la organización comunal, la génesis de tejido productivo estructurante socialista, mayor seguridad, combate contra la burocracia, la impunidad, revisión, rectificación y reimpulso, etc.
Todo en medio del carácter intervencionista de las bases de los invasores de oficio, en plenas festividades decembrinas, ejerciendo hermosamente la venezolanidad familiar, degustando en su seno, las hallacas, el pan de jamón, pernil, ensalada de gallina, dulce de lechosa, amores, cuatro, furruco y tambora. Viviendo el sueño; pero con un ojo pelao.
El sabor encontrado en la nueva arepera socialista, que maravillosamente además de la reina pepeada o la pelúa (carne mechada), también saboreamos socialismo real, con trabajo voluntario y todo; igualmente observamos automóviles y cauchos color de socialismo a la vista, tangible, palpable. Es determinante definir el negocio socialista, de calidad, con ganancias razonables, no explotador. Cantará ¿A quién no le va a gustar? Un CDI, MERCAL, COMERSO (buen tino), tralará…….., tralará.
El concepto de estas propuestas debe ser extendido hacia otros sectores de cadenas productivas, huele a la estrategia correcta, para lo cual ya tenemos los ejemplos citados como referencia, creando lo tangible de la propuesta socioeconómica, determinando la vida socialista con detalles, día por día. Reitero, en el instante que lo asimilen los escuálidos, ya estarán liquidados.
FELIZ AÑO 2009 ÉXITO Y VICTORIA EN EL 2010 MAXIMA FELICIDAD POSIBLE POR TODO EL SIGLO XXI.
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